Rosario. 13 de agosto de 1998.
-No te voy a ayudar mas con mi prima Lionel, si te gusta, hace las cosas solo. Demasiado te ayude ya –le dije cruzándome de brazos, el me miro sorprendido.
-¿Qué? ¡Pero vos siempre me ayudas! Daale, no te cuesta nada –dijo rogándome, yo negué con la cabeza.
-No. Y me tengo que ir –dije y me fui a mi casa.
Desde que Lionel me confeso que le gusta mi prima, ya casi ni juega conmigo, se la pasa hablando de ella y cosas que ni yo sabia. Me molesta, no quiero que el deje de ser mi amigo por querer estar con mi prima. Ella no estuvo con el siempre, pero el, la quiere como si hubiera estado en los peores momentos y mas, pero no es asi.
Rosario. 26 de agosto de 1998.
-¿Vamos? –le pregunte a Matias en la puerta de la escuela.
-Vamos –me dijo.
Ultimamente me estaba juntando mas con el que con Lionel, y eso que el va al mismo grado que yo. Todos se dieron cuenta de nuestro distanciamiento, y preguntan el porque. Obvio que no les digo la verdad, seria de mala amiga, le prometi a Lio no decir nada. El de vez en cuando se junta con mi prima, ella me invita pero siempre le digo que no.
Caminabamos por la vereda camino a nuestras casas, Matias me acompañaba hasta la mia, y después se iba a la suya, Lionel se iba con sus otros amigos.
-Nunca me dijiste porque se pelearon con Lionel –me dijo.
-Por un partido –menti.
-No te creo, ustedes no pelearían por un partido –dijo mirándome fijamente.
-Bueno, no es por eso –suspire.
-¿Y por que?
-Te lo diría, pero prometi no hacerlo –dije, el bufo.
-Bueno.
-No te enojes vos también –hice un puchero, el me miro y rio.
-No me enoje –dijo.
-¿Hoy me podes ayudar con mi tarea de matemáticas? –le pregunte.
Lo admito, soy pésima en las matemáticas, mas o menos, desde que nací. Matias me enseña y me explica matemáticas porque a el le va bien, sin contar que tiene dos años mas que yo, y ya esta en el secundario, y eso lo hace saber mas.
-Obvio –me dijo sonriendo- ¿Qué están viendo?
-Ecuaciones –hice una mueca.
-Es fácil.
-Para vos –frunci el ceño.
-Vas a ver que le vas a entender –me guiño un ojo.
...
-¿Entendiste? –me pregunto Matias.
-Si –sonreí.
-A ver, explícamelo vos.
-El numero de aca arriba –señale- quiere decir cuantas veces se tiene que multiplicar este numero –señale- por si mismo.
-¡Bien! ¿Viste que te salio? –me sonrio, y yo también.
-Si –dije contenta- ahora los ejercicios –bufe.
Mire la lista de ejecicios, y empece.
-Tres al cubo, sería, tres por tres por tres –el asintió- bueno, tres por tres es nueve, y nueve por tres, emm –pense- ¿Veintisiete? –el asintió sonriendo.