Salvado 1

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Siento que el cuerpo me pesa, tengo un peso encima que no me deja levantarme y no puedo mover ni un músculo del miedo. 

Estoy en un callejón empolvado y solitario. Esta zona no es de nadie en especial, no veo el tren y menos alguna referencia de algún lugar de una facción. 

Me volteó un poco y consigo ver que el peso que estaba cargando era el cuerpo de Nico. 

Suspiro aliviada. 

Me arrastro un poco y me levantó. Miro a mi alrededor y no veo a Thomas, ni a Draco. ¿Donde estan? Salgo un poco más y cruzo a una larga calle, probablemente avenida. 

Los edificios que veo a mi alrededor son descuidados e inhabitados, nadie podría vivir allí. 

Volteó y el cuerpo de Nico no está. 

Una corriente pasa por todo mi cuerpo, algo llamado miedo me quiere invadir, pero hago todo lo posible por detenerlo.

Voy al callejón otra vez y veo una puerta con una vieja placa oxidada que dice 'solo personal autorizado'. 

De pronto, una mujer sale por allí y me toma por los brazos. Un chico sale detrás de ella y la ayuda a llevarme hacia adentro. 

Comienzo a gritar, pero no me hacen caso. 

Entonces, descubro que ese lugar es un bar. Veo copas por todos lados y botellas vacías en las mesas. Mucha gente ya estuvo por aquí antes. 

Ambos logran que me siente en una silla y me quedó tranquila para poder verles la cara. 

Hermione y Ron se sientan en la misma mesa y veo que ya no tienen los tatuajes que tenían antes. 

-Estamos de tu lado.- me dijo Hermione con voz convincente. 

-Primero escuchanos y luego haces las preguntas, Gale Ann.- dijo Finnick por atrás de ellos. No les creía demasiado, eran enemigos y no pensaba ser parte de su plan, o su ficha de su tablero de ajedrez. - Agradece que no somos los malos, sino creeme que hace tiempo yo mismo te hubiera roto una botella en la cabeza. 

Me guiño un ojo y se jalo una silla al costado de Hermione y Ron.

Hermione miró molesta a Finnick y él le sonrió. 

-Bien,- dijo Hermione ahora mirándome a mi- no queremos hacerte daño, queremos lo mismo que tú. Hacer que Edward nos deje en paz.

-Esta desesperado por encontrar a su hija y su esposa.- dijo Ron- Tanto que si te viera no dudaría en hacer cualquier cosa para que las traigas de vuelta. Confiamos que no lo hiciste tú, pero él no. Paga una gran recompensa por ti. 

-Wow, entonces ¿Por que no me entregan ahora mismo? No me trago ninguno de sus cuentos.- les dije estirando los brazos.

-Creeme que por mi ya lo hubiera hecho hace mucho rato.- le dijo Finnick a Hermione.

-Ellos tienen a tus amigos.- dijo Hermione.- Nosotros queremos lo mismo que tú.

-Yo solo quiero rescatar a mis amigos.- les dije yo.- No me importa lo demás.

Hermione le sonrió a Ron y él se acercó a mi. 

-Gale Ann, vamos a ayudarte.- me dijo él.- Los tienen en la prisión de Osadía. Es la más efectiva de todas.

-¿A que te refieres con efectiva?- le pregunté.

Ron tragó saliva.

-La más segura,- me dijo él con temor- debes de ser muy valiente e inteligente para entrar allí. La mayoría de gente que entra... nunca más sale.

-No me importa, yo iré por ellos.- les dije. Los tres sonrieron.

-Partiras mañana.- me dijo Hermione.- Eso es un poco lejos.

-Te daremos los implementos y todo.- dijo Ron.

Yo asentí.

-Gale Ann, creo que es hora de enterrarlo.- dijo Finnick, mirando el cuerpo de Nico. 

-...Si... supongo que si.- le dije.

-Te ayudaremos.- dijeron Ron y Hermione llevando el cuerpo de Nico a otra habitación, dejándome sola con Finnick.

Finnick se acercó a mi con una sonrisa, no podía reconocer si era real o burlona.

-Ahora tú eres el sinsajo.- me dijo él- La gente temblara al escuchar tu nombre... Ahora eres la nueva revolución, la única que puede mejorar las cosas.

Al escuchar eso temblé. Tenía que escribir algo nuevo, mi propia historia.



Realidad o Sueño.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora