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Desperté al oír un portazo. Abrí los ojos de golpe, encontrándome debajo de Harry. Él se removió alterado por el grito que comenzó a retumbar por el cuarto.
-¡Harry, voy a matarte!-estalló Louis.- Tiene dieciséis años. Ella... ¡Harry, ¿Estás enfermo de la cabeza? ! ¿Te acostaste con ella? Harry, por el amor de Dios, ya tenes veintiocho años y ella...
-Cassandra, por favor, salí de la cama.-pidió Liam.
Lo miré y asentí, aturdida. Sus brazos se cerraron en torno a mi  durante unos segundos y, luego, me tomó el rostro, los brazos, el cuello, revisando que no hubiera marca alguna de Harry.
-Ella estaba cuidándome, estaba enfermo. No me acosté con ella. No me acosté con Cass. -dijo Harry.
-Mi hermano.-murmuré.-Yo siempre dormí con él y no puedo hacerlo si no hay alguien conmigo. Simplemente no puedo hacerlo. -musité con la cabeza contra el pecho de Liam.- Harry solo me ayudaba a dormir.
-Me quedo con ella cuando Shiran no está. -dijo él.
Liam me alzó cual niña pequeña y me sacó de ahí con rapidez.
-¿Estás bien?-preguntó.- Tranquila, nena. Perdón, Cass. No queríamos asustarte. Te juro que esa nunca fue nuestra intención. Tranquila, Cass.
-Quiero hablar con Shiran. -sollocé bajito.- Quiero que mi hermano vuelva. Por favor.
-Hey, hey.-murmuró, meciendome con suavidad.- Vamos a llamarlo. ¿Está bien? Vení, bajemos a la sala y lo llamamos.
Tras marcar los números, me dio el teléfono.
-¿Hola?-preguntó mi hermano, adormecido.
-Shiran, volvé.-lloré.- Dijiste que no ibas a dejarme. No rompas tu promesa. No lo hagas. Yo creo en vos. Volvé. Por favor, Shiran, te necesito.
-Cass, Cass no llores. Mi vida, voy a volver, pero no llores. No lo hagas.
-Shiran, ya no quiero ir al programa. Solo quiero volver a casa. Volvamos a casa.
-¿Qué pasó? Cassandra, decime qué está pasando.
-Quiero que vuelvas, Shiran. Quiero que vuelvas.
El teléfono se apagó y vi, por el rabillo del ojo, a los demás parados junto a la escalera. Harry me miró dolido pero yo ya no podía hacer nada. Porque no podía olvidar los dos besos, su pecho desnudo, el dije en forma de cruz.
-Cassie,-dijo Niall.- tranquila.
-Quiero a mi hermano. -lloré y Liam me presionó más entre sus brazos.-Necesito a mi hermano.
-Él va a volver.-volvió a decir.- No llores. Tu hermano va a volver.
-¿Cómo va a salir de Libia?-pregunté al borde del ataque de asma.- No puede hacerlo, por eso no volvió. Él solo está buscando una forma de salir.
-No. Él fue a buscar...
-Él fue a buscar mi partida de nacimiento. Lo conozco. Y todo porque apagaron el micrófono y él empezó a cuestionarse todo, a hecharse la culpa. Fue a buscar documentación porque piensa que eso va a cambiar algo y no.
Empecé a ahogarme y Louis me tendió el inhalador.
-Shiran no puede salir de Libia.-dije con un hilo de voz.-Y yo no puedo salir de Inglaterra.
-Cassie...-susurró Niall.
-Yo solo quiero a mi hermano. -musité con un hilo de voz.
-Vos llamá a Libia.-le dijo Louis a Liam y me tomó en brazos. -Vos entrá nuestras cosas.-señaló a Niall.- Y vos... por favor vestite, Harry.
Subió las escaleras sin soltarme y entró en el cuarto en el que yo me quedaba. Se sentó en la cama acariciando mi espalda, en silencio.
-Cassie, necesito que te des un baño para poder tranquilizarte, ¿Si?-asentí y él besó mi cabeza.- Vamos a hacer que tu hermano pueda volver. Lo prometo.
Entré en el baño y me di una larga ducha antes de salir y volver a mirarlo. Abrió sus brazos y me oculté en ellos.
-Él tenía mucha fiebre anoche.-susurré.- Sé que...
-Tranquila. Él ya nos lo explicó. Pero Harry a veces puede ser, ¿Cómo decirlo? Harry cuando tiene fiebre hace cosas de las que después se arrepiente.
Bajé la mirada y él ajustó sus brazos a mi alrededor. Entonces experimenté lo mal que se sentía saber que él se arrepentia de haberme dado mi primer beso.
-Vayamos a desayunar, Cassie.
Bajamos y todos estaban ahí. A pesar de todo, no pude dar bocado. Harry me miró confundido y yo me disculpé y me fui.
-Cassie, ¿Todo en orden?-preguntó Niall entrando tras de mi.
-Eso creo.
-¿Vas a dejar el programa?
-No lo sé. Llegué a este punto, tengo la oportunidad de ganar todo lo que Shiran quería para mi. Pero también es lo que se volvió el tormento de mi hermano. No sé qué hacer.
-¿Te gusta cantar?-asentí.-Sé que estás preparándote muy bien para la última presentación. ¿No queres intentarlo?
-¿Y si Shiran no está? -pregunté en un susurro.
-Si Shiran no está, va a estar viéndote. Y nosotros vamos a estar ahí. Vamos a estar siempre.
Esa última frase pareció un intertexto pero estaba demasiado colgada con lo que había pasado en la noche como para comprenderla.
-Voy a seguir.-dije entonces y él sonrió.- ¿Van a ayudarlo a volver?
-Vamos a hacer todo lo que podamos y más. -aseguró y lo abracé.
Ojalá Shiran nunca se hubiera ido. Su partida fue lo que desencadenó todo esto y ahora sentía que me dolía lo que no debía doler.

Wake up, Cassandra.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora