Wolf Love (Fanfic, Jacob Black)

Capítulo 15: "Paso a paso"

ALYSON:

Fundida en un abrazo que parece eterno, mis pensamientos fluyen y los sentimientos florecen a cada segundo que paso cerca de él. Sé que de quien temía no era de él, sino de Adam. Esa mirada sangrienta me perseguía, anunciando peligro y en todo lo que podía pensar era en que Jake era el blanco de ese peligro.

—Estaba asustada, pensé que Adam... que tú —balbuceo sin sentido, aferrándome a su cuerpo. Acaricia mi espalda en un gesto que me ayuda a tranquilizarme.

—El rubio huyó, no hay peligro —su aliento choca contra el costado de mi cuello, estremeciéndome de pies a cabeza. Está mintiéndome para mi tranquilidad pero yo sé que Adam volverá. Deslizo mis manos a su espalda baja, cierro los ojos e inhalo su aroma a tierra mezclado con el de las hojas de los árboles y respiro hondo para calmar mi temperamento. Mi mejilla sigue recargada en su hombro... ¿Desnudo? ¡Santo dios! Abro los ojos ipso facto y forcejeo para apartarme pero él no me suelta.

—Jake, tu camisa —gimoteo con impotencia. Me aparta unos centímetros suficientes para verme a la cara sin soltar mi cintura y frunce el ceño, confundido.

— ¿Es lo único que te preocupa ahora? —mi cara se calienta, sonrojándome al completo y el calor se acumula en la cúspide de mis orejas.

—No, pero... yo —me quedo callada sin saber qué excusa decir. ¿Que su torso desnudo me pone nerviosa? ¿Que el motivo de mis nervios es que estamos los dos solos en una habitación a altas horas de la noche? ¿Que temo por lo que pueda hacer yo y no él? Por supuesto que eso no se lo diría ni loca. Solo hay algo que admitiré esta noche, y apreciaría la impresionante vista si él no estuviera atento a cada gesto o movimiento que hago.

—Ven aquí —sonríe de costado, sentándose a la orilla de mi cama y palmea el espacio a su lado. Lo sigo, manteniendo una distancia prudente de su portentoso y caótico cuerpo. Suspira y agacha la cabeza, colocando sus codos en sus rodillas—. Haz las preguntas que quieras, mereces una explicación.

— ¿Por qué... por qué me lo ocultaste? —inmediatamente me arrepiento de hacer esa pregunta. No es como si pudiera llegar un día y decir: Hola, soy Jacob Black, tengo 23 años y me encanta la mecánica... ah, sí, por cierto, soy un hombre lobo. Pensándolo de esa forma suena ridículo que algo así pueda decirse en una presentación. Sin embargo, subo una rodilla al colchón, girando medio cuerpo y espero su respuesta.

—Temía y sigo temiendo que rechaces lo que soy, así como yo lo hago —no me mira al responder, mantiene su vista fija en sus puños apretados y temo por sus palabras.

— ¿Rechazas lo que eres? ¿Por qué? —la incredulidad me invade, buscando una razón a su rechazo.

—Porque no lo elegí, Alyson —gira su cabeza, dejándome ver sus ojos llenos de resignación—. No pude elegir ni opinar si quería ser lo que soy o no. Simplemente pasó sin que yo lo supiera.

—Jake —susurro, acortando el espacio entre nosotros. Busco su mirada e intento transmitirle a través de la mía la seguridad de mis palabras—. Eres magnífico y diferente, eso es lo que eres. No se trata de tu metamorfosis, no se trata de si eres un hombre lobo o no. Se trata de que tu personalidad es la misma, eres el mismo sin importar un cambio físico y nada puede cambiar la humanidad de tu alma.

— ¿No tienes miedo de que te lastime? —me escruta con una mirada tan penetrante que logra estremecerme.

— ¿Por qué harías algo así?

— ¿Recuerdas la cicatriz de Emily? —frunce el entrecejo.

—Sí —vacilo, sin entender el motivo por el que la menciona.