Rosario. 8 de julio 2015.
-Dale, vení con nosotros. Mis viejos te extrañan, aparte no te quiero rogar mucho.
-No Matías, no quiero ir -me negué por trigésima vez en el día.
-¿Qué tengo que hacer para que vayas? -me miró cansado.
-¿Y por qué tengo que ir yo? -le devolví la pregunta.
-Emm, porque sos una persona importante para toda mi familia,-dijo obvio- y sería nuestro primer viaje juntos -me sonrio.
-Igual, no quiero -me cruzé de brazos- podemos viajar cualquier otro día.
-No es lo mismo-bufó, pensó unos segundos y hablo- O vení, y te juro que no te obligo a ir a los partidos, hasta te juro que no le voy a contar que vas-me miro desesperado- Por faa, dale -dijo agarrándome de la mano.
-¿Lo juras? -dije insegura.
-Lo juro -dijo levantando la mano izquierda mientras se ponía la derecha en el corazón, reí.
-Bueno, voy -susurre.
-¡SI! ¡GRACIAS! -dijo abrazandome fuerte, yo sonreí- Le voy a contar a mi mamá -sacó su celular.
-¿Cuándo nos iríamos? Es que tengo que ver el asunto del trabajo -el rodó los ojos.
-El día que empieza ya estamos allá, osea nos vamos el diez.
-No creo que me den tanto tiempo -hice una mueca, el bufó- tengo que preguntar -el asintió.
-Hacelo ahora -yo lo miré incrédula- Dale, lo llamas y le preguntas -yo rodé los ojos.
-Bueno, ya vengo -me levante y me encerre en mi pieza.
Busque en mis contactos, "Jefe", deslize el dedo por el contacto, llamando.
-¿Hola? ¿Tn? -dijo mi jefe sorprendido por la llamada.
-Hola jefe, necesito hablar con usted -me mordí el labio.
-¿Qué pasa? -dijo frío.
-Quería preguntarle, si me podría tomar unos días. Tenía planificado un viaje, pero necesito saber si usted me necesitará en el trabajo -dije temerosa.
-¿Cuántos días? -dijo duro.
-Hasta que termine la copa América -dije nerviosa.
-Bueno -dijo después de unos segundos en silencio, que parecieron una eternidad- Felices vacaciones-dijo, con el mismo tono frío de siempre.
-¿En serio? -me sorprendí- ¡Muchas gracias! -dije feliz.
-Chau -y cortó.
Salí corriendo de mi pieza y fui al living, donde estuve anteriormente hablando con Matías.
-¿Y? -dijo esperando mi respuesta.
-¡Si! -dije feliz.
-¿Hasta que termine? -yo asentí- ¡De diez! -dijo feliz.
Santiago de Chile. 10 de junio 2015.
-Me arrepentí de venir -dije asustada.
-¿Por? -me dijo Matías riendo.
-No se -me mordí el labio, el soltó una fuerte carcajada- ¿De que te reís tarado? -dije enojada.
-No entiendo de que te asustas, son mis viejos nomas, y mi hermana -dijo riendo.
-¿Y Rodrigo?
-También
-Hace mucho que no los veo, debe ser por eso -el se encogió de brazos.