Bostece una vez más, casí quedandome dormida en donde estaba, habia pasado más de una hora de estar en un completo estado zoombie. La noche anterior no pude dormí bien, y no porque no lo deseara, si no porque mi mente pasó divagando en el beso.¿Por qué lo hizo?
Primero me molestaba y luego estaba sobre mí besándome. Extraño, no se supone que no beses a quien detestas y según los rumores yo era la persona menos favorita para ese chico, más extraño aún, que después de haberme negado a aceptar sus labios sobre los míos termine por ceder.
Que ilógico era todo.
Una enorme parte de mí se alegraba que ese no hubiera sido mi primer beso porque de lo contrario estaría por ahí, llorando por los rincones al haberlo perdido de esa forma.
Hice una mueca al recordar ese hecho, a diferencia de medio año atrás estaría suspirando al recordarlo, en cambio ahora, solo me provocaba un exceso de aberración.
—Tranquila—susurró Ashley a mi lado mientras me trenzaba el cabello—todo estará bien
Quise bufar ante su comentario, era más fácil opinar cuando no estas involucrado. ¿Quién podía asegurarme que no saldría muerta? O peor aún. Con huesos rotos. Nadie, en absoluto ninguno podía decir con seguridad que saldría bien.
Durante toda la mañana se dieron las competencias, no tuvimos hora de almuerzo y la cosa no daba señales de acabar, a las cuatro de la tarde teníamos cerca de diez horas de estar en la entrada de ese tenebroso bosque que servía como campo de batalla. La competencia comenzó a las 5:00 am, las indicaciones fueron dadas y el orden de participación fue al azar. Marck y yo, a eso de las 4:30 pm no habíamos tenido nuestro turno, no al menos para saber quién sería nuestro último enemigo.
Tuvimos tres participaciones antes en las que salimos vencedores. Ahora solo esperábamos para ver con quienes nos debatiríamos la final.Los últimos a los que enfrentamos fueron a los hermanos Forlán "Los hermanos de fuego", Sara y Diego, ambos demonios, muy difíciles de vencer pero no imposible.
Se escuchó como si un transformador de luz explotara, seguido de varias chispas rojas que iluminaron el cielo.
Mi suerte no podia ser peor.
Dereck y Grace habían ganado a Lucas y Mónica del quinto año.
¿En serio tenía que hacer esto?
Unas inmensas ganas de salir huyendo inquietaron a mis piernas, animándolas a sacarme corriendo de ahí pero mi mente más lenta y renuente a acobardarse lo impidió, además... quien incito a todo fui yo.
Rete a la pelirroja y a su novio, les asegure que ganaría y me enfrentaría a ellos y como dicen por allí "pídele al cielo y se te concederá".... Menuda estupidez.
—Vamos
Marck me tendió la mano para ayudarme a poner en pie. Cerré los ojos suspirando profundo, animándome mentalmente. "Tú puedes" pensé "eres una Murrey".
—Vamos—acepte su mano con una sonrisa que al parecer fue contagiosa porque él también sonrió
—Tú ve por la pelirroja—dijo—yo iré por Keibler
Cuando la señal para dar inicio sonó corrimos hasta el interior de bosque, tomando dirección contraria a la del otro, camine varios metros lejos de la entrada, me frote los brazos cuando empecé a sentir frio, ya era tarde y había mucha humedad; solo quería acabar con todo.
Camine unos pasos más hasta que llegue a un claro. Los árboles que lo rodeaban formaban un círculo, con escasas hojas como techado que permitían a los rayos solares filtrarse dejando una vista espectacular. Me quede prendada de la vista escuchando los murmullos de las hojas al frotarse cuando el viento las sacudía hasta que escuche varios susurros y pisadas.