Wolf Love (Fanfic, Jacob Black)

Capítulo 10: "¡¿Una cita?!"

ALYSON:

Que tu profesor te saque de clase es humillante, tomando en cuenta que ya no hablamos del instituto sino de la universidad.

Farfullando incoherencias, me dirijo a la cafetería y me encuentro a Scott y Jake en una mesa en la esquina trabajando en algún proyecto de exámenes semestrales.

—Hola —saludo malhumorada, sentándome frente a ellos.

—Qué humor —pronuncia Scott con diversión. Lo fulmino con la mirada.

— ¿No deberías estar en clase del señor Henkins? —pregunta Jake extrañado. No puedo creer que él se sepa mejor que yo mis horarios.

—Me sacó del aula por culpa de Litzy —respondo, resoplando disgustada.

— ¿Qué hizo mi primita? —ambos me prestan atención, dejando de lado lo que hacían.

— ¡Le lanzó una bolita de papel cuando empezó a quedarse dormido! —exclamo, golpeando mi frente con la palma de mi mano. Los dos ríen.

—Déjame adivinar —Jake se inclina sobre la mesa y me sonríe burlón—. Te ganó la risa y pensó que habías sido tú.

— ¡Pues por supuesto que me ganó! —exclamo, alzando los brazos en derrota. Ellos ríen y su risa es tan contagiosa que acabo riendo también, dejando de lado mi mal humor.

—Eres tan novata —se lamenta Scott, negando con la cabeza en cuanto se ha recuperado de su risa. Me inclino hasta golpear su brazo y tomar el café que se encuentra junto a unas hojas de cálculo que, por la letra, son de Jake. Me siento en mi lugar de nuevo y doy un sorbo del vaso lleno de café con deliciosa crema.

—Eso era mío –dice Jake entrecerrando sus ojos, sin embargo, su sonrisa denota diversión.

—Tú lo has dicho —recalco sobre el borde del vaso. Siempre me ha gustado sentir el vapor caliente golpear mi rostro para después sentir el fresco que deja la humedad de éste en mi nariz—. Lo era.

—Ella siempre hace eso —comenta Scott, rodando los ojos—. Y cada vez te dice lo mismo. No sé porqué siguen repitiéndolo.

—Supongo que se ha vuelto una rutina —me encojo de hombros y el chico de cabello azabache asiente en acuerdo con mis palabras.

Scott hace un ruidito con su garganta, indicando que entiende y sigue con su trabajo. Doy otro sorbo y los observo trabajar. Hacen garabatos raros, borran y escriben y vuelven a borrar.

—No entiendo nada de lo que hacen —comento, dejando el vaso sobre la mesa y recargo mi barbilla en mi mano cerrada en un puño.

—Es porque lo tuyo son las letras —responde Scott sin despegar la vista de sus hojas. Jake alza la vista y sonríe, una de esas sonrisas que me hacían sonrojarme en un principio.

—Odio decirlo, pero él tiene razón —dice, dejando el trabajo dentro de su carpeta para darme toda su atención. Es una de las cosas que más me gustan de mi amistad con Jake, pase lo que pase, él siempre está ahí para mí aunque no se lo pida.

—Amén por eso —masculla Scott. Sonrío y hago una bolita con el papel que rodeaba mi vaso, lanzándolo. Él se queja cuando le cae en la frente, rebotando hasta su trabajo. Entrecierra sus ojos con una mirada que aparenta molestia—. Por eso te sacan de clases.

— ¡Que yo no fui, caray! —rezongo, cruzando los brazos sobre mi pecho. Jacob ríe y empuja el hombro de su amigo. Tomo de un trago lo último que queda del café y me sobresalto cuando una figura se sienta a mi lado.