La habitación está sumida en total oscuridad. Me toma unos instantes acostumbrarme a la poca iluminación de la estancia para darme cuenta que no es mi casa.
Estoy acomodada sobre mi costado y un pesado edredón cubre mi cuerpo. Mis párpados pesan y mis músculos están agarrotados. La calidez que me sobrecoge es tranquilizadora, así que me quedo unos instantes en decidir si levantarme o no. Pero, me obligo a reincorporarme y el pesado material del edredón cae sobre mi regazo, dejando al descubierto mi desnudez.
Los recuerdos de la noche anterior me golpean y sonrío inconscientemente debido a lo perfecto que pudo ser estar así con él, unidos en un mismo cuerpo, en una misma alma...
Rebusco en la habitación mis vaqueros y me visto para buscar a Christopher, pero un ruido procedente de la cocina hace que frunza mi ceño ligeramente. Acabo de vestirme y salgo de la habitación, camino por el angosto pasillo y escucho otro ruido, esta vez un poco más claro, esa voz.
- ¡Demonios!-Escucho que Chris grita en la cocina y una pequeña sonrisa asalta mis labios y camino rápido hacia la cocina un poco más rápido y me encuentro con su figura dándome la espalda, me recuesto en el umbral de la puerta y lo observo detenidamente, viendo como se queja y lanza maldiciones. Él se voltea y su expresión cambia totalmente a una de sorpresa cuando me ve ahí de pie viéndolo, sonrío y me acerco a él.
- ¿Qué haces Chris?- digo en un tono jovial y él niega mientras se acerca más a mí y junta sus labios con los míos. Como siempre he dicho, él jamás se cansa de sorprenderme.
- Buenos días princesa- susurra entre el beso y mi sonrisa se ensancha un poco más.
- Quiero despertarme todos los días así- susurro y él sonríe mientras se separa.
- De ahora en adelante, todo será así cariño- indica y veo como su mano está algo roja.- ¿Qué te sucedió Chris?- indago alarmada y veo en su mano como la sangre está acumulada allí. Él mira su mano y sus cejas se alzan de inmediato debido al estado de su mano.
- ¡Mierda!- indica alarmado y niego con mi cabeza mientras una risa se desliza por mi garganta- ¡Joder, duele! Estaba tan distraído con tu presencia, que se me olvido por completo- y mi risa se hace un poco más fuerte y él me mira mal debido a mi actitud- No te rías- dice rodando sus ojos.
- Lo siento- digo tratando de estar seria- ¿Habías cocinado alguna vez Chris?
- No- afirma avergonzado- Sólo quería parecer un total romántico contigo.
Lo miro con ternura y dejo un suave beso en sus labios- Espera aquí Chris, buscaré un botiquín para curar esa terrible herida.
Camino en busca de un baño y me pregunto si Zack es un tanto cuidadoso y si tiene algún botiquín allí. Lo encuentro y camino de vuelta a la cocina y le indico a Chris que se siente con cuidado en una de las sillas que hay en la barra de la cocina.
- Esto te dolerá un poco Chris- le aviso cuando voy a desinfectar su herida con algo de antiséptico. Alzo mi rostro y veo como su expresión es de dolor total. No puedo evitar reír y él hace un pequeño puchero, niego con mi cabeza y me acerco para quedar frente a su rostro y lo beso con delicadeza.
- Voy a cortarme más seguido para que esto suceda- susurra cuando nos separamos y una pequeña sonrisa se dibuja en mis labios.
- Casi lloras Chris, eres un pequeño- río y él rueda sus ojos.
Una mirada traviesa se apodera de su expresión y me acerca a él con su mano sana, pegándome a su cuerpo, estando a una distancia bastante tentadora. Una sonrisa surca sus labios mientras su agarre es más firme en mi cintura, siento su cálido aliento en mi cuello y sin previo aviso deja un casto beso allí, en mi punto más sensible. Mi respiración se vuelve más pesada y no puedo evitar sentirme vulnerable en esta posición, donde él tiene el total control sobre mí.
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Enamorada del chico problema
Fanfiction- Te amo como nadie logrará hacerlo nunca, porque este chico problema te entrego su alma a pesar de lo roto que podía estar. - Te amo como nadie lo hizo jamás, porque esta chica te entrego su alma sin pensar en cuán rota podía terminar.