Tomo un poco más de mi taza de café mientras me recuesto en un lado de la cocina esperando a que Jev llegue para dirigirnos al Instituto.
Unos suaves toques en la puerta principal hacen que deje mi taza a un lado y camine despacio hasta la entrada, doy un último vistazo en dirección a la habitación donde se quedó Luci y compruebo que aún está dormida. Abro la puerta y frente a mí aparece la figura de Jev; su cabello cubierto por un beani gris y unas cuantas hebras rebeldes salen a sus lados, una playera blanca que deja al descubierto algunos de sus tatuajes y sus familiares vaqueros negros. Al verme me sonríe de lado haciendo notable uno de sus hoyuelos. Se acerca a mí y me da un corto abrazo para saludarme.
- Vamos Sofi, se nos hace tarde- asiento y cierro la puerta tras de mí. Camino en dirección hasta el auto de Jev y subo en él.
Luego de ponernos en camino hasta el Instituto, Jev mantiene una charla animada conmigo aunque algunas veces me pierdo en medio ella debida a mis tortuosos pensamientos sobre Chris y sobre lo que sucedió con ayer; aún no logro apreciar ciertas cosas y tengo el temor constante de que realmente él puede encontrarse en algo.
Llegamos al Instituto y Jev rodea su brazo alrededor de mí y me mira mientras mantiene una sonrisa torcida.
- Vamos pequeña, no te puedo notar más distraída- declara y me toma por sorpresa; frunzo el ceño fingiendo que no sé de que habla. Sé que estoy distraída, pero no pensaba que se notara tanto.
- ¿Qué dices, Jev? Y aparte, ¿pequeña?- me separo de él fingiendo enojo- Vamos, mírame, no lo soy- digo cruzándome de brazos, él ríe y se acerca a mí para tomarme por los cachetes y masajea de manera irritante haciendo que me separe de él rápidamente.
- Puede que nos hayamos conocido hace poco, pero eres un libro abierto Denell, no puedes disimular tus emociones- declara triunfante, me veo realmente sorprendida pero trato recomponerme rápido y me abalanzo sobre él quitándole su beani.
- Éste beani hace que sea imposible que entre oxígeno para tu cabeza- digo riéndome de él, alboroto un poco sus rizos castaños y me alejo de él.
- ¡Denell, mi beani!- dice alterado acercándose a mí. Lo agarro fuertemente y mi postura desafiante lo dice todo.
- ¡Alcánzalo!- medio grito y salgo corriendo por los pasillos con mi mejor amigo siguiéndome.
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Ruedo los ojos una vez más cuando la profesora de química anuncia que debemos entregar un trabajo la semana próxima. Algunos de los alumnos se quejan debido al extenso trabajo que debemos presentar y los más listos de ésta clase solo asienten con una gran sonrisa en su cara. Malditos.
Doy gracias al cielo cuando la campana para salir al receso suena, guardo mis cosas rápidamente y salgo a toda prisa de esa clase.
Camino por el pasillo repleto de gente hasta que un brazo se posa sobre mis hombros y me encuentro con una sonrisa de parte de mi mejor amigo.
- ¿Qué tal Denell?- pregunta y ruedo mis ojos debido a mi anterior clase.
- Química- respondo irritada- ya sabes que no se me da tan bien esa materia y para colmo hay un trabajo para la próxima clase- digo frustrada.
- Oh Denell, sabes que tampoco soy tan bueno, si fuese así te ayudaría con ello- y su ceño se frunce- pero si hay alguien; Aaron.- mi ceño se frunce de inmediato y mis labios forman una línea recta debido a su brillante idea.
- ¿Jev Mendes, ese eres tú o te cambiaron?- pregunto y él frunce el ceño debido a mis palabras- Vamos Jev, lo que dices es muy ilógico- digo incrédula- ¿O no te acuerdas de lo que sucedió?
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Enamorada del chico problema
Fiksi Penggemar- Te amo como nadie logrará hacerlo nunca, porque este chico problema te entrego su alma a pesar de lo roto que podía estar. - Te amo como nadie lo hizo jamás, porque esta chica te entrego su alma sin pensar en cuán rota podía terminar.