Acercamientos

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El viento helado sopló fuerte, azotando contra mi cara mientras la refrescaba, apesar que el invierno se acercaba en ese mismo instante estaba acalorada y sudando. Me acomode un mechón de cabello tras la oreja, el cual, muy rebelde se había salido de mi coleta. Inspiré profundo, me incline hacia el frente apoyando las manos en las rodillas buscando estabilidad y recuperar el aliento.

Literalmente estaba muerta.

— ¡Estoy muerta!—exclamé metiendo todo el aire posible en mis pulmones

— ¡No exageres!—Ashley rodó los ojos ante mi comentario. Saltó del lugar en el que habia estado sentada por más de cuatro horas

Habían pasado tres meses y Ashley había estado ayudándome todo este tiempo del "entrenamiento" con Marck. El me enseñaba lo necesario en lo referente a la lucha cuerpo a cuerpo o como el decía, como patear traseros; resistencia y todo eso que necesitaba para hacer morder el polvo a mis enemigos, mientras mi rubia amiga me enseñaba a "dominar" mis poderes, hacer hechizos y pociones que podían serme de mucha utilidad.

—Te quejas cuando ni siquiera estas dando el mínimo de tu potencial—me retó poniendo las manos sobre la cadera

Puse los ojos en blanco ante su siempre "te lo dije" oculto.

— ¡Me duelen músculos que ni siquiera sabía que tenía! Pero claro, como no es a ti a quien le están dando una paliza—refunfuñé

—Yo no reté a cabeza de cerillo, —se defendió—además... ya te lo dije. Soy pacifista

Resoplé a la vez que ponía los ojos en blanco. Ashley siempre salía con que era pacifista cada que me ponía de quejosa por lo adolorida o lesionada que terminaba, aparte de recordarme que en efecto, todo esto era mi culpa por haber retado a la Bierley.

Grandioso día en que abrí mi boca.

Posiblemente si solo me hubiera quedado con el bofetón que me dio el otro día no estaría tan adolorida, pero no, tenía que defenderme. Yo no me convertiría en la presa fácil de la pelirroja y mucho menos iba a dejar que me tachara de zorra por el simple hecho de pasar a ratos con su novio, ¡qué no era mi culpa!; el que casualmente y por artimañas del destino estuvieramos juntos casi todo el día. Pero eso no era lo más grave, es decir, lo que detonó la bomba y terminó por hacerme explotar.

¿La razón?

Inteligentemente se me ocurrió humillarla en público y obviamente, ella siendo la abeja reina del lugar no lo dejaría pasar.

Genial ya tenía una enemiga.

—Ustedes dos dejen de pelear

Ambas nos giramos para ver al dueño de la voz que interrumpió nuestra pequeña disputa. Allí, arriba de la rama de un árbol se encontraba Marck. Con los brazos cruzados mirándonos seriamente.

¡Dios! ¿Por qué se veía tan sexy?

Tan solo llevaba una camiseta negra, pantalón para hacer deportes, tenis y su rubio cabello alborotado cayendo sobre su frente. Mordí mi labio tratando de no sonrojarme mucho por verlo de esa manera, quieta devorando como esos rojos labios se movían sin que pudiera escuchar ningún sonido salir de ellos, completamente absorta en él.

Seguí viéndolo como lela hasta que Ashley me dio un codazo sacándome de mi burbuja babeadora.

Marck saltó cayendo perfectamente de pie frente a nosotras.

—Vamos. Las clases están por iniciar—indicó empezando a caminar

—Camina babagirl—canturreó mi amiga a la par que tiraba de mi brazo

Wicca: Love Red MagicDonde viven las historias. Descúbrelo ahora