Sin ti.

119 6 0
                                    

Tocamos la puerta y Effy abrió.
-Hola, ¿quiénes son estos angelitos?
-Tía Effy -le dijeron los dos y entraron a abrazarla.
-Hola, Effy.
-Pasa, pasa está lloviendo muy fuerte.
-y ¿Stephan?
-Salió el fin de semana por trabajo, tendré tiempo para mí -dijo con risas.
-¿podemos hablar?- le dije con lágrimas en los ojos.
-Niños, vengan les tengo dulces arriba
-¿podemos mami?-dijo Olivia-
-Porfis -Dijo Will
-Si, pero denme un beso -me besaron ambas mejillas y corrieron con Effy.
Effy preparo café nos quedamos en la estancia.
-Les he puesto caricaturas en la tele, les deje dulces no creo que bajen-dijo Effy.
-Muchas gracias-le dije tomando mi taza de café.
-¿qué a pasado?
-Iría a visitar a Ramona hoy, teníamos los boletos, los niños y yo pues Bill salía de gira en 2 días, me despedí de Bill y me dijo que me amaba -empecé a llorar y Effy me abrazo- me dijo que me amaba... Así que subimos las malestar de los niños y las mías y me fui a recoger a Olivia. Pero escuche en la radio que los vuelos se cancelaban por el mal clima, así que fui a el aeropuerto y me dieron unos boletos para el vuelo de mañana.
Así que recogimos a Olivia y compre cosas para pasar todo el día con Bill.
Llegue de sorpresa y les dije a los niños que esperan abajo y cuando subí escuche ruidos en nuestro baño y ahí estaba Bill, con sólo Dios sabe quién era esa mujer fornicando en nuestra regadera.
-No es cierto-dijo Effy.- no, Alana ¿Bill?
-¡si! Y cuando me vio le dio una toalla a la chica y yo tome a los niños y sólo pensé en venir aquí... No supe a donde más-le dije llorando.
-pueden quedarse aquí
-¿en serio? Solo sería esta noche, nuestro vuelo sale mañana.
-Claro, aquí también es tu casa.
-Muchas gracias, Effy
-¿Qué piensan hacer con Bill?
-No lo sé... Yo de verdad pensé que éramos para siempre. ¿Qué hago? Sólo pienso en el divorcio pero, pienso en los niños. Yo sufrí tanto cuando los míos se separaron, pero la idea de volver a estar con Bill me enferma.-sonó mi teléfono, era Bill.
-¿vas a contestar?
-No. -le dije y desvíe la llamada.
Fuimos con los niños a ver televisión y luego Effy preparó la cena. Nos fuimos a dormir temprano.

Regresando de Rusia rente una habitación en un hotel con los pocos euros que tenía. Podríamos estar ahí una semana.
Deje a los niños con Effy y fui a buscar trabajo. Había estudiado Relaciones Internacionales así que mi primera opción fue ir a el consulado americano.

-Veo que se tituló con honores ¿por qué nunca ejerció?
-Porque mi esposo prefiero que me quedara en casa.
-Bueno, pues veo que tiene potencial, tiene muy buenas recomendaciones de sus maestros, pero los requisitos son con experiencia.
-Si, entiendo, muchas gracias. -Le dije levantándome y entro un hombre de traje.
-Buenos días. -le dije-
-Buenos días-me dijo él- me pareces conocida.
-Fui su alumna en la universidad de NY, soy Alana Bonnet.
-¡oh! Qué gusto verte. ¿Vienes por el puesto?
-Si, pero me dicen que es con experiencia y yo no tengo.
-Oh no te preocupes por eso, yo me encargo de eso, siempre te dije que me gustaría mucho trabajar contigo. Déjame ver -me pidió mis papeles-
Presentaré el lunes en el departamento de Asuntos Externos. Ahí te darán una capacitación.
-Muchas gracias, maestro. -le dije y salí del lugar.

Saliendo de la entrevista fui a recoger a los niños y regresamos al hotel.
-Mamá ¿dónde está papá?
-Recuerda que a veces debe salir de gira con los chicos.
-pero, ¿por qué no estamos en nuestra casa?
-Olivia, por favor come primero. -Le dije y ella lo hizo.
-Mamá pero, quiero ver al tío Tom.
-Olivia, por favor-le dije y volvió a lo suyo.
Yo tenía 25 años en ese momento y ni un euro en la bolsa.
No había utilizado las tarjetas que Bill me había dado. Ni siquiera el auto.
No sabía qué hacer. Pensé en volver a NY pero desde que le había dicho a mi madre que estaba embarazada nadie en mi familia me había vuelto a hablar.
Me sentía tan sola, Effy no era una opción, no quería molestarla más, ya había estado en casa de Ramona y Em vivía en California y no tenía para un pasaje de avión, mucho menos para 3.
Sonó mi celular, era Tom.
-Hola -Conteste esperando que no fuera Bill-.
-Hola, Alana ¿cómo estás?
-Bien, gracias y tú, Tom?
-Bien, recién llegamos de gira, pero quería saber si no había problema si los iba a visitar para ver a Olivia.
-¿No te ha dicho nada Bill?-salí de la habitación para que los niños no me escucharan-
-¿de qué?
-Pues, ya no estoy viviendo con él.
-¿qué? ¿Por qué?
-Lo encontré en nuestra regadera con otra mujer.
-Ese bastardo. ¿Dónde estás?
-Nos estamos quedando en un hotel los niños y yo.
-Vengan a mi casa, aquí pueden quedarse.
-No, Tom. No quiero ser una molestia para ustedes.
-Por favor, Alana. Tú sabes que Hanna y a mí nos encanta tener a los niños aquí y tú no eres una molestia.
-No quiero ver a Bill.
-El no vendrá aquí.
-No tengo dinero para el autobús.
-¿Dónde está el auto?
-Lo deje en el estacionamiento. No lo he usado nada de Bill.
-Dame la dirección yo iré por ustedes.
-Gracias, Tom.-Colgamos-
-Bueno, ¿quién quiere ir con el tío Tom?
-¡Yo! -Dijo Olivia-
-Yo! -dijo Will también-
-Voy por mi mochila -Dijo Olivia y corrió tras ella Will.
Eran perfectos los dos. Los habíamos concebido con tanto amor. Y ahora... Ya no quedaba nada de Bill y yo.
Yo aún lo amo pero, si lo hizo una vez lo haría otras veces. Y yo no podría soportarlo.

Tu falta de querer.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora