Wolf Love (Fanfic, Jacob Black)

Epílogo:

Observo las olas golpeando suavemente contra la orilla. Mis nudillos marcan cuatro líneas en la arena y una sonrisa se extiende por mi rostro cuando esa risa reconocible se escucha a unos metros. Giro mi cabeza en el ángulo exacto para poder verla avanzar hasta mí mientras, con ese hermoso ceño fruncido, reprende al niño de cabello rizado a su lado.

— ¡Papá! —grita André en cuanto está lo suficiente cerca. Le sonrío y abro mis brazos para que él me taclee en un gran abrazo. Revuelvo su cabello, que ahora ya ha tomado un color más oscuro y él se aparta, mirándome con súplica—. ¿Verdad que ya puedo meterme al agua? ¿Puedo?

—Ya te dije que no, André Black —ambos nos estremecemos con el tono severo de su madre—. Acabas de comer hace unos minutos, si te metes al agua puede que devuelvas todo lo que comiste.

—Pero... papá —insiste, mirándome con esos ojos tan parecidos a los míos llenos de impaciencia. Mi hijo adora el mar. Alzo mi vista, cubriéndome del sol con una mano y trago saliva con fuerza cuando observo bien a mi esposa. Ella solo sigue viéndose más hermosa para mí.

—Lo siento, cachorro, tu mamá tiene razón. No puedes meterte al agua ahora —digo, volviendo mi vista a él. Asiente de mala gana y observa las olas con anhelo.

— ¿Por lo menos puedo mojar mis pies? —pregunta, mirando a su madre.

—Solo no te alejes demasiado, cariño —cede Alyson, pasando ese pequeño bulto de vestido lila a su otro brazo. André murmura algo en acuerdo y corre a la orilla, empezando a jugar sin meterse del todo al agua. Estiro mi brazo y alcanzo el pie de ese bulto adorable, haciendo cosquillas en su pie. Ella suelta una risita infantil y Alyson la deja en la arena, inclinándose para darme un rápido beso.

»Estoy tan cansada, ellos son imparables —señala a nuestros hijos con un movimiento de cabeza y se recuesta en la toalla que he puesto especialmente para ella. Río por lo bajo y acaricio su hombro desnudo. Ella solo está usando un short muy corto y la parte superior de su bikini no deja mucho a la imaginación. Aunque claro, conozco ese perfecto cuerpo de memoria.

—Ven aquí, bebé hermosa —palmeo el lugar entre Alyson y yo y Jacey -mi pequeña hija de un año-, gatea con una adorable sonrisa hasta sentarse a mi lado. Me inclino y beso su mejilla, dejando que después ella deje un beso baboso en la mía.

—No puedes decirle "hermosa" a dos mujeres, no es justo —bromea Alyson, acomodando el vestido de Jacey. Río, sacudiendo la cabeza y entrecierro mis ojos para echarle un vistazo a André. Él se ha sentado a la orilla y juega con alguna pala de juguete que ha de haber traído en su bolsillo.

—Jacey es mi "bebé hermosa" y tú eres la única "hermosa" —le guiño un ojo y ella ríe. Jacey imita su risa, sin saber el motivo. Empujo la punta de su nariz con mi dedo índice, dejando una marca rosada en su sensible piel pálida. Donde André es todo piel morena como yo, Jacey es casi tan pálida como su madre, sus ojos son de un chocolate más suave, sin embargo, su cabello es tan oscuro y ondulado como el mío. En cambio, es ella quien parece tener esa actitud traviesa y sobreprotectora igual a la mía. André -con sus seis años-, es el sensible y manipulador divertido como su madre, ambos se ponen de acuerdo cuando quieren extorsionarme con algo porque saben perfectamente que no puedo hacer nada en contra de esos dos rostros persuasivos.

—No puedo ponerme celosa de mi propia hija —se encoge de hombros, acomodando su cuerpo de costado, así está viéndome directamente. Doy un rápido vistazo a su cuerpo y sonrío con picardía.

—Créeme, no hay ningún motivo para que te pongas celosa por alguien —rueda los ojos mientras la piel debajo de sus pómulos se vuelve carmesí.

—Ah... Ba...—señala Jacey a su hermano. Intenta ponerse de pie, agarrándose a mi brazo y, después de varios intentos, lo logra.