-¡Espera por favor! - gritó desesperado.
Pero mis pies no se detenían. Andaba a toda prisa hacia el ascensor, tratando de salir del edificio cuanto antes. No aguantaba ni un minuto más allí.
-¡Maggie! ¡Escúchame!
Sabía que cada vez estaba más cerca de mi y que me iba a alcanzar, pero realmente me daba igual. Llevaba ya dos meses con lo mismo. Secretos y más secretos; y si había algo que yo no toleraba es que me ocultasen las cosas, aun habiendo confianza. Y cuanto más intentaba que se sincerase conmigo, más lo ocultaba. Estaba cansada de eso.
-Para, por favor - se puso delante de mi cortandome el paso.
-¿Y qué se supone que tengo que escuchar? ¿La misma excusa de siempre? - negué soltando un suspiro - Esto ya ha ido demasiado lejos, Harry. Sé que no somos oficialmente nada, y que no soy quien para invadir tu vida personal, pero esto ya se ha vuelto algo serio - sentencié con frialdad.
Sus músculos se tensaron, al igual que su mandíbula.
-¿Crees que no quiero contártelo? ¿Sacar toda la mierda que tengo acumulada y desahogarme? Porque te aseguro que sería un gustazo para mi. Pero en este caso, Maggie, las cosas no son como tú crees. Son mucho más difíciles de lo que podrías imaginarte - soltó.
No sé en qué podría estar metido Harry exactamente, pero debía ser algo grave para que se pusiera de esa manera. Pero si me lo contaba sería mucho más fácil, aunque él pensara que no.
-Dame una razón coherente - me crucé de brazos.
Apretó los labios convirtiéndolos en una perfecta línea recta y desvió la mirada. Sin decir una palabra más, seguí mi camino hacia el ascensor.
-Si te lo dijese, seguramente correrías peligro - dijo antes de que me metiera en el ascensor.
Me giré encarandolo, aunque se encontraba aproximadamente en la mitad del pasillo.
-¿Peligro de qué? - pregunté intrigada.
-Ya te he dicho que es complicado.
Solté aire con exasperación. Quizá él tenía razón y su situación era difícil, pero, desde mi punto de vista, contarmelo sería lo mejor que podría hacer. Por lo menos tendría a alguien con quien hablarlo.
Le miré, sé que buscaba una respuesta por mi parte, pero yo no la tenía.
-Quizá debamos darnos un tiempo - solté.
Abrió los ojos como platos y se acercó hasta quedar a escasos centímetros de mi.
-No, ni en broma - negó cruzándose de brazos - no pienso volver a pasarme meses sin hablar contigo, simplemente no lo soportaría.
Tenía razón, yo tampoco lo haría. Quizás me había precipitado al decir eso.
-Ya hablaremos - dije, bastante seca.
Se inclinó para besarme, pero yo me aparté. No tenía ganas de eso. La expresión de su cara se transformó en una de decepción y frustración.
-Está bien.
Dio grandes zancadas hasta llegar a su apartamento, en el cual entró dando un portazo. Suspiré y me metí en el ascensor con la intención de desaparecer de aquel complejo de apartamentos lo más rápido posible.
Cogí un taxi para que me llevara a casa. Una vez allí, me tiré en la cama. ¿Qué estaba haciendo mal? Justo cuando creía que las cosas con Harry iban perfectamente bien, volvían a torcerse. Empezaba a pensar que quizá el motivo no era que me escondiera ciertas cosas, sino que yo no sabía cómo sobrellevarlo. Quizá el problema era yo. Pero, ¿qué podía hacer?. La única solución era que se abriese conmigo.
ESTÁS LEYENDO
Hey Angel - Harry Styles *COMPLETA* *EN EDICIÓN*
Fanfiction22 años. Boxeador. Frío. Agresivo. Obsesivo. Posesivo. 18 años. Estudiante. Dulce. Soñadora. Guapa. Sonriente. ¿Cómo acaba?.