Capítulo 24.

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Entro despacio a la habitación del baño pero no cierro la puerta, ya que la curiosidad es más grande que cualquier cosa.

Desde que deje la sala, Christopher y Luke no han intercambiado palabra alguna quizás debido a mi presencia. Pero al notar que estaba lejos; es Luke quien empieza a hablar.

- ¿Cómo va tu vida Mason? Tiempo sin saber de ti. Has estado perdido por ya bastante tiempo, el jefe te extraña- suelta Luke con un tono cargado de sarcasmo.

- No tengo porque decirte mis cosas, Luke- responde tajante Christopher, su voz está cargada de oscuridad y odio y eso hace que mis pelos se coloquen de punta; jamás lo había oído hablar así.

- No a mí, pero si al jefe- afirma Luke- Tienes una vida allá afuera Mason y los apostadores más influyentes no están nada contentos con tus faltas en el negocio- el cambio de Luke es repentino, su voz es ronca y trae oleadas de seriedad en ella. Sus palabras me toman por sorpresa, no sabía absolutamente nada de algún negocio que tuviese Christopher.

- No te metas en mis cosas, Luke- responde determinante Chris- Esas cosas yo las arreglo con Asthon.- una risa frívola y carente de humor llena la estancia; Luke.

- Como desees Mason- declara y escucho algunos pasos- Y deja de tener tantas distracciones con cualquier puta que se te atraviese- afirma y se escucha un portazo.

Sus palabras traen oleadas de asco a mi torrente, ¿es que con cuantas chicas ha estado Christopher? Luke habla como si ver chicas en este edificio fuera de lo más cotidiano.

Escucho pasos decididos provenientes del pasillo y con suma cautela cierro la puerta y me quedo estática tras de ella, con la esperanza de que no sospeche que lo estaba espiando.

Unos suaves golpes interrumpen el silencio en el que estaba envuelto el baño y una voz cargada de angustia y preocupación habla tras ella- ¿Sofi, estás bien?

Su voz es un susurro arrastrado y ronco cargado de mucha profundidad; algo le preocupa realmente para que él esté hablando así.

- Lo estoy- afirmo, mi voz es segura y lo agradezco.

- ¿Puedes salir?- su voz es dubitativa y cargada de angustia al mismo tiempo. Suelto un suspiro, me acerco a la puerta y la abro despacio.

Antes de que puedo reaccionar o pueda decir algo unos fuertes brazos se aferran a mí mientras me envuelve en una caricia cálida. Su olor inunda mis fosas nasales y hace que mi cuerpo se relaje.

Cuando me suelta, me escanea con su mirada como para tener la certeza de que todo está bien, cuando su mirada se encuentra con la mía, niega un par de veces y se acuna mi rostro en sus manos mientras une nuestros labios en un beso cargado de amor y preocupación al mismo tiempo.

Él es el único hombre que pone mi mundo a tambalear solo con un beso.

Cuando separa nuestros labios, no aparta su mirada de la mía. La cercanía que tenemos en estos momentos hace que su respiración choque con la mía. Su pulgar empieza a hacer pequeños trazos en mis pómulos y su toque hace que cierre mis ojos.

- No permitiré que nadie me separe de ti- susurra y abro mis ojos debido a sus palabras. Su aliento mentolado me embriaga y la mezcla de colores que se apoderado de sus ojos hace que me pierda por varios instantes.

Envuelvo mis brazos alrededor de su cuello y dejo un casto beso en sus labios.

Emboza una sonrisa y se separa de mí- Traje el desayuno; wafles y malteada.

Enamorada del chico problema Donde viven las historias. Descúbrelo ahora