Fuga: Día 2.
Me desperté cuando sentí que Alejandra me llamó. Me cambié de ropa e hice mis necesidades, ahora tenemos que partir para Cruz del Eje.
-¿Ya estas? –preguntó ella agarrando se mochila, yo hice lo mismo.
-Si, ya estoy –dije y suspire mirando a Fernando.
-No me extrañen –dijo en broma, yo rode los ojos y Alejandra rió.
-Gracias por dejarnos quedar –dijo mi amiga.
-Cuando quieran –contesto el mirándome, yo levante una ceja, levemente molesta por la situación.
Nos despedimos de él y tomamos la ruta mas segura a Cruz del Eje. Avanzamos por las calles hasta dar con la ruta 19. Me recosté sobre el asiento, acomodándome mejor, cuando mi acompañante frena el auto, yo la mire confundida.
-Te toca manejar a vos-me dijo, yo asentí.
Cambiamos de asiento, nos pusimos el cinturón y apreté suavemente el acelerador, pero la camioneta se paró de golpe, haciendo que nos vayamos para adelante, pero gracias al cinturón volver a nuestra posición normal.
-Perdón, hace un montón que no manejo –reí nerviosa, ella negó divertida.
-¿Vas a poder? –pregunto, yo asentí- bueno, eso espero.
Arranqué nuevamente el vehículo, y ahora sí, salí bien.
...
-¿Podemos parar? Por favor –le rogué a Alejandra.
-No –dijo firme.
-Por faaaaa, quiero un chocolate –hice pucheros.
-Después te compras uno, hay de esos en todos lados –rodó los ojos.
-Pero, pero –dije, ella me interrumpió.
-Arranca por favor, tenemos que estar allá a las cinco y son las doce, todavía no se si llegamos y vos queres parar a comprar.
Enojada, me volví a meter a la ruta una vez que fue seguro, y volvimos a estar en camino a nuestro destino. Salimos de la ciudad de Arroyito, y yo seguía sin decir nada, quería un chocolate.
-Que pesada que sos a veces, toma –me dijo y me dio un chocolate Cofler, de los que tanto me gustan.
-Gracias –le sonreí exageradamente, lo abrí rápido y lo empecé a comer.
Narra Alejandra:
-¿Últimamente estas comiendo mucho, o me parece? –le dije curiosa.
Hace días que la veo comer mas de lo normal, no se, decidí preguntarle, a lo mejor tiene algo y no me lo quiere decir, si se lo pregunto a lo mejor me dice.
-Tedsfj ndsfjace –dijo con la boca llena, la me miré mal, tragó y rio- te parece, creo.
-Si vos decis –dije desconfiada, ella rodó los ojos.
-¿Ahora me tratas de gorda? –dijo ofendida.
-No, pero me llama la atención, me parecía que vos antes no eras de comer así.
-¿QUÉ AHORA NO PUEDO COMER? –me dijo enojada gritando.
-No quise decir eso –suspire pesadamente.
Unos minutos después de silencio, habló.
-¿En serio estoy gorda? –dijo con la voz entrecortada, la miré rápidamente al notar su tono de voz, se le escapó una lágrima.