Un asesino para cada signo...
Aries: Damien. La profecía. (The Omen, 1976)
Damien es una criatura inocente, que no tiene la culpa de haber sido elegido por el propio Satán para ser el Anticristo (como tú comprenderás).
Vive protegido por las fuerzas oscuras y va creciendo, mientras aquéllos que pretenden destruirle fracasan en su intento y mueren. Ninguno se salva ni de casualidad.
Hasta que llega el día en el que Damien acepta sus poderes y su gran misión. Escala con decisión por la sociedad y se prepara para enfrentarse a los personajes bíblicos que hagan falta. ¡Ahí! Con dos versículos.
Tauro: Hannibal Lecter. El silencio de los corderos. (The Silence of the Lambs, 1988)
El Dr. Lecter es un psicópata exquisito, culto, de buenos modales, amante de la música clásica, de los delicados aromas y los deliciosos manjares. Aunque, sus preferencias gastronómicas se salen un poco de lo común.
En ocasiones opta por devorar a los ceporros vulgares que exhiben malos modos. No los soporta. Por lo que él se da un gusto aprovechando lo mejor que tienen (su carne, mmmm...) de paso que acaba con la cutrez de su existencia.
Géminis: Jekyll y Mr. Hyde (Strange Case of Dr Jekyll and Mr Hyde)
El Dr. Jekyll es un hombre de ciencia, convencido de que en cada persona conviven dos fuerzas: el bien y el mal. Al tratar de separar en sí mismo esas dos facetas, nace Mr. Hyde, que le permite al virtuoso Dr. Jekyll entregarse a placeres prohibidos, como el de liquidar a molestas y simplonas criaturas.
Jekyll le encuentra el gustillo a vivir experiencias variadas y no deja de transformarse de bueno a malo y de malo a bueno, una y otra vez.
Así, hasta que Mr. Hyde se va haciendo cada vez más fuerte y lo jode todo.
Cáncer: Norman Bates (Psicosis, 1960)
Norman es un hombre reservado, amable y apocado a primera vista y con una dependencia exagerada hacia su mamá.
En realidad, el buen hombre se siente culpable porque, a causa de los celos, liquidó a su madre y al amante de ésta tiempos atrás.
Arrepentido, Norman decide devolver la vida a su madre viviendo una parte por ella. Por lo que no duda en encasquetarse la peluca, la bata y un lustroso cuchillo, que le sirve para quitar de en medio a los intrusos metomentodo.
Leo: Madrastra de Blancanieves(Schneewittchen)
La reina hechicera era la más bella del reino. Eso le decía su espejo impepinablemente, día tras día, cuando la reinona posaba ante él para preguntárselo.
Hasta que un día, el espejo infeliz le responde que la más bella es Blancanieves.
¡La madre que lo trajo!
Verde de la envidia y del coraje, se vuelca en aniquilar a su insignificante ahijada, a quien no le queda de otra que dejarse ayudar por siete malandrines solteros.
Virgo: Jack, el destripador (Jack the Ripper)
Éste es un asesino real, del que se han ocupado el cine y la literatura, pero tan discreto que nunca llegó a ser detenido ni identificado por la policía.
El bueno de Jack asesinó a unas cuantas prostitutas londinenses a finales del siglo XIX y, aún hoy, es una figura que se sigue investigando.
¿Lo último? Que Jack en realidad era mujer. Para más señas, Lizzie Williams, la esposa de un médico sobre quien recaían bastantes sospechas.
Lizzie no podía tener hijos. Y, en teoría, como estaba muy cabreada por este asunto, extirpaba el útero a las prostitutas o, al menos, hacía el intento.
Un buen día dejó de matar, supuestamente, porque su última víctima fue una descocada con la que su marido tenía un lío. Lizzie dio por concluido el "salchichinio". ¡Y nunca la pillaron, oiga!
Libra: Milton. Pactar con el diablo. (The Devil's Advocate, 1997)
Milton es el demonio (literalmente). Es culto, refinado, rico y acumula poder dirigiendo un despacho de abogados, empeñados en que el sistema judicial declare inocentes a los individuos más abyectos que te puedas imaginar.
Crímenes y expolios se suceden, mientras que Milton no cabe en gozo de su éxito. Por eso, y porque el principal artífice de sus victorias es un abogado vanidoso, a quien continuamente Milton le da a escoger entre el bien y el mal.
Y el listillo presumido cae redondo en el pecado una y otra vez, mientras que Milton lo celebra preparándole la enésima disyuntiva.
Escorpio: Carrie. (Carrie, 1976)
Carrie es una adolescente introvertida, que es objeto de las burlas de sus compañeros de instituto. Su vida tampoco es fácil en casa, gracias a su espantosa madre.
La pobre mantiene controlada la situación, por fortuna para todos, porque posee poderes psíquicos que se desatan cuando siente ira.
Pero sus estúpidos compañeros le preparan una broma pesadísima para el día de la graduación y hacen enfadar tanto a Carrie, que ésta les da vía libre a sus poderes hasta que no queda ni uno vivo.
Sagitario: Kramer "JigSaw". (Saw, 2004 y sigs.)
Un asesino en serie juguetón, que nunca se mancha las manos de sangre, y no por ello menos terrorífico.
JigSaw prepara pruebas para dar a elegir a sus víctimas entre vivir o morirse y, cómo serán, que la mayoría eligen morirse.
Suele escoger para "jugar" a aquellos cenizos que no aprecian lo que tienen en la vida. Si no eres un ingrato, estás a salvo.
Capricornio: John Doe. Seven. (Se7en, 1995)
Este John es una joya: tranquilo, inteligente, culto, organizado, meticuloso y amante del orden, el decoro y las buenas costumbres en general.
Tiene un cometido: Encontrar a desvergonzados pecadores para cada uno de los siete pecados capitales y librar al mundo de su presencia, antes de que la policía le eche el guante.
Acuario: Doctor Moreau. La isla del doctor Moreau. (The Island of Dr. Moreau, 1996)
El doctor Moreau es un científico que lleva a cabo sus investigaciones en una isla. Allí trata de convertir a los animales en humanos, dando lugar a abominables engendros civilizados.
Moreau no es violento, sino todo lo contrario, pero castiga o quita de en medio a todo aquel mutante que haga el bestia.
Piscis: Freddy Krueger. Pesadilla en Elm Street. (A Nightmare on Elm Street, 1984 y sigs.)
Freddy es un asesino terrorífico, pero de los que nunca pierden su sentido del humor ni su estilismo chistoso, salvo por ese guante cortante con el que ejecuta sus faenas.
Siempre ataca en sueños, lo que aún lo hace más peligroso. Porque, en estado consciente, una víctima potencial puede correr o buscar salidas, pero cuando duerme está tonta y le falta tiempo para colocarse en la trayectoria de las cuchillas de Freddy.
