Metió rápidamente las manos en los bolsillos de la chaqueta con la intención de mantenerlas calientes durante esa fría noche. A su vez, caminó apegado a los asquerosos y malolientes edificios para que la gente no se percatara demasiado de su presencia.
Los autos pasaron de vez en cuando por la estrecha calle para detenerse en alguna esquina poco iluminada y establecer una corta conversación con alguna chica que se situaba al lado del poste de luz con la intención de ofrecer sus servicios sexuales.
Evitó a toda costa mirar dentro de los callejones para omitir peleas que obviamente no quería y simplemente dejó que su vista siguiera por la acera que estaba delante de sus pies.
Cuando llegó a la casa casi desecha se dirigió de inmediato al garaje poco iluminado y se asomó por ahí para ver a los hombres sucios y andrajosos sentados sobre sillas de plásticos mientras tomaban cerveza.
—¿Qué quieres, chico? —preguntó un hombre alterándose de la nada y levantándose de su silla.
—Es YoonGi —murmuró otro y meneó la cerveza que tenía en la mano mientras se le acercaba.
—YoonGi no se teñiría el cabello como un completo maricón —respondió el otro mientras le daba una rápida mirada.
Suspiró, pero mantuvo su rostro serio. Tomó la mochila que colgaba de uno de sus hombros y la abrió para sacar la bolsa negra, la cual lanzó hacia uno de ellos.
—¡Oh, mierda! Sí es YoonGi —dijo el hombre, sonriendo, a la vez que le echaba un ojo al contenido.
—El dinero. —Elevó la palma abierta hacia ellos.
—Vamos, pásale el dinero —musitó el hombre de la bolsa a uno que estaba a su lado.
El sujeto elevó la mano con el manojo de billetes amarrado con una banda elástica, pero se detuvo cuando estuvo a unos centímetros de su mano.
—¿Quién es ese chico? —El hombre apuntó con la cabeza por detrás de YoonGi.
Se volteó levemente y frunció las cejas, porque en realidad no supo a quién se refirió. Cuando se dio cuenta de quién se trataba apretó los ojos y suspiró para intentar calmar el enfado que le recorrió el cuerpo.
—Viene conmigo. —Pasó velozmente sus ojos por los del desconfiado hombre.
—Pensé que solo andabas con un negro.
—Al negro lo balearon —argumentó y se removió un poco sobre la tierra suelta que polvoreaba sus costosas zapatillas de marca deportiva.
—¿Así que ese es tu nuevo compañero? —preguntó y YoonGi asintió rápidamente—. Espera un momento... esas ropas...
—Sujétalo —habló otro hombre, haciendo que lo tomaran por las muñecas.
Al ver que el sujeto se dirigió hacia el chico que se escondía estúpidamente detrás del muro se alteró de inmediato. Se suponía que debía cuidarlo, no meterlo en problemas.
De un tirón se soltó del hombre para correr hacia el otro y tomó el manojo de billetes que este tenía en las manos. Dio dos grandes zancadas para tomar al chico del brazo y tiró de él para que salieran del lugar.
—¡Hey!
Echó despreocupadamente el dinero dentro de la mochila para luego cerrarla y ponerla sobre su hombro. Tomó al chico por la muñeca para tirar de él con la intención de correr más rápido, evitando rotundamente los gritos e improperios que fueron dichos por los hombres que se subieron a sus autos y corrieron detrás de ellos.
De un momento a otro sintió que la mano que agarraba se soltó y se alejó. Con ello se detuvo inmediatamente para darse cuenta que el contrario se tropezó.
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Versus • || YoonMin ||
Fanfiction|•| Había que hacer lo necesario por dinero, ese era el punto. El que YoonGi tuviese que salir de los peores barrios de Seúl para meterse a la casa de un chico rico ya era un cambio, especialmente si ganaba grandes sumas de dinero solo por cuidarlo...