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Era raro haber llegado a la final sin Shiran. Después de cantar, miré a donde él solía estar pero no había ni rastros de mi hermano. Me despedí del público y bajé, desilusionada.

-Llamada para la señorita.-dijo Harry en mi oído. Tomé su teléfono, emocionada y él rió.

-Shiran.-dije.

-¿Algún día vas a dejar de sorprenderme?-preguntó.

-¿Me viste?

-¿Si te vi? Hice que todos acá te miraran, están fascinados con vos.-dijo y di un pequeño saltito, riendo.- Estás hermosa. ¿Sabes qué? No, no tendría que decirte.

-Decime.-reí como nena chiquita.

-Mmm. Creo que no.

-Dale.-insistí.

-Es que... No. Te lo digo otro día.

-Pero yo quiero saber.-hice puchero y lo escuché reír.

-¿Sabes que sos hermosa cuando haces puchero?-preguntó y vi la cámara.-Coloradita. Bueno. Te digo. Te amo.

-Yo también te amo.-dije mirando la cámara.

...

Liam me hizo subir a la espalda de Louis una vez que entramos en la casa y yo comencé a reír mientras él corría.

-Tenemos una finalista en la casa.-gritó Niall.-Y parece estar muy feliz.

-Shiran me vio.-reí y me abracé más a Louis.- Dijo que me vio y que le gustó.

-¿Cómo no va a gustarle? Estuviste increíble.-dijo Harry y me hizo una seña para que me acercara.-Yo soy tu entrenador. Louis, sos la competencia.

Caminé hacia él y me paré a su lado, con ambas manos en la cintura, mirándolos. Observé a Harry de reojo, me imitaba. Reímos.

-¿Vamos a ganar?-pregunté y él asintió para luego volver su vista al frente.

...

Mientras Liam pedía la cena, me metí en el baño, dispuesta a bañarme. Pero lo que vi me heló la sangre. Comencé a ahogarme y abrí la puerta de golpe. Louis se acercó a mi y revisó mis bolsillos hasta encontrar mi inhalador.

-¿Qué pasa, Cass?-preguntó, secándome las lágrimas.

-Me sale sangre.-dije aterrada.-De ahí.

Lo vi tranquilizarse. No entendía qué pasaba. ¿Cómo podía estar tranquilo? Me estaba sangrando, eso no era normal.

-¿Sabes sobre el período?-preguntó él y negué, confundida.-Eso es normal.-dijo suavemente.-¿Es la primera vez que pasa?-asentí.

Y ahí nos enfrascamos en una conversación sobre el período de las mujeres. Mi miedo se fue. Creí que iba a morirme o algo así. Cuando Niall llegó con las toallitas, Louis me explicó lo que eran y cómo se usaban. Me pidió que, si me dolía, le avisara para que me diera unas pastillas.

-¿Sabes? Me salvé de esta conversación tantas veces en mi vida. A mi hija nunca me tocó hablarle de esto.-suspiró.-No fue tan difícil. ¿Queres bañarte ahora?-preguntó y yo asentí.-Está bien. Cualquier cosa, me podes preguntar.

Louis se fue y me quedé sola en el baño. Después de ducharme, lavé mi propia ropa, avergonzada. Al asomarme al living, todos estaban ahí. Louis me tendió su mano y yo tomé lugar a su lado. Repartieron las porciones de pizza y yo me quedé observándola unos segundos. Ya no tenía tantaa hambre. Miré mis manos sobre mi regazo y apareció la de Louis, tomando una de ellas. Lo miré de reojo y él me sonrió con suavidad. 

Me sentía bastante confusa sobre lo que acababa de pasar y descubrí que jamás había tenido una influencia femenina que me comentara sobre el tema, y no sabía si Shiran lo había evitado o lo desconocía. 

-Comé un poco.-pidió en mi oído y asentí, tomando la porción.- Tranquila, linda. Te dije que es normal. Todo está bien.

-¿Nos perdimos de algo?-preguntó Harry. Me apresuré a negar.-Cass...

-Dejala.-dijo Louis.-Cosas de chicas.

Lo cierto es que se sentía tan extraño ver que siempre estaba rodeada de hombres. No se sentía bien. Ahora me sentía como un pez fuera del agua. Y la carencia de una madre me pegó como jamás antes lo había hecho. Mis ojos se llenaron de lágrimas y fruncí el ceño. Jamás antes había llorado por mi mamá.

-¿Qué pasa, Cassie?-preguntó Niall y yo negué, secando las lágrimas que se escapaban.

-¿Te duele?-preguntó Louis y volví a negar.- Cass, decime qué pasa.

Lo miré unos instantes y me arrojé a sus brazos, sentádome en sus piernas y llorando suavemente.

-Quiero a mi mamá.-susurré.

Todos guardaron silencio y sentí como Louis movía la boca, pero ya ni siquiera sabía si me molestaba que lo contara. Me abrazó con fuerza y acarició mi pelo.

-Hay alguien que podrías querer conocer.-dijo Liam.-Sé que no es tu mamá, pero podrían llevarse muy bien.

-¿A quién vas a traer a mi casa?-preguntó Harry, pero no parecía ser la pregunta que quería hacer.

-A Sophia. Volvimos hace dos meses y creo que ella y Cass podrían llevarse muy bien. ¿No te gustaría Cass?-asentí.- Podrían ser amigas.

-Harry, tu casa se transformó en  un hotel.-rió Liam.-Hospedando gente desde los cimientos.

-No me molesta.-murmuró y lo miré de reojo. Tenía sus ojos clavados en mi.-Además, ya me compré el cartel.-reí con suavidad sin poder evitarlo.-Si, Cass. Te dije que iba a hacerlo.

Y, efectivamente, lo había dicho.

Wake up, Cassandra.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora