Ashley coloco un bandeja de plástico en el mesita junto a la cama, tomando la jarra de cristal vertió en un vaso pequeño un líquido anaranjado, espeso que parecía licuado de zanahoria.
— ¿Qué es?—pregunte
—rugula. —Respondió sin mirarme—yo como tu mejor amiga y una persona preocupada por el crecimiento poblacional, —hizo una pausa—y como parece que tú y Dereck no tienen conciencia del control de natalidad....
— ¡¿Qué?!
—además no creo que quieran cargar con las consecuencias que les va durar toda la vida, al menos aun no—señalo—no puedo imaginarme a ese chico cambiando pañales con popo—yo tampoco lo hacía. ¿A qué venia todo esto?—así que, bebe
— ¿Qué es?
—ya te dije, es rugula—rodé los ojos—no me hagas esa cara—protesto cuando hice otra mueca—es como un anticonceptivo, ya que ustedes dos parecen no estar interesados en el uso de un estúpido condón, esto servirá para inhibir a cualquier residuo de semen que trate de buscar tu útero
Realmente quien buscaría mi útero seria algún espermatozoide, pero no iba a corregirla cuando estaba colorada ante la vergüenza que ella tratara darme clases de sexualidad.
— ¿Por qué crees que tuvimos sexo?—pregunte tratando de hacerme la desentendida, como si no hubiera pasado nada entre nosotros
Alzo una dorada ceja antes que una sonrisa cómplice apareciera en sus labios.
—por el enorme chupete que tienes en el cuello, y esos no se hacen en un simple jugueteo. Definitivamente quería dejarte marca—se puso seria—como si quisiera que supieran que le perteneces
— ¡No le pertenezco a nadie!—salte a la defensiva, indignada y escandalizada de que todavía hubiese personas que pensaran que por el simple hecho de tener intimidad con alguien ya era de su propiedad. Eso era algo estúpido, sacado de las cavernas y que no tenía nada que ver con el siglo actual.—Esto apesta a cosas podridas—comente acerca del líquido que me dio para desviar el tema
Se sentó junto a mí en la cama, empujándome con el codo para que le hiciera espacio.
— ¿Los rumores son ciertos?—me golpeó en el hombro
— ¿Qué rumores?—arrugue la nariz al ver la cosa asquerosa burbujeaba
—ya sabes—rio como tonta. Le mire con el ceño fruncido por el repentino cambio de tema y el sonrojo—que Dereck, ya sabes—volvió a reír
Negué.
—no sé de qué me hablas
Sus mejillas adquirieron un rojo más profundo. Se inclinó un poco acercándose como si quisiera contarme un secreto.
—que tiene un súper-miembro
Toda la reticencia que tenía para beber el brebaje se fue como agua en el baño cuando se tira de la cadena. La cosa pastosa y asquerosa paso por mi garganta directo al estómago en donde provoco una revolución de alimentos que querían salir al exterior.
Me lo tome todo. Fondo blanco.
Cuando aleje el vaso de mi boca comencé a toser tan fuerte que estaba ahogándome, todo por no querer responder acera del tamaño de Dereck.
Ashley me dio de palmadas en la espalda ayudándome a expulsar el líquido que había estado atorado asfixiándome.
— ¿Estás bien?—pregunto
Sacudí la cabeza negando, llenándome los pulmones como una avariciosa del oxígeno. Respire pausadamente una y otra vez, con suma lentitud antes que la rubia me hiciera otra pregunta vergonzosa.