Wolf Love (Fanfic, Jacob Black)

Capítulo 26: "Despedidas"

ALYSON:

—Hola, chicos, ¿cómo va todo por allá?

—Litzy y Fred ya tuvieron su primera pelea conyugal —informa Scott con sorna. Me río y Litzy le da un golpe en el brazo.

— ¡Oye! Solo fue una pequeña disputa del orden en casa —explica, acercándose más a la pantalla. Recargo mi mejilla en mi puño y los observo con una sonrisa.

—Pero si bien que lo amenazaste con mandarlo a dormir al sofá —insiste el pelinegro con burla.

— ¡Él no estaba bajando la tapa del inodoro por más que le recordaba! Tenía que dejarle eso claro —me da una mirada frustrada y yo río.

—Es por eso que soy un chico ordenado, no me gustaría que pronto también me manden a dormir al sofá —él sonríe y ambas lo miramos, asombradas.

— ¿Vas a mudarte con Nydia? —exclamo, sorprendida. Asiente con lentitud y la pelirroja suelta un chillido, abrazándolo.

— ¡Eso es genial! —por un momento lo único que puedo ver es el brillante cabello rojo de Litzy en la pantalla de la laptop—. ¡Tendremos que celebrarlo!

Scott la aparta y ambos vuelven a colocarse cerca para que pueda verlos.

—Lo haremos, cuando Nydia y yo encontremos un departamento al que mudarnos.

—Eres tan lento —ruedo los ojos y sonrío—. Pero me alegro por ustedes. Ella es una buena chica.

—Lo sé, no estaría pensando en sentar cabeza si no fuera así —asegura con un tinte de orgullo.

—Oh, ya puedo escuchar las campanas de la iglesia —canturrea Litzy, cubriéndose la boca con las manos.

—Tampoco exageres, prima —ríe, nervioso—. No estoy preparado para eso aún.

—No lo presiones, Litz. Harás que salga corriendo antes de tiempo —me inclino y tomo un chocolate de la caja que Jake me regaló hace dos días, abriendo el empaque y degustando el sabor cremoso en mi boca.

—Tienes razón, es casi un milagro que haya encontrado una chica que lo soporte y por fin tenga algo serio, no hay que presionarlo —pone ambas manos en sus mejillas y se recarga en sus codos.

—Sigo aquí, ¿saben? —Scott resopla.

—Okay, ya. No hablaremos más de tu mejorada vida personal.

—Seguro, ahora, ¿me dirán ya cómo es que estás visitando a los Syles sin que tu tía te eche a patadas? —pregunto a mi pelirroja mejor amiga. Ella sonríe y Scott suelta una carcajada.

—Mis padres empezaron a ir a un retiro de pareja y la primera lección que aprendieron es a perdonar a los suyos, sin rencores. Hoy vinieron y todo está arreglado, la familia Syles y Lawson vuelven a ser uno solo de nuevo —responde, apretando sus propias mejillas.

—Eso es bueno... supongo —digo con extrañeza por el repentino cambio.

—Lo es —afirma Scott, apoyando su cabeza en el hombro de su prima.

—Te extrañamos aquí, Aly. Deberíamos reunirnos como hacíamos cuando éramos pequeños, obligando a Scott a comer palomitas con caramelo y ver películas de romance.

—Las mejores noches de mi adolescencia.

Ellos murmuran en acuerdo y un nudo se instala en mi garganta, recordando lo que me he propuesto al iniciar esta vídeo llamada. Mis ojos se llenan de lágrimas y aprieto mi labio inferior cuando éste empieza a temblar.