Realidad o Sueño.

Amigo o Enemigo

No sabía que hacer, no sabía que sentía ni nada, yo lo quería a Edward, pero no tanto para hacer lo que hice, además, él tenía una esposa y una hija. Cuando finalmente me di cuenta de lo que hice me separé de él.

Dirigí la mirada hacia donde estaba Antonio, se encontraba boquiabierto.

-Bueno, quédate con él, ya me quedo todo claro.- me dijo él.

Me quedé inmóvil opbservando a Antonio, que se alejaba, seguro apenas llegué al salón se lo contaría todo a Fátima.

-Lo siento, no debí hacerlo, fue un impulso.- dije sonrojada, después de tomar conciencia de lo que había hecho.

-No te preocupes, pequeña. Se que fue un impulso, te comprendo, no pensaste y pasó lo que pasó.ñ dijo él-  Bueno es mejor que me retire, la profesora puede llegar en cualquier momento.

Asentí y observé como se iba alejando de mi lado, hasta que lo detuve.

- Edward, si los demás o tú tienen un problema, no duden en comunicármelo, los ayudaré en lo que pueda.- dije yo.

- Siempre que tendremos problemas apareceremos donde estés para decírtelo.- dijo él.

-Ok, en cualquier momento, no lo pienses dos veces.

Al terminar de decir esto el asintió con una sonrisa en el rostro, se acercó más a mi, me abrazó y se fue, sin nada más que decir.

Unos segundos más tarde apareció la profesora Eleanor, con lo que faltaba para que me sané la herida.

-Lo siento, hija, por hacerte esperar. Tuve que salir a comprar a la tienda lo que me faltaba.- dijo ella.

-Tranquila, miss. -le dije en un tono relajado- me hizo bien pasar un tiempo sola.

La miss me miró más tranquila y sonrió.

El procedimiento fue muy rápido. En lo poco que duro, pensé si Antonio y yo seguíamos siendo amigos .

La miss al finalizar el procedimiento me dijo que me aplicará en la cicatriz una crema para que no se note tanto.

Después de esto último me dijo que vaya a mi salón.

Así que me fui yendo al salón, pensando en que quedaría mi amistad con Antonio.