Wolf Love (Fanfic, Jacob Black)

Capítulo 6: "¿Novio?"

ALYSON:

— ¡Vamos cielo! ¡Es hora de levantarse!

Sonrío sin poder evitarlo al escuchar a mi madre llamarme del otro lado de la puerta. Me acerco a ella y la abro, descubriendo a la mujer que me dio la vida cargando una bandeja con un té. Seguro es para papá y sus constantes resfriados.

— ¡Buenos días, mami! —saludo, besando su mejilla. Ella abre sus pequeños ojos alargados con sorpresa.

—Pero si ya estás lista —murmura, repasándome con una sonrisa.

—Tengo que llegar temprano —me encojo de hombros, sonriente.

—Y además estás muy alegre. ¿A qué se debe el buen humor? ¿A caso saliste con Adam?

Mi sonrisa se borra y hago una mueca. Ni siquiera había pensado en él en realidad.

—No, mamá. Adam y yo casi no hablamos. De verdad necesitamos tener una seria conversación pero él parece estar evitándome.

—Oh, cielo, no te preocupes —dice, acariciando mi cabello trenzado—. Seguro arreglarán sus asuntos cuando menos te lo esperes.

Suspiro mientras asiento y beso su frente ya que es más bajita que yo.

—Eso espero, mamá, bajaré a desayunar.

—Sí, hija, está ya listo sobre la barra, yo le llevaré esto al achacoso de tu padre —resopla con fingida molestia. Río divertida y la abrazo.

—Debo irme, dale un beso de mi parte

—Lo haré, ve con cuidado. Que tengas un buen día, cariño

—Gracias, mamá, nos vemos en la tarde para comer, hoy no trabajo

—Entonces te tendré lista la comida. ¡Adiós!

— ¡Adiós! —me despido, bajando las escaleras con mi bolso sobre el brazo.

Engullo mi desayuno con rapidez y salgo a la fría mañana. El viento no sopla con tanta fuerza, pero aún así el frío traspasa mi suéter de algodón, por lo que rápidamente subo al coche, inserto la llave, la giro y... silencio. Rezando por no quedarme sin un medio de transporte esta mañana, la giro de nuevo y... ¡Nada!

Tomo mis cosas y respirando agitada por la frustración, cierro la puerta con fuerza y me paro frente a la acera, pensando. ¿Cómo podría irme? El auto de papá dejó de funcionar hace una semana y a mamá le aterran los autos, por lo tanto, desistió totalmente a tener uno.

— ¡¿Por qué tiene que pasarme esto a mí?! ¡¿Por qué?! —grito, pateando un neumático. ¡Auch! Mala idea.

— ¿Problemas con el coche? —una voz a mis espaldas me hace voltear asustada, y me sonrojo al ver de quién se trata.

—Dime que no viste eso —suplico, cubriendo mi rostro con mis manos. Bajo los brazos al escuchar que abre la puerta de su auto y baja para recargarse en el capó.

— ¿Qué, exactamente?

—Mejor olvídalo —murmuro, avergonzada.

—Si hablas de cómo golpeabas al pobre neumático, no te preocupes, seguro le dolió

—Muy gracioso —digo sarcástica. Él ríe, agachando la cabeza y cruza los brazos sobre su torso, protegido solo por una camisa ajustada negra.

— ¿Qué es lo que le pasa? —pregunta, señalando el auto con un movimiento de cabeza. Suspiro, frustrada y coloco el gorro de mi sudadera. La temperatura está más elevada hoy pero hay una ligera llovizna.