Cuando extrañas de verdad...

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Decidí ser ingenua por esta vez, lo abrace y luego nos besamos, nos separamos cuando Ramona entro a la cocina.

-Lamento interrumpir -Dijo tapándose los ojos- Lana, April y yo saldremos al cine, nos vemos en la noche.

- Cuídense. -Le dije y se fue.

-Creo que debería ducharme. - Le dije a Bill- Vengo de correr.

-Yo también debería, fue un largo viaje.- Me dijo con una sonrisa atrevida.

-Mi tina es muy pequeña, lo sabes -Le dije riendo.

-Algo podremos hacer -me beso.

Fuimos a la tina y me ayudo a desvestirme, yo lo desvestí a él, abrí la llave y el agua cayó sobre mi espalda, el me besaba el cuello y yo tiraba de su cabello, sus manos estaban en mis pechos, luego introdujo su dedo en mí y yo gemí, sentía su erección en mi pierna, hacia tanto que no estábamos juntos, le di un pequeño empujón en señal de que se sentara, lo hizo y mis piernas quedaron al lado de las suyas, me ayudo a que su pene entrara en mi y lo hicimos, al principio lente y luego muy rápido, así estuvimos hasta que termino dentro de mí, luego nos duchamos y nos pusimos pijamas.

Fuimos a mi cuarto y nos acostamos abrazados en la cama, el besaba mi cara.

-Cuando volverás a Alemania? -Le pregunte tímida.

-Debo volver mañana - escuche tristeza en su voz.

-Es una lástima, te he estado extrañando mucho. - Le dije triste.

-Lo sé pero, volveré a finales de este mes - Me beso en los labios.- Que te parece si pasamos juntos esta navidad?

- Lo dices en serio? - Le dije sorprendida.

-Claro que si, nada me gustaría mas que eso.

-Bill, me encantaría pasar Navidad contigo - lo bese.- Quieres que veamos una película? - le dije

-Claro, cual veremos?

- Que tal una de terror?

-Si, te ayudo a algo? -Me dijo sentándose en la cama.

-No, no te preocupes, ya me encargo yo - le dije y salí del cuarto.

No tenia televisión en mi cuarto, solo había una en la casa, así que la habíamos puesto sobre un mueble con ruedas para poderlo mover de la sala, a el cuarto de Ramona cuando estaba con April o al mío cuando venían las chicas, lo traje del cuarto de Ramona a el mio y prepare palomitas.

-Pediré a domicilio, que quieres comer? -Me dijo Bill, asomándose a la cocina.

-sushi!

-Esta bien - me dijo y rio.

Buscamos en el directorio el numero de un restaurante de sushi y a los 25 minutos llego, comimos en mi cama y vimos películas de terror. Amaba hacer cosas tan normales con Bill, el era súper famoso y estaba como cualquier persona en cama un sábado por la tarde. Lo amaba.

Dieron las 8 de la noche y Bill me invito a cenar, el no iba muy elegante así que me puse una blusa cruzada de tirantes blanca, una falda rosa con aves negras, un saco azul marino casi negro, unos tacones negros, un collar dorado y una cartera blanca con dorado donde solo llevaba mis identificaciones y mi tarjeta con mis escasos pesos.

Bill pidió un taxi y fuimos a cenar. El restaurante era muy bonito, tenía un toque muy hipster, nuestra mesa estaba en un kiosco muy pequeño, la mesa y las sillas eran blancas, sobre ella había jarrones pequeños transparentes y dentro de ellos velas, y muchas flores, el kiosco estaba cubierto de masetas con flores hermosas y luces. Era precioso.

Cenamos y al final me dijo.

-Que piensas? sobre nosotros. - dijo Bill tomándome la mano.

-Creo que hacemos bonita pareja. - le dije y el sonrió- Pero, me parece una tortura el tener que esperar tanto tiempo para verte. - le dije triste.

-Me pasa lo mismo, quisiera que poder verte todos los días, que conocieras a mi hermano, a los chicos de la banda, me acompañaras al estudio, conocieras a mis papas. - dijo con tristeza.

-Ojala fuera diferente pero, la verdad es que yo amo estar contigo, y aunque quisiera que las cosas fueran diferente no las cambiaria con tal de seguir contigo. - le dije segura.

-De verdad quieres estar conmigo?

-De verdad. - le dije y le sonreí.

-Te puedo hacer una última pregunta? -Dijo Bill.

-Claro - le dije y le bese.

-Bueno, yo se que para ambos es muy difícil estar así, tan lejos... pero yo estoy dispuesto a poner todo de mi parte para que esto funciones y espero que tú quieras lo mismo y te amo... y sé que me amas, aunque no lo dices, pero lo siento aquí -dijo tocándose el pecho- y quería saber si quisieras ser mi novia?

-Claro que sí, claro que quiero, quiero poner todo de mi parte para que nos quedemos siempre juntos.-nos besamos y volvimos a casa.

Tu falta de querer.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora