Hey Angel - Harry Styles *COMPLETA* *EN EDICIÓN*

6.

Había pasado un mes desde que mis clases empezaron. Estaba realmente feliz. Liam se había convertido en alguien muy cercano a mi. Mi relación con Harry se había ensanchado aún más, pero le veia como mi amigo...creo. No lo tenía demasiado claro.

Salía de la universidad con Liam riéndome. Vi a Harry a lo lejos. Fui hacía él junto con Liam. Harry al ver a éste, frunció el ceño.

-Hola - sonreí.

-Hola - miraba fijamente a Liam, parecía incómodo.

-Liam Payne. Encantado - le sonrió amablemente, le estrechó la mano, cosa que Harry aceptó poco convencido.

-Oh, Liam. Él es Harry - dije rápidamente.

-¡Así que tú eres Harry! Maggie me ha hablado mucho de ti - sonreía entusiasmado.

Mis mejillas ardieron. Le di un pequeño codazo a Liam.

-Si, bueno - no sabía dónde meterme.

-Bueno, nos vemos mañana Maggie - me dio un abrazo, como solía hacer y se fue.

Miré a Harry, seguia tenso. No entendía muy bien por qué, así que decidí preguntarle.

-¿Qué ocurre?.

-Es que...nada - empezó a andar rápidamente.

-Harry, espera - di una pequeña carrera hasta ponerme delante de él. Puse mis manos en su pecho para evitar que siguiese andando - vamos, dime qué te pasa.

-¿Liam y tú tenéis algo? - sus ojos transmitían miedo, quizá tristeza.

-¿Qué? - me reí - claro que no, solo somos amigos. ¿Por qué lo dices?.

-No sé, os he visto muy...cariñosos. Es una bobada - se pasó la mano por el pelo y suspiró - lo siento, no sé a qué han venido estos celos.

-¿Estabas celoso? - sonreí con diversión. Se quedó callado sin saber bien qué decir.

-Oh, venga - tiro de mi brazo mientras yo me reía - vámonos de aquí.

Iba delante de mí, así que no le vi bien la cara, pero podría jurar que se había sonrojado. Vaya, cómo cambian las cosas.

Me acompañó a casa, y yo le invité a comer. Como siempre, Harry se mostró divertido y amable.

-¿Te acuerdas de Niall?

-Sí, ¿por qué? - tomé asiento en el sofá a su lado. Niall era su amigo rubio que había conocido en la cafetería el día del incidente en el pub.

-Bien - miró sus manos y al instante me miró a mi - hoy da una fiesta en su casa, y bueno, me preguntaba si te gustaría acompañarme - mordió su labio inferior con...¿nerviosismo?.

Sopesé las opciones. No me apetecía demasiado ir a una fiesta. Alcohol, hormonas revolucionadas, quizás drogas...no era mi ambiente favorito.

Pero ir acompañada de Harry quizá mejorase la situación. Le dije que accedía y él pareció alegrarse bastante. A las ocho fue a su casa, para prepararse y darme a mi tiempo para hacerlo. Opté por unos pantalones negros que se ceñían a mis piernas dandoles una bonita forma, una blusa blanca y unas botas negras. Cepillé mi pelo y apliqué algo de máscara a mis pestañas. Me miré en el espejo para asegurarme de que todo estaba en su lugar.

Bajé a la planta inferior y me senté en el sofá. Mi pie golpeaba el suelo con nerviosismo. Ir a una fiesta me aterraba. Había ido a dos en toda mi vida: a la primera que fui, tenía quince años, y no era gran cosa porque bueno, todavía eramos pequeños. La segunda fue antes de graduarme, y tampoco me fascinó, porque eramos apenas 20 personas. El resto habían sido días dedicados a cuidar a Amanda borracha.