¿Que es esto?

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ADVERTENCIA!!!

Este capítulo tiene spoilers de divergente, si quieren leerla o ver las películas no leer lo que esta en negrita.

Ximena Malfoy.

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Estábamos los 3. Hermione iba delante mío, Cuatro iba detrás y yo iba en medio. 

No sabía como llamarlo. Si Tobías, el hijo de Marcus Eaton, el chico de abnegación, que fue maltratado por su padre, o Cuatro, el valiente instructor de Osadía, que tan solo tenía 4 miedos.

Mientras caminabamos algunas dudas llegaban a mí, ¿Como se supone que habían entrado a la sala común si tenía contraseña? 

Atravesamos el retrato y salimos. El corredor estaba solitario, habían hojas tiradas en el suelo, eran exámenes, la mayoría eran reprobados.

Una hoja estaba justo al costado de mi pie derecho. Me agaché y noté que era un 2, el nombre era Ron Weasley. Tan solo sonreí.

-______________- dijo Cuatro. 

Volteé rápidamente y me lanzó un cuchillo. Por suerte, lo atrapé del mango y no me corté. 

Cuatro río suavemente, pero igual su risa retumbo por todo el corredor.

-Bien hecho.- dijo Cuatro con una sonrisa en su rostro. 

Se quedó parado frente a mí, era más alto de lo que creía. Me fijé en su cuello, en el lugar exacto donde le inyectaban las simulaciones, tenía un tatuaje. 

Era un símbolo que no sabía que significaba, era una luna posicionada como si fuera una sonrisa, dentro de esta habían 3 'X' y en la curva exterior de la sonrisa había una especie de triángulo. 

-Oye, Cuatro- él volteó rápidamente, como si la voz de Hermione le hubiera causado un susto -, vamos.

Cuando Hermione volteó noté que en su cuello también tenía el mismo tatuaje que Cuatro y también en el mismo lugar.

-Tranquila, Hermione.-volteó a mirarme- Vamos.- me dijo y continuó caminando detrás de Hermione. 

Ahora yo iba atrás.

Entonces, comenzamos a subir las escaleras en las que yo me perdí, pero esta vez hasta llegar al cuarto piso.

Los pasillos seguían vacíos en el cuarto piso, estaban llenos de polvo, parecía como si no lo hubieran limpiado hace bastante tiempo.

Cuatro se paró enfrente de una pared, cerró los ojos y las manos, haciendo que sus uñas se enterraran en las palmas, tanto así que me dolía hasta a mí.

-La sala de los menesteres.- dije en voz baja. (nota: es una sala que se ambienta según lo que necesites)

-Si, lo es.- dijo Hermione, que estaba a mi lado.

De pronto, las paredes se comenzaron a abrir y dieron paso a una enorme habitación.

Ellos dos entraron, por tanto, los seguí.

Había líquido derramado en el suelo de la sala y también vidrios rotos.

Nos adentramos más y noté que la sala estaba como un laboratorio. Habían pociones en frascos en una mesa que estaba enfrente de nosotros.

-Hola.- dijeron detrás mío. Era Edward, su piel brillaba a la luz del sol y sonreía con malicia. Su voz era de 'felicidad' - Otra vez nos volvemos a ver.

Tenía una sonrisa maliciosa que me hacía temblar. Estaba ocultando algo.

De pronto, dos personas entraron detrás de él, parecían robots, pero no lo eran.





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