Cena

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Querido diario:
26 de noviembre de 2019

Hoy, van a venir todas a comer a casa. POR FIN HEMOS CONSEGUIDO COINCIDIR.
Necesitaba esto, estar todos juntos con mis viejos amigos y con los nuevos. Mike y Alejandra parecen llevarse muy bien con todas y viceversa.
Además, Ashley me ha dicho que me tiene que contar algo, dijo que es serio. Sinceramente tengo miedo, conociéndola... Ay diario, espero que no sea nada grave.
Pero, verdaderamente el que me preocupa es Spencer y Santi... Van a estar sentados en la misma mesa y yo me tendré que poner al lado de Spencer y seguramente Santi se pondrá cerca mío y eso no lo veo compatible... Uf, acaba de sonar el timbre, después te cuento diario.

-¡Ya han llegado!- digo emocionada. Voy corriendo a la puerta para abrirles.
Primero han llegado Marta, Elena y Ashley.
Yo las abrazo emocionada y ella me devuelven el abrazo, incluso más fuerte.

-Pasad, por favor. Estáis en vuestra casa- digo cerrando tras ellas y guiándolas al comedor.
Spencer y Alex están en el salón, en el sofá sentados. Se levantan y se dan dos besos.
-¿Donde están los chicos?- pregunto intentando parecer no demasiado interesada.
-Al parecer, las chicas no somos tan lentas arreglándonos- ríe Elena.
Todas se sientan en el sofá y Spencer trae dos sillas de la cocina, para él y para mi.

Empezamos ha hablar de todo un poco, pero sobretodo chorradas.
No puedo hablar con ellas todo lo que me ha pasado con Spencer y Alejandra delante.

-...Y el muy cabrón me tocó el culo, ¿os lo podéis creer?- se indigna Marta.
-Yo soy tú y lo abofeteaba- le digo riendo.
-¿Abofetear? Hay que seguirle el rollo... Sobretodo si está bueno- añade Elena.
-Ni una cosa ni otra, insultar es lo mejor, o ironía- dice Ashley como si fuera la mejor respuesta.
-¿Y si se lo palmeas a él?- continua Alejandra.
-¿Enserio es de esto de lo que habláis las chicas?- comenta Spencer, sorprendido.

Todas le miramos.
-Obviamente- decimos al unísono.
-vale, vale- dice con las manos en modo de defensa.
-¿Tú que opinas? Ya que eres el único hombre de aquí- añade Marta señalándole.

Spencer se pone tenso. No creo que diga lo que piensa de verdad. Conociéndolo, seguro que diría alguna frase en plan "Follarmela, sino, no le habría tocado el culo"

-Pues yo... Le abofetearía, me haría respetar- dice orgulloso creyendo que ha dado la respuesta correcta.

El pasa su brazo por mis hombros y yo ruedo los ojos. Por suerte, antes de volver a la conversación llaman al timbre.
Alejandra se levanta a abrir.
-¿Has invitado a éste...- dice señalando de arriba a abajo a Mike-... A cenar?- dice con falso desprecio.
-Ya tardaba la bruja en hablar. Y nunca mejor dicho, con la ropa harapienta que me llevas chiquilla...- dice éste con el mismo tono que Alejandra.

Los dos ríen.
Mike se apoya en el reposa brazos del sofá, al lado de Marta. Aun me acuerdo cuando Marta descubrió que Mike era gay. Que risa...

-¿Falta mucho para cenar?- pregunta Mike.
-Tu siempre preocupándote por la comida...- le reprocha Spencer.
-Obviamente. Tengo que tener cuidado para mantener este tipín y conquistar a mis príncipes- dice riendo y señalándose desde la cabeza a los pies.

Todos reímos por su comentario.
Suena el timbre por tercera vez y voy yo a abrir la puerta.
Me encuentro a un Santi con una camisa blanca, pantalón vaquero negro y unas stan smith negras.
Se ha puesto un poco de gomina en su "cresta" y huele a... ¿Colonia? Siempre huele, no sé, a Santi... Tiene un olor característico.
Y después está... Luke.

-Hola chicos- digo lo más sonriente posible.
-Hola- sonríe ladeadamente y me guiña el ojo izquierdo. Parece que se le ha pasado el enfado de hace unos días.
Entra y nos damos dos besos, pero el segundo me lo da en la comisura de los labios, se separa y sigue sonriendo con sus dientes blancos como publicista de pasta de dientes.

Diario de una (no tan) preadolescenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora