Hey Angel - Harry Styles *COMPLETA* *EN EDICIÓN*

2.

***1 semana después***

Estaba de parada de autobús en parada de autobús visitando universidades. Decidí tomarme un descanso e ir a tomar algo en una cafetería. Abrí mi mochila para coger mi móvil, pero todos los folletos informativos de las universidades que había visitado se esparcieron por el suelo. Solté un quejido y me agaché para recogerlos. Una mano con un tatuaje de un ancla se situó cerca de la mía, recogiendo uno de los papeles. Levanté mi mirada y me encontré con el chico con el que había peleado Dylan hace una semana, Styles. Éste me dedico una cálida sonrisa y me entregó los papeles que había recogido.

-Hola, ángel. Deberías tener más cuidado la próxima vez - se levantó, gesto que yo repetí.
Lo de ángel lo había dicho saliendo del vestuario. Entonces no se confundió, aquella noche me había hablado a mí.

-Sí, soy bastante torpe - sonreí dulcemente.

-Así que eres la novia de O'Brien - musitó.

-Oh no no. Dylan es mi amigo - aclaré, colgándome la mochila al hombro. No era la primera vez que se generaba esa pequeña confusión acerca de Dylan  y yo.

Su gesto pareció dulzificarse, aunque seguía siendo algo intimidante. Sin embargo, no me asustaba.

-Bueno, tengo que irme, un gusto conocerte - seguí caminando, pero él se puso delante de mí, impidiendome el paso.

-Te invito a tomar algo. Iba camino de camino a por un café - sonrió de medio lado.

Me pareció algo raro que me pidiera ir a tomar algo con él sin haber hablado más de cinco minutos seguidos. Pero había algo en él que me hacía querer conocerle más, así que decidí ir con él. No perdía nada.

Fuimos a la cafetería más cercana, pedimos y tomamos asiento.

-¿Cuál es tu nombre, ángel? - me miró fijamente.

-Maggie. Me llamo Maggie - bebí de mi café.

-Un nombre precioso para una chica preciosa - sonrió mirandome.

¿Estaba ligando conmigo? Porque he de decir que soy pésima en eso.

-¿Y tú? - pregunté, intentando esquivar el piropo.

-Harry, Harry Styles.

Por eso lo de Styles en su apodo de boxeador.

Estuvimos hablando de cosas triviales, como a que nos dedicábamos, cuáles eran nuestros planes. Cosas que no hay que destacar. El chico que tomaba café conmigo no se correspondía con el que vi el otro día en el ring. Parecía dulce, todo lo contrario a lo que dejaba ver mientras boxeaba.

La pantalla de mi móvil se iluminó. La llamada entrante de Dylan apareció y yo lo cogí.

-¿Si? - pregunté.

-¿Se puede saber dónde estás Maggie? Llevo esperándote 20 minutos - bufó.

Oh Dios, es verdad. Había quedado con Dylan para acompañarle a comprar unas cosas, pero con el encuentro con Harry se me había pasado.

-Vale vale. Ya voy - colgué.

-¿Quién era? - Harry frunció levemente el ceño.

-Era Dylan. Lo siento, tengo que irme - me levanté y me puse la mochila.

-Nos vemos, Maggie - cogió mi mano y la besó.

Mis mejillas ardieron. Me despedí de él y salí corriendo hacia el centro comercial.