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Cuando dejé entrar a Louis, él ni siquiera me miró. Paso directo a la sala y saludo a mamá y a papá. Me metí en la cocina y terminé mi manzana en silencio. Sabía que el hombre me despreciaba por lo que había ocurrido. Sabía que debía haberme sacado antes de la casa y se atribuía la culpa. Creo que Louis nunca volvería siquiera a hablarme.
-¿Cassie?-llamó mamá.
-¿Si?
-Veni, cielo.
Tiré los restos de comida y lave mis manos antes de ir a la sala. Tomé asiento entre ella y papá.
-Tu tío vino a verte.-dijo y frunci el ceño.-Creímos que sería bueno que vinieran a visitarte él y Niall. También son parte de tu familia.
Quise preguntar por Harry pero me contuve y miré a mamá. Ella sonrió suavemente y me rodeó con su brazo. 
-¿No vas a saludarme?-preguntó él.
-Creí que...
-Veni acá.-dijo sin dejarme continuar. Me acerqué a él y me abrazó con fuerza.- Te extrañé, Cass.
-Yo también. -susurre.
-Este fin de semana vamos a irnos los cinco a un campamento.-dijo.- ¿Contamos con vos?-asenti.- Estás muy callada.
-Quiero darle otra vuelta al mundo.-susurre.
-¿Queres que Louis te lleve?-preguntó mamá. Negué y miré a papá.
-Yo sé asustar a los monstruos, amor. -dijo él, tomando mi mano.- Louis no asusta a los monstruos como Cass y yo.
-Papi, ¿y si el mundo no está ahí?-pregunté asustada. Temía que no hubiera nada fuera de esas paredes, que Harry se haya esfumado.
-Vamos a buscarlo.-resolvió él.- El día que ya no esté, vamos a ir a buscarlo.
Salimos y doblamos en las cuatro esquinas. Al comprobar que todo estaba en orden, entramos en casa. Papá me sentó en sus piernas y me dormí en ellas. No me gustaba pensar que el mundo podía desaparecer mientras mis ojos estaban cerrados.

Desperté en medio de la noche y salí de la casa a hurtadillas. Tomé por la avenida principal y noté el ambiente pesado que predominaba. Las miradas sugerentes cayeron sobre mi. Rápidamente me metí en una pequeña cabina telefónica y le marqué a Harry.
-¿Hola?-sonó su voz adormecida al otro lado.-¿Quién habla?
-Soy yo. Soy Cass.-murmure.
-Cassie, si te escuchan hablar conmigo...
-No estoy en casa.
-¿Qué? ¿Dónde estás?-preguntó y su tono me dijo que ya se había puesto de pie y buscaba sus cosas.
-En una cabina en la avenida principal.-dije.- Está pesada la calle y...
-Ya voy a buscarte.-dijo.
-Te extraño.
-Lo sé, Cassie. Yo también te extraño. Esperame ahí.
Corté y me senté ahí, aguardando a que llegara. Cuando golpearon el cristal me sobresalte para luego notar que se trataba del hombre de los ojos color esmeralda. Abrí y me aferre a él.
-Cass, ¿qué haces acá a esta hora?
-Quería ir a verte. Nadie iba a dejarme salir pero necesitaba verte.
-Cass, tus papás van a asustarse si de despiertan y no estás.
-Shiran se fue. Harry, me lo prometiste.-dije con la voz rota y me subió al auto.
-Y no voy a romper mi promesa.-aseguró.- Pero ellos van a asustarse.
-Quiero estar con vos. Todo puede desaparecer. Los monstruos van a destruirlo todo y ya no voy a poder encontrarte.-lloré sin poder evitarlo.
Él me tomó con fuerza y besó mi cabeza. Tomé el dije y él rodeó mi mano y posó sus labios en los míos. Me escogí en su pecho y me dejé abrazar con fuerza.
-Tengo que llevarte con tus papás.-dijo en tono de súplica.
-Te amo.
-Yo te amo todavía más. Mucho más. Dejame llevarte.
Me ubique en mi asiento y el arrancó con mi mano contra sus labios. No podía apartar mi mirada, quería llenarme de él antes de que fuera tarde. Y así lo hice, recorrí cada una de sus facciones.
-Es mejor que bajes acá.-susurró.-Voy a estar mirándote hasta que entres.
No podía formular palabra alguna o moverme mientras el hombre permanecía junto a mi. Tomé el dije y él rodeó mi mano con suavidad.
-Te amo.-musite.
-Cass, no estamos despidiendonos.-quiso tranquilizarme. Corrí fuera del auto y abrí la puerta principal de casa.
Tras cerrar, los pasos no tardaron en llegar. Me deslize por la madera hasta llegar al suelo y rodearme el cuerpo. La luz de encendió. Mamá se arrodilló a mi lado y tomó mi rostro.
-Cassandra, ¿dónde estabas? ¿Qué hacías afuera? ¿Por qué lloras?
-Lo extraño.-lloriquee.- Extraño mucho a Harry. Quiero ir con Harry.
-¿Estabas con Harry?-preguntó y negué, sorbiendo mi nariz y llorando aún más.- Por el amor de Dios, Cassandra. Tenes que tranquilizarte.
-Mami, extraño a Harry.
-Subí a tu habitación.-dijo papá, enojado.
-Liam, no...
- No digas nada. Cassandra subí a tu habitación ahora. No vas a verlo. Nunca vas a volver a verlo. No quiero volver a escuchar su nombre.
Tras su sentencia obedecí a toda velocidad. Las luces se apagaron y los escuché discutir. Sabía que era mi culpa.

Wake up, Cassandra.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora