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Al salir, ahí me aguardaba Shiran. Lucía agotado. Me aproximé a él y me rodeó con sus brazos. Entonces noté una herida en su brazo, sangre fresca en la manga de su remera.
-Shiran...-susurré.
-Dejalo, Cass.
Pero no lo haría. Levanté su manga y vi el corte. Saqué de mi bolsillo un pañuelo blanco y lo presioné contra la herida con suavidad. Él hizo una mueca y me abrazó con mas fuerza.
-Dejalo, Cass.-dijo mas firme.
-No. Estás herido.-dije.-¿Dónde estás trabajando ahora?-él negó.-Shiran.-sollocé contra su pecho sin soltar el pañuelo que presionaba la herida.
-No quiero que llores.-dijo él suavemente.- Es solo... ¡Quiero poder darte una cena cada noche, un desayuno, un almuerzo! ¡Quiero que podamos tener una casa digna, tener una cama!-gritó.
La gente volteó a vernos y me oculté en su pecho.
-¿Todo está bien?-preguntó Harry a nuestra espalda. Asentí y mi hermano me aferró con más fuerza. -Vengan, los llevo a casa.
Sin dejarnos decir nada, nos hizo subir a su auto. Miré a mi hermano y él extendió su brazo en mi dirección. Me aferré a él y me permití recostarme sobre su pecho con cuidado de no lastimarlo, temiendo que tuviera más heridas.
-Es ahí. -dijo Shiran y noté que se avergonzaba al decirlo. Su mano se posó en mi espalda y unas lágrimas se deslizaron por mis mejillas aunque no eran mías. Bajé del auto con rapidez y agradecí a Harry para luego entrar y abrazar con mas fuerza a mi hermano.
-Solo quiero darte todo lo que mereces.-lloró y fue la primera vez que se permitió llorar ante mi.- Te amo, Cass, y se siente terriblemente mal no poder darte un plato de comida, una cama, una navidad, un cumpleaños.
-Mientras vos estés acá, todo va a estar bien.-dije.
Esa noche, me cantó hasta que mis ojos pesaron demasiado y ya no pude seguir despierta.
Y así pasaron los días hasta que el día de la siguiente presentación llegó. Con Marcus, cantamos She will be love de Marron 5. El lugar estallaba repleto pero faltaba quien yo quería que estuviera ahí.
-Elijo a...-el comercial comenzó y Harry se llevó las manos al rostro.
-Estos comerciales son frustrantes. -dije y Niall soltó una carcajada. Me puse en cunclillas e inspiré profundamente al sentir que el aire comenzaba a faltarme.
-Creo que todo salió bien.-decía Marcus, hablando con Harry.
Liam me miró y se acercó . Me colocó un mechón de pelo tras la oreja y le sonreí con suavidad.
-¿Estás bien?-asentí y volví a respirar profundamente.-¿Sos asmática, Cassandra?-me encogí de hombros. Lo cierto es que no lo sabía.-¿Podes respirar? - negué.- Un inhalador.-pidió al hombre de producción que se me aproximó.- Tranquila. Respiremos juntos, ¿Si?
Cuando le dieron el inhalador, me lo dio y logré respirar normalmente. Noté que había muchas miradas puestas en nosotros y no pude evitar sonrosarme.
-¿Lista para la gran decisión? -preguntó y yo solo logre hacer una mueca.- Si ese tonto no te elije, va a haber un robo.-susurró en mi oído.
Entonces todos volvimos a nuestras pociones y Harry nos miró. Vi como su mirada se desviaba al inhalador que sostenía en la mano.
-Decinos quién ganó Harry. -pidió el presentador.
-El ganador es... Cassandra. -sonreí y abracé a Marcus. Caminé hacia Harry y él me abrazó con fuerza.
-¿Dónde está tu sonrisa real?-preguntó. Yo solo bajé la mirada y me marché.
Me senté a esperar por Shiran en las afueras del lugar y solo vi como todos se marchaban y mi hermano no aparecía. Alguien se sentó junto a mi, poniendo un abrigo sobre mis hombros.
-Linda, son las dos de la mañana. -dijo Harry.
-Shiran no vino.-susurré con los ojos cargados de lágrimas.
-Te llevo a casa.-dijo él.
Sin darme tiempo a decir nada más, me subió al auto y arrancó.
Al llegar a la casa, vi a Shiran con el labio partido y la frente sangrando en la puerta. Bajé incluso antes de que Harry frenara y corrí junto a mi hermano.
-Shiran. -dije y tomé su cabeza con una de mis manos mientras con la otra acunaba su rostro.-Shiran.
-Te vi en la tele.-murmuró sin abrir los ojos y barri la sangre de su cabeza.- Pasaste, Cass. Lo lograste.
-Vamos.-dijo Harry, tomándolo bajo los brazos.- Abrí la puerta del auto, Cassandra.
Obedecí rápidamente y él me hizo subir para luego poner a Shiran en la posición que estaba antes. Acaricié las mejillas de mi hermano y él sonrió con suavidad.
-Odio que llores.-murmuró y vi como Harry alzaba la mirada al espejo retrovisor.- Solo quería que tuvieras un plato de comida siempre, porque yo sé que tenes hambre y que en invierno tenes frío. También sé que no aceptaste la media beca en ese instituto que tanto te gustaba porque no tenemos la plata para pagar la otra mitad. Pero quiero dártelo, Cass. Quiero que tengas todo eso. Quiero que puedas darte un baño en nuestra propia casa y no en un asqueroso gimnasio donde te miran como nadie debería mirarte.
-Pero no quiero nada de eso, Shiran. Yo quiero que vos estés bien. Quiero verte sin ojeras, sin dolor, sin preocupaciones. Te amo, Shiran. Y no me importa vivir entre cuatro paredes y una puerta, o usar ropa donada, o no comer por días. Si vos estás para abrazarme a la hora de dormir, nada de eso me importa.
-Si mi piel hubiera sido mas clara...
-Te amaría lo mismo que te amo ahora.
Llegamos al hospital y Harry lo bajó. Cuando entró con el médico, toqué su hombro y luego lo abracé con fuerza.
-Gracias, por todo.-susurré en su pecho y él me estrechó con más fuerza.- De verdad....
Empecé a ahogarme y él me miró con terror. Buscó en el bolsillo de la campera y me abrazó mientras me daba el inhalador.
Shiran salió al rato con gasas y mucho más tranquilo. Lo abracé con fuerza y él me alzó cual niña pequeña, mientras acariciaba el cabello y prometía que todo estaría completamente bien.

Wake up, Cassandra.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora