Wolf Love (Fanfic, Jacob Black)

Capítulo 23: "Locura"

JAKE:

—Alyson... lo que pasó en el sofá —inhalo una bocanada de aire y eso solo logra que me sienta embriagado con su aroma natural. La parte racional de mí quiere que detenga esto, pero la parte que la desea como a nada más, quiere que la tumbe sobre esa cama y le demuestre cuánto la quiero—. No quiero que te sientas obligada a nada.

—Jake, haces que parezca una pervertida tratando de persuadirte —se sonroja pero sé que no es de vergüenza, sus ojos brillan de manera más hipnótica y ese color chocolate es aún más atrapante. Sus manos se cierran a cada lado de mi cuello con sutileza y me jala, inclinándome hasta que nuestros labios rozan.

—Solo es... que todo con nosotros ahora es una locura, no quiero que te arrepientas después —sin poder evitarlo, la jalo contra mi pecho. Nuestras respiraciones van a un ritmo veloz y eso provoca que su pecho se eleve, su blusa blanca trasluciéndose al contacto de mi pecho húmedo.

—Eres la locura más alucinante y descabellada que alguna vez cometeré y de la cual nunca me arrepentiré —mi corazón hace esa cosa extraña de golpetear contra mi caja torácica debido a la emoción de escuchar esas palabras. La alzo en la punta de sus pies y hablo en un susurro contra sus labios.

—También te quiero, Alyson —mi voz escuchándose increíblemente baja y grave. Ella suspira con placer y sus pestañas revolotean, sus párpados cerrándose, su boca atrapándome en un vaivén grandiosamente sofocante.

La obligo a caminar de espaldas hasta caer sentada en el colchón de la cama matrimonial, me aparto y la observo, aún de pie. Su cabello cae hacia atrás sobre sus hombros, ese asombroso color carmín de su rostro y sus labios rellenos atrayéndome.

Lo que más quiero y deseo, eso es lo que ella es.

Con vacilación, atrapa el nudo de la toalla y lo deshace, dejándome completamente desnudo frente a ella. En cuerpo y alma. Su boca se entreabre y parpadea en un lento escaneo por todo mi cuerpo. Un jadeo escapa de su boca y cada célula de mi cuerpo se activa.

Hay algo dentro de mí, es como si mi interior temblara en anticipación, deseoso y curioso.

Doy un último paso que tiene a nuestras rodillas rozando y su cuerpo yendo hacia atrás, sosteniéndose en sus brazos. Coloco una rodilla en el borde del colchón entre sus piernas y paso un brazo por su cintura, guiando su rostro hacia mí para besarla, su cuerpo se estremece al completo y deja caer todo su peso en la cama. Gruño, un gruñido realmente animal, cuando sus dientes atrapan mi labio inferior y tiran de él. Sus manos se encuentran en mi cabello, desde la parte trasera de mi cuello, siguiendo un rastro con sus dedos hasta lo alto de mi cabeza.

—Espera... —jadea. Abro los ojos de golpe, temiendo que se haya arrepentido, pero me tranquilizo en cuanto aparta sus manos y jala del borde de su blusa, sacándola por la cabeza. Su sujetador y sus cortos short de algodón son los siguientes en acompañar a la toalla olvidada. La observo de pies a cabeza, alucinado con su belleza natural y deslizo mi mano por todo el largo de su costado izquierdo.

—Eres hermosa —las palabras salen sin pensarlas porque eso es lo que pienso, soy sincero al decirlo. Me da una sonrisa en agradecimiento y vuelve a unir sus labios con los míos. La beso con fiereza, con dulzura y con deseo. La beso hasta que mis pulmones arden, su boca suelta pequeños jadeos y gemidos, hasta que tengo sus manos en mi pecho, apartándome para tomar aire, sin embargo, no me detengo. La acomodo mejor a lo largo de la cama y tomo su pierna derecha, besando desde el interior de su tobillo, arrastrando mis labios por su pantorrilla y dejando un largo beso en el interior de su muslo. Se arquea y gimotea con impaciencia. Quito la última prenda que queda y beso la suave piel debajo de su ombligo. Su vientre tiembla ante mi acción. Ella sabe igual a su aroma, un sabor único y adictivo.