Confusión

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TONY

Estaba en una junta de negocios con personas importantes y que tienen cierta relevancia en la compañía. Si fuera por él se habría ido hace horas.

Tony se moría de aburrimiento, pero que otro remedio le quedaba. Pepper estaba a su lado y lo reprendería si intentaba marcharse. De vez en cuando fingía parecer interesado, sólo para no verse tan distante.

—Y bien, Señor Stark.—un hombre mayor tomó la palabra.—¿Qué opina de todo lo que hemos comentado?

Los presentes miraron a Tony esperando su respuesta.

Vaciló un poco y dijo:

—Me parece muy bien todo lo que se ha propuesto, estoy en total disposición de hacer el acuerdo que hemos planteado y así nos beneficiaremos todos.—se relajó un poco y se reclinó en su asiento. Había estado ya el suficiente tiempo en esa reunión y lo único que quería hacer era salir volando de ahí.

Prosiguieron a firmar unos documentos y dieron por terminada la junta.

Tony se despidió arrogante como siempre y salió a paso veloz.

—Tony, espera.—Pepper corría tras él.

—¿Sí?—siguió caminando.

La chica lo alcanzó y lo detuvo unos segundos.

—Hiciste un excelente labor allá dentro.—felicitó.

—Ah, gracias.—hizo una mueca.

—Pero dejando eso, te quería preguntar sobre qué vamos a hacer el sábado.—se agarró de su brazo y siguieron caminando por los pasillos.

—¿El sábado?—preguntó.

Pepper rió con ironía y seguido se soltó de su agarre.

—No puedo creer que no lo recuerdes.—espetó enojada.

Qué se supone que pasa el ...Oh, ya .

—Claro.—sonrió.—Es el cumpleaños de Steve.—la miró de vuelta pero la rubia negó con la cabeza y soltó un bufido.

—¿En serio? Steve, de él si te acuerdas.—reclamó.
No se explicaba que era lo que tenía que recordar. Sabía de lo del Cap, porque se había aprendido de memoria la fecha de nacimiento del súper héroe desde que era niño.

¡Santa Mierda! Pepper va a matarme. —recordó.

Primero ideó una estrategia que esperaba le resultara.

Empezó a reírse como loco ganándose una mirada de duda de parte de Pepper.

—Ay Potts, creíste que olvidaría nuestro aniversario.—sonrió nervioso esperando que su novia cayera.

Pepper se relajó y cambió su expresión a una relajada.

—Por unos momentos lo creí.—rió.

—Tú no te preocupes, amor, yo organizaré todo.—la abrazó.

Salieron del edificio y cada uno se fue a su coche.

Ya en el auto tomó su teléfono y comenzó a buscar restaurantes.

No, muy simple.

No, no le gusta ese.

Descartaba restauran por restauran.

Será mejor que le pregunte a Jarvis, él siempre sabe cual es el mejor.

Manejaba rápido, estaba desesperado. Cómo se le fue a olvidar su aniversario con Pepper. Ella tenía razón, lo primero que se le vino a la mente fue el cumpleaños del Cap antes que nada.

I Hate You, I Love You (En Edición) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora