Realidad o Sueño.

Se la llevaron

Percy y Yo llegamos al baño de hombres de Hogwarts. Encontramos un cubículo vacío y los dos entramos allí.

El cubículo era bastante pequeño. 

Percy vigilaba por el pequeño espacio que había entre la puerta y el marco. Yo estaba justo detrás de él.

Me llevé las manos a los ojos. Seguía llorando. Me habían pasado cosas horribles. Habían matado a Draco y apuñale a Cuatro. 

Si tan solo le hubiera dicho a Edward algo inventado sobre Bella y Renesmee tal vez Draco seguiría vivo. No iba a permitir que alguien más muera por mí.

Lo único que quería era poder saber que todo esto es un sueño. Que nadie haya salido herido por mi culpa.

Percy seguía vigilando. De vez en cuando me miraba de reojo.

Hasta que volteó a mirarme. Su mirada era de pena.

-Todo el mundo a perdido a alguien.- dijo Percy- La gente muere diariamente.-bajó la cabeza y se quedó mirando al suelo. Tomó aire y me miró otra vez.- Si salimos de aquí podríamos ir al paisaje de los recuerdos.

-¿Que es eso?- le pregunté, mientras me secaba las lágrimas.

-Es como un cementerio de personas que quisiste mucho y muchas cosas más.- me dijo.

Asentí y volvió a vigilar.

-Percy, ¿Donde esta Harry?- le pregunté.

-Seguro esta con Edward y ellos.- me dijo.

Miré al piso y me lamenté. Necesitabamos el libro para poder salir y también una varita.

-Tenemos que recuperar el libro.- le dije.

Percy tragó saliva.

-¿Tienes miedo?- le pregunté.

-No.- me dijo.

Abrió la puerta lentamente, poco a poco. 

Se asomó y miró si estaba despejado.

Los dos salimos, pero de pronto un rayo azul vino a nosotros y paso por mi costado.

Percy rápidamente me empujó, haciendo que volviera al cubículo y cerró la puerta.

-No salgas por nada del mundo.- me dijo.

Me recosté asustada en la puerta. Temblaba y lloraba.

Volteé y comencé a mirar por donde Percy vigilaba.

Podia ver que Percy estaba temblando y miraba por donde había pasado el rayo azul.  De pronto, se acercó a la puerta.

-Prométeme que si me pasa algo continuaras sin mí.- me dijo.

-¡No!- le dije.- ¡No quiero que te pase lo mismo que a Draco!

-¡Tienes que seguir! ¡Prométemelo!

La voz no me salía.

-Te lo prometo.- dije.

Asintió con la cabeza y se alejó de la puerta.

Se escuchaban pasos acelerados.

-Vaya, vaya- dijo Hermione- ¿Que tenemos aquí?.. Percy Jackson

Percy asintió tímidamente.

-Nose si tú habrás visto a una chica por aquí,- dijo ella- se fue con un chico que vestía exactamente igual a tí.

-No conozco a ninguna chica.- mintió Percy.

Hermione sonrío y tomó su varita.

-Imperio.- dijo ella. (Imperio: maldición que hace que puedas dominar a una o más personas)

Percy cayó de rodillas al suelo y puso cara de dolor.

Hermione sonrío. 

Se puso detrás de Percy y jalo su cabello para atrás tan fuerte que hizo que quedará mirando al techo.

-Una vez más- dijo ella- ¿Fuiste el que ayudó a ___________?

-No.- dijo Percy.

-Cruccio.- dijo Hermione soltando a Percy y alejándose un poco. (Cruccio: maldición de tortura).

Percy comenzó a gritar del dolor, cayó al suelo por completo y se movía descontroladamente por el dolor.

De pronto, más pasos se escucharon a lo lejos.

-Hey, es suficiente.- dijo Thomas.

-¿No quiere confesar?- preguntó Ron.

Hermione dijo que no con la cabeza.

-Denme... el libro.- dijo Percy con dificultad- Dénmelo e iré con ustedes.

Hermione, Ron y Thomas intercambiaron miradas.

Entonces, Hermione sacó de su túnica el libro y se lo dio a Percy. Era igual al de Harry.

Percy dejo disimuladamente el libro en el piso.

-Ustedes,- dijo Hermione a Thomas y Ron.- llévenlo.

Hermione comenzó a caminar hacia la salida. 

Rápidamente, Ron y Thomas levantaron bruscamente a Percy del piso y  se lo llevaron.

Cuando ya no los pude ver, abrí la puerta del baño.

Me acerqué donde estaba el libro y lo recogí.

-¡_____________! ¡____________! - gritaba alguien, entonces, pude ver que era Nico.

-¡Hola!- le dije.

Corrió hacia mí y notó que ya tenía el libro.

-¿Lista para irnos?

Yo asentí.

Puse el libro en el suelo, pero me acordé que no teníamos varita.

-Pero...- dije

-Cogí la tuya, lo siento.- me dijo Nico.

-No importa, con tal de irnos.- dije.

-Accio mundo real.- dijo Nico.

Cerré los ojos y no los abrí hasta que mis pies tocaran el piso.

Cuando sentí el piso abrí los ojos y noté que ya estabamos en el almacén.

-¿Donde esta Daniela?- le pregunté a Nico.

Nico me miró con los ojos muy abiertos.

-No vi a nadie cuando entré.- me dijo él.

Miré al piso, donde Daniela había estado y pude ver un resplandor.

Era una snitch. 

La cogí y la admiré. Estaba totalmente limpia y de pronto aparecieron una palabra en ella: Osadía.

-Debemos irnos.- le dije a Nico.

-¿Donde?

-Divergente.- le dije.- Se la llevaron a Daniela a ese libro.