Cumpleaños

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STEVE

Lo despertaron los gritos de Felicidades y al abrir los ojos contuvo una risa.

Natasha sostenía un pastel con forma de su escudo mientras Thor, Clint y Bruce llevaban cada quién un regalo. Sin contar que todos usaban unos conos de fiesta en la cabeza.
Sólo una cosa lo inquietó.
¿Dónde está Tony?

Steve se levantó de la cama.

—¡Feliz cumpleaños!—Natasha dejó el pastel en una mesita y corrió a abrazarlo.

—Gracias.—espetó con una sonrisa.

Thor lo abrazó y lo levantó, lo que causó risas de parte de todos.

Terminaron de felicitarlo y lo llevaron hasta la sala. Globos adornaban las paredes, acompañados de listones de colores: azúl, blanco y rojo.

También había un cartel en grande que decía Felicidades,Cap además firmado por sus amigos.

—Chicos, no tenían que molestarse. —dijo al ver el lugar.

—Vamos Steve, es lo menos que podíamos hacer.—Clint se recargó en Thor.

—Así, es.—Thor estuvo de acuerdo.—No sólo eres nuestro compañero, sino que eres nuestro amigo.

Steve sonrió.

—¿Y Tony?—hizo la pregunta que tanto había anhelado hacer desde que se despertó.

—Está algo ocupado.—respondió Bruce.—Pero sé que hubiera querido estar aquí.—quiso tratar de animar.

Natasha rápidamente tomó su regalo y se lo entregó a Steve.

—Sí, sí bueno abre los regalos.—dijo con emoción.

El primero que abrió fue el de ella. Era un libro que Steve había querido comprar pero por las distintas circunstancias nunca tuvo el tiempo.

—¡Gracias! En verdad muero por leerlo.—dijo con el libro en manos.

—Denada.—la pelirroja pasó su cabello hacia atrás semejando orgullo.

—¡Ahora el mio! —Thor hizo a un lado a Banner que apenas iba a entregar el suyo.

—No hagas eso otra vez, o invitaras a Hulk a la fiesta.—murmuró bajito, de modo que sólo el Dios escuchó.

Steve abrió el presente y vio un cuaderno de dibujo que incluía lápices.

—¡Wow! Esto es genial ¿cómo supiste....

—Te vi dibujando la otra vez y pensé que te gustaría.—explicó con brevedad.

—Gracias, Thor.—lo colocó junto al libro.

Ahora Bruce sí pudo entregarle el regalo.

—No sé si te guste, pero eso espero.—le dijo al entregárselo.

Steve lo empezó a abrir.

—Qué bien, ya necesitaba más.—exclamó feliz en lo que sacaba dos camisas a cuadro como él acostumbraba usar.—Gracias.—miró a Bruce y éste asintió.

Por último abrió el de Hawkeye.

—¿Un disco?—miró a Clint.

—Sip, me he tomado la molestia de grabarte en él la música más popular del momento, así como las clásicas que nunca pasan de moda.—dijo presumido.—Ya sabes, para que te actualices.—guiñó un ojo.—Ahh, casi lo olvido añadí una que otra de tu época.

I Hate You, I Love You (En Edición) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora