Capítulo 24: "Accidente"

12K 622 139
                                    







JAKE:






No quería estar lejos de Alyson, pero tenía qué hacerlo. La señora Anabeth ya sospechaba lo que había pasado en su casa el fin de semana, no habría qué darle más motivos para corroborar sus sospechas. Alyson seguía viviendo con sus padres y debía respetar eso.

Aunque me haya olvidado un poco del respeto el sábado por la noche y hoy en la mañana... y en la tarde.

Todo ese asunto me llevaba a pensar en otra cosa. ¿De verdad Alyson se iría conmigo si conseguía un lugar propio? ¿Para ambos? Esperaba que sí, porque me apresuraría en conseguirlo. Por esa mujer haría lo que fuera para mantenerla a mi lado.

— ¿Por qué tienes esa sonrisa boba en tu cara, hermanito? —miro a Rachel que se encuentra sentada en el sofá con un gran bote de helado de fresa. Cierro la puerta con seguro -aún estoy nervioso por esos vampiros acechando-, y camino hacia ella. Tomo la cuchara que sostiene y la hundo en el bote para después llevarme una gran porción de helado a la boca. Ella sonríe con picardía—. No, ¿sabes? Estoy segura que esa sonrisa implica a cierta castaña rojiza con la que estuviste todo el fin de semana.

—Cierto —asiento, riendo. Ella ríe también y toma de vuelta su cuchara.

—Lo sabía. Deja de comerte mi helado —refunfuña, alejándose unos centímetros. Ruedo los ojos.

—Te has vuelto una glotona —bromeo. Saca la lengua infantilmente y acaricia su vientre de cuatro meses. Sue dice que será una niña por la forma en que está creciendo, no parece una pelotita en su estómago como lo es el de Emily, su vientre va hacia abajo de una forma menos circular y crece con rapidez.

—Solo soy una mujer embarazada con antojos —habla con la boca llena—. Ya te veré algún día.

—No creo que yo vaya a embarazarme algún día.

—Tú no, idiota. Hablo de cuando tengas que soportar los antojos de la mujer que será la madre de tus hijos —insinúa con una sonrisa. Suelto una carcajada y jalo de un mechón de su coleta desordenada, justo como hacía cuando éramos pequeños.

—Será un placer cumplirle los antojos a la que sea la madre de mis hijos —aunque solo estoy bromeando para seguirle el juego, eso no impide que una emoción se acreciente en mi pecho.

—Eres tan tierno —aprieta mi mejilla mientras sus ojos, como ya viene siendo costumbre, se llenan de lágrimas—. Mamá estaría orgullosa de ti.

—También sé que lo está de ti, Rach —paso un brazo por sus hombros y recargo mi barbilla en su cabeza. Su cuerpo se sacude por los sollozos.

—Lo sé, me lo dijo en esa carta —se aparta para limpiarse las lágrimas y me da una sonrisa triste—. Esa carta ha ayudado mucho ahora que estoy en esta etapa. Quisiera agradecerle a la señora que fue su amiga.

—Lo harás —aseguro, tragándome el nudo que se forma en mi garganta. Escucho las ruedas de la silla del viejo por el pasillo y ambos nos recomponemos en nuestros lugares.

—Hola, hijo. ¿Cómo está tu chica? —pregunta, acomodándose frente a nosotros.

—Hola, papá. Ella está bien, en casa con sus padres. La médium la vigilará por esta noche —ese último dato no le agrada, puedo verlo en la forma en que su frente se arruga con disgusto.

—Sam vino a verme...

—Oh, no empieces, viejo. No ahora, tengo motivos suficientes para abandonar la manada y no me arrepentiré de ello, digas lo que digas.

Wolf Love (Fanfic, Jacob Black)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora