Wake up, Cassandra.

7

El frío me calaba los huesos y el rocío humedecia mis ropas, pero no podía pararme, mi cuerpo parecía conservado en esa forma. La única calidez que recibía era la de las lágrimas en mis mejillas y el suave aire que salía de entre mis labios.
Shiran cayó junto a mi antes de que los primeros rayos me golpearan el cuerpo. Sus manos se pasearon sobre mi, indecisas a tocarme, hasta que terminaron por acunarme contra su fuerte pecho. Sentí sus labios en mis mejillas y frente y él calor de sus lágrimas cayendo en mi cuello.
No hubo palabra alguna que saliera de entre sus labios, aunque no lucía furioso, solo arrepentido, pensativo.
Caminó hasta la casa de Harry y él ya nos aguardaba con la puerta abierta. Me baño y cambió con uno de los piyamas que el joven artista me había comprado, y luego me dejó en la cama que compartíamos. Aun no decía nada.
Cerré mis ojos pero ya no lloré, no podía hacerlo, estaba demasiado agotada.
Cuando oí la pierta abrirse, quise mirar quién era pero mis párpados pesaban demasiado. El colchón se hundió a mi lado.
-No sabía que tenía asma.-dijo Shiran.-Yo... No puedo cuidar de mi hermana lo suficientemente bien. Ahora está enferma, huyó,  y yo no pude sostenerla lo suficientemente fuerte.
-Vamos a ayudarte. Todos.-dijo Liam.
-Irte no es la solución. No podes dejarla.-dijo Niall.
-No voy a dejarla. Solo quiero volver a Libia para buscar a nuestras familias.
¿Nuestras?
-No voy a dejar que te vayas.-dijo Harry. -Estás yendo atrás de fantasmas.
-Solo quiero un futuro para Cass.
-Yo te dije que voy a encargarme de que tenga un futuro. -lo tranquilizó Harry.- Pero sé que si te vas a Libia, ella va a seguirte. Vos no queres que Cass te siga a Libia.
-Podrían encontrarla y lastimarla.
-No estaría entendiendo.-interrumpió Louis.
-Las herencias.-dijo Harry.- Cassandra nació como hija de una de las familia más ricas de Libia. Es la única heredera. Ellos no podían tener hijos y adoptaron un varon pero, hace dieciséis años, Cassandra llegó a sus vidas. Se acordó, junto a Shiran, que todo sería para la beba que venía en camino. Pero tener plata no es sencillo en lugares así y la guerra solo empeora las cosas. Todo se saqueó y Shiran escapó luego del asesinato, con su hermana recién nacida en brazos.
Me sentí completamente abrumada por todo lo que oía y me sentí caer aún sobre la cama. Shiran jamás me había contado nada de eso.
-Cass está pálida. -dijo Niall y mi hermano acarició mi rostro.
-Necesito que esté bien. -dijo Shiran y yo presioné su mano.
-¿Está despierta? -preguntó Liam.
-No creo. Es algo que siempre hace. A la noche siempre busca mi mano. Es como si tuviera miedo de que la abandonara. Pequeña cabezotas, nunca me iría sin avisarle.
Creo que Shiran siguió hablando pero yo ya no oía nada más.

Desperté con unos dedos acariciando mi pelo. Volteé creyendo que sería mi hermano pero me topé con los ojos del hombre que nos hospedaba, mirando atentamente en mis ojos, intimidandome, rebuscando en mi aunque yo no lo quisiera así.
Su embriagador aroma hizo que me acercara sin pretenderlo y él se dejó caer de espaldas, como quien gana una batalla, y me atrajo hacia su cuerpo deslizando su brazo por debajo de mi y erizando la piel que sentía su roze. Dejé mi mano descansar en su pecho y noté que no llevaba camiseta. La tinta negra predominante, llamaba mi atención. Una mariposa, los dos pájaros, recorrí con mis dedos y me detuve en un dije de cruz que prendia de una fina cadena de plata.
Volví a mirar a Harry y él cerró su puño en torno al dije y a mi mano.
-Tenes muchos tatuajes.-murmuré.
-Si. Creo que son muchos.-dijo con voz ronca.
-¿Shiran se fue a trabajar?-pregunté y él asintió.-¿Te pidió que te quedaras conmigo?
-Quería venir con vos.-dijo él y me estremeció mirándome con profundidad.- Espero que no te moleste.-negué.- Si no importa, me gustaría quedarme un rato más.
Su voz sonaba diferente, profunda, cargada de algo, sugiriendo algo, pero no podía determinar de que. Entonces callé y recosté mi cabeza sobre su pecho, llenándome del latido de su corazón.
-Faltan dos presentaciones para la final.-musité luego de unos minutos.- ¿Vos crees que pueda hacerlo?
-No solo creo que puedas llegar a la final, creo que podes ganar este programa. -dijo y alze la cabeza para mirarlo.- Creo que podes lograrlo. Pero me asusta que, cuando todo termine, quieras irte.
-No voy a irme.-murmuré y él presionó mi mano con suavidad.
-Cass.-dijo y besó mi frente.- Si tu hermano se va a Libia unos días con toda la protección que vamos a dar, ¿Podes quedarte conmigo?
-No quiero que él se vaya.
-Lo sé. -dijo él.- Todos estamos en contra, pero tu hermano es un cabezotas y dice que necesita buscarte algo ahí. Necesito que no lo sigas. Necesito que te quedes conmigo.
No respondí y él volteó, rodeandome con ambos brazos y besando mi frente.
-Por favor. -suplicó.
-¿Por qué de golpe importo tanto? -pregunté en un susurro.
-Porque, sin saberlo, hiciste que todos te quisiéramos y tuviéramos la necesidad de cuidarte. Te quiero, Cass.