Untitled part

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Mientras caminaba hacia el salón me lo pase reflexionando sobre todo, que ya me iba a ir a otro país a estudiar esa misma noche, que nunca más vería a mis amigos, que me tendría que despedir de mi familia y que tendría que empezar de cero en USA, ya que ninguna de mis amigos me dijo que se iban también a estudiar a Harvard.

Cuando estaba llegando al salón me acordé que tocaba clase de comunicación, era mi clase favorita porque me encantaban las letras y odiaba con toda el alma los números.

Llegué al salón y abrí la puerta, todos estaban callados, pero el profesor estaba hablando, todos voltearon a mirarme incluso el profesor, pero no Antonio. Yo si lo miré, noté que estaba con los ojos rojos, había llorado.

-Pasa ___________, toma asiento.- dijo el profesor.

Apenas termino de decir eso, sabía que no debía de sentarme detrás de Antonio como antes así que elegí un lugar donde pudiera estar alejada de él, así que me fui al otro extremo del salón donde había una carpeta vacía. Me senté allí a esperar a que los últimos 5 minutos de clase acabaran. Por suerte Fátima ni otras de mis amigas se acercaron a preguntarme porque Antonio estaba llorando ya que les tendría que contar toda la historia, la aparición de Edward, el beso y el golpe.

La clase estaba aburrida así que saqué uno de mis libros y comencé a leer debajo de la mesa, como siempre, sin que el profesor se diera cuenta.

Cuando faltaban 3 minutos para que terminé la clase Fátima y otras se voltearon a mirarme, no sabía por que.

Hasta que por fin quedaba 1 minuto el profesor se despidió de todos, deseándonos buena suerte en nuestra próxima etapa de nuestras vidas, como decía él, en la universidad.

Cuando ya terminó la clase Antonio fue el que salió primero con un paso acelerado. Así que cogí mis cosas y me fui. Cuando bajaba las escaleras casi me caigo, había demasiada gente. Muchos profesores de años anteriores, se encontraron conmigo en las escaleras y me desearon buena suerte y muchos éxitos.

Bajé de las escaleras y me dirigí a los lockers, tenía que sacar con un líquido especial todo lo que había pegado como stickers y fotos de personas que admiraba.

Hasta que sentí que Valia se acercaba a mí, era una de mis mejores amigas, desde primero de secundaria, era una niña muy buena onda que siempre andaba con el cabello recogido y también era muy cachetona.

-Hola, _____________, te tengo que mostrar algo que tengo en el celular, así que vamos al baño.- me dijo ella. Su voz me parecía un poco nerviosa, como si tuviera algo en el baño que me esperaba.

-Bueno, como quieras. -dije yo. 

El baño era un poco grande, habían dos rectas de baños y un corredor las separaba. Valia me condujo hasta el fondo del corredor. Al principio, pensaba que solo estábamos las dos en el baño, pero luego me di cuenta que no.




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