Rosario. 20 de mayo 1997.
-¿Qué pasa Lio? Hace todo el dia que tenes la cara larga –suspire y me sente a su lado.
-Fui al medico, y me dijeron que tengo que ponerme inyecciones para crecer –dijo después de unos segundos, mirando a la nada.
-¿Qué? –dije sorprendida.
-Eso, y me dijeron que iba a poder seguir jugando al futbol. Ojala sea verdad –dijo y suspiro.
-Vos quédate tranquilo, que cuando empeces a ponerte las inyecciones vas a crecer un monton y vas a ser mas alto que mi papa –le dije sonriendo.
Mi papa es alto, muy alto. Muy.
-Pero yo no quiero ser muy alto, quiero poder jugar al futbol –dijo haciendo puchero.
-Vas a ver que si, y como dijo tu abuela, vas a ser el mejor del mundo, ¿Si? –el asintió y yo lo abrace, el también lo hizo- Mi mama hizo pastelitos, ¿Queres que comamos y después vamos a jugar un rato? –le pregunte después de estar abrazados unos minutos, el sonrio.
-Dale, vamos –dijo y nos paramos para ir a la cocina.
Rosario. 31 de mayo 1997.
Lionel.
-Chau –les dije a mis amigos.
Recien terminamos de jugar un partido entre nosotros, y estoy volviendo para mi casa. Llevo la bicicleta al lado mio mientras voy caminando. Entonces tres chicos mas altos que yo se ponen en frente mio, tratando de impedir mi paso.
-Eu, vos. ¿No sabias que no podes andar solo por aca? –me dijo uno, yo lo ignore y segui caminando, estos me seguían.
- Ehh eh, ¿Qué pasa?, ¿No escuchas? –dijo otro.
-Che que linda bici que tenes –dijo el primero en hablarme y me agarro la rueda de adelante, frenándome- ¿Si me la prestas un toque? –lo ignore.
-Dejalo Martin –dijo el tercero.
-Si vamos, no vaya a ser que el nene chiquito se ponga a llorar y la mama lo rete –rieron, estaban llendose cuando conteste.
-Prefiero ponerme a llorar antes de ser un cagon como vos –le dije, y voltearon a verme.
-¿Cómo? –dijo riendo.
-¿Ademas de cagon sos sordo? –le dije.
...
-¡Lio! ¿Pero que te paso? –pregunto mi mama cuando entre a mi casa.
Todos voltearon a verme, mi papa vino y se agacho en frente mio, al igual que mi mama. Mis hermanos observaban desde la mesa.
-Unos chicos me robaron la bici y me pegaron, y me rompieron el tratamiento –dije y mi mama suspiro con tristeza.
-¿Cómo que te rompieron el tratamiento Lionel? –dijo medio enojado mi papa- ¡Si unos chicos te dicen algo, agacha la cabeza y no les hagas caso!
-Se rieron de mi tamaño –les dije.
-Esto Lionel es lo que te va a hacer crecer –dijo tomando mi mochila con las inyecciones rotas- no podes andar perdiendo las dosis cada vez que alguien se burla de vos. ¿Sabes lo que cuesta cada uno de estos? –dijo indignado, yo trataba de contener mis lagrimas.
-Para Jorge –dijo tratando de calmarlo- ¿Te lastimaron Lio? ¿Estas bien? –pregunto mientras puso sus manos en mis mejillas.
-No, ma estoy bien. Quedate tranquila que después salieron corriendo –dije y ella me sonrio y me dio dos besos en la mejilla.
Rosario. 2 de junio 1997.
-Ponete derechito, haber –dijo el doctor mientras me media- no vayas a querer hacer trampa, ¿Eh? –yo rei- Listo –dijo cuando me termino de medir y se sento en su silla atrás de su escritorio- Creciste otro poquito, bien eh –sonreí.
-Si, para ser jugador de futbol –dije.
-Estaria bueno, ¿jugaron el domingo? –pregunto.
-Si, ganamos–le dije.
-Que bueno, ¿Hiciste goles?.
-Tres hice.
-Asi que vas a ser jugador de futbol –sonrio- ¿Cómo quien?.
-Como el Tata.
-¿Cómo el Tata?.
-O como Aimar.
-Que bueno, ¿Vas a jugar en Newell's?
-Si-dije.
-¿Vas a hacer algun gol? –me pregunto.
-Si, y te lo voy a dedicar.
-Buenisimo, me lo quedas debiendo –reimos.
...
-Ya vengo –le dije a Mati y Tn.
Fui a mi pieza y busque la inyección con una dosis en mi cajón, me sente en mi cama. Conte hasta tres e inyecte la dosis en mi pierna, cerre los ojos por el impacto que ya tenia acostumbrado.
-Avisame cuando hagas eso Lio –dijo mi mama entrando a mi pieza.
-No importa mami, yo me las se poner solo –dije, ella me sonrio dulce para después abrazarme y darme un beso en la mejilla.
Fui de nuevo al patio, donde estaba mi hermano y Tn, y seguimos jugando con la pelota.