Intentaba releer mi libro favorito sentada en la cama, pero con Dylan de pie frente a mi e histérico, era prácticamente imposible.
-¡No puedes marcharte sin más! ¿Tú sabes el susto que le diste a Amanda? Deberías haber esperado a que alguien te acompañase a casa - se cruzó de brazos resoplando.
-Le mandé un mensaje a Amanda, pero estaba muy borracha como para acordarse. De todas formas, ya me he disculpado con ella. Además - dejé el libro aparte - Harry me llevó a casa.
-¿Qué? No me digas que...-asentí- Maggie, te he dicho...-le interrumpí.
-Y antes de ayer salí a cenar con él.
Abrió los ojos como platos. Creo que mi confesión sólo lo había alterado más, pero no quería seguir ocultándoselo más. Harry y yo no éramos nada, pero me gustaba estar con él, me trataba bien, y eso era algo que Dylan debía aceptar.
-¿Pero en qué estabas pensando? A saber lo que estaba pasando por la cabeza de ese tío. Maggie, ya te lo he dicho. No es bueno para ti.
-De no haber sido por él, ayer un hombre me habría forzado. No es tan malo como dices, Dylan - negué.
-Prometeme no que volverás a quedar con él - se agachó quedando a mi altura.
-No puedo prometerte algo así - afirmé con seguridad.
Al ver que no cambiaría de opinión pareció resignarse.
-Eres demasiado cabezota. Solo ten cuidado con él, por favor - me revolvió el pelo.
Estuvo en casa un rato más y se fue. Decidí darme una ducha. Salí y cubrí mi cuerpo con una toalla. Llamaron al timbre. Seguro que era Dylan, siempre se le olvidaba algo.
-¡Voy! - bajé sujetando el nudo de la toalla y abrí.
Instantáneamente mis mejillas se volvieron rojas. Harry estaba parado en el umbral de la puerta con una sonrisa divertida.
-¿Vengo en mal momento? - señaló mi atuendo.
-N-no...pasa - le dejé sitio para entrar.
Entró y miró el recibidor.
-Dame dos minutos y bajo - subí a toda prisa.
Dios, que vergüenza.
Me enfundé en unos pantalones grises de pijama y una camiseta blanca y bajé.
-Siento esa...escena - me retoqué el pelo y tomé asiento a su lado en el sofá.
-Tranquila, no me disgustó en absoluto - se rió - por cierto - colocó un mechón de pelo detrás de mi oreja - hola, ángel.
Sonreí conteniendo sonrojarme.
-¿Qué hacías por aquí?
-Tenía ganas de verte - acariciando mi mejilla.
Vale, eso definitivamente fue muy tierno. Es decir, se había tomado tiempo para ir hasta mi casa. Y sólo para verme.
-¿Quieres tomar algo? - no podía evitar sonreír como una tonta.
-Un vaso de agua estaría bien - se rió, creo que percatandose del motivo por el que sonreia tanto.
Fui a por el vaso de agua y al girarme lo tenía justo detras de mi. Cogió el vaso.
-Gracias, ángel - me guiñó un ojo y dio un pequeño sorbo. Este chico sabía perfectamente cómo ponerme nerviosa.
ESTÁS LEYENDO
Hey Angel - Harry Styles *COMPLETA* *EN EDICIÓN*
Fanfic22 años. Boxeador. Frío. Agresivo. Obsesivo. Posesivo. 18 años. Estudiante. Dulce. Soñadora. Guapa. Sonriente. ¿Cómo acaba?.