Desconstruyendonos.

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Toda la semana había estado lloviendo. Fui a recoge a Olivia del preescolar antes de la hora de salida, ella ahora tenía 4 años, pasamos a la tienda y la deje escoger todos los dulces que quisiera, había decidido que veríamos películas todo el día, habíamos acordado viajar a Rusia a visitar a Ramona y April los niños y yo, pues Bill saldría de gira, por el mal clima cancelaron vuelos así que les prometí que veríamos películas todo el día.
Entramos a casa llenos de lodo Olivia y Will, Wilhem como Bill. El había nacido el 20 de diciembre. Fue nuestro regalo de Navidad, Bill si estuvo cuando nació Will, era idéntico a Bill cuando era bebé, no saco nada a mi, Will tenía 2 años ya.
Les dije que se quedarán en la entrada mientras iba por toallas para limpiarles los pies.
Deje a Will en el sillón y le pedí a Olivia que lo cuidara.
Subí corriendo al baño por toallas y escuche ruidos en nuestro cuarto. Tuve miedo pues pensé que habían entrado a robar.
Tome un bat de juguete del cuarto de Will y abrí lentamente la puerta, escuche la voz de una mujer, pensé que tal vez serían fans de Bill que se habían colado en la casa, la ducha estaba abierta.
Entre a nuestro baño y ahí estaba Bill con una chica en la regadera, la chica gemía y Bill estaba detrás de ella, nuestra regadera era de vidrio así que podía ver todo.
Me quedé inmóvil, no sabia como reaccionar.
Sólo me quede ahí a ver cómo mi esposo, el padre de mis dos hijos fornicaba con una chica en nuestra regadera. Donde tantas mañanas hicimos el amor. Bill me vio y me saco de mis pensamientos.
-¡Alana!- dijo y cerro la ducha, le dio una toalla a la mujer que estaba con él y yo baje las escaleras corriendo, cargue a Will en brazos y le dije a Olivia que se subiera a la camioneta.
Abroche a ambos y acelere.
No podía dejar de llorar y no quería que los niños que vieran así.
-mami, ¿qué tienes? -Dijo Will-
-Es que está lloviendo y me da tristeza no poder ver a la tía Ramona.
-Pero, mami, mañana ya no lloverá y podremos ir a verla. -Dijo Olivia.
-Gracias, mis amores, ustedes siempre me hacen sentir tan feliz.
-¿qué les parece si vamos a visitar a la tía Effy?
-¡Si! -dijeron los dos-
-La tía Effy siempre nos da dulces-dijo Olivia dibujando en su cuaderno.
-Espero que ese cuaderno no sea el de la tarea -le dije-
-No lo es, mami.
Les puse música y conduje del otro lado de la ciudad a casa de Effy.
Al terminar la universidad ella regresó a Alemania y ejerce leyes aquí.
Se había casado y estaba embarazada de 2 meses.

Tu falta de querer.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora