Capitulo quince

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Unos toques en la puerta se escucharon y Niall fue a abrirla con prisa. Frente a esta se encontraba Harry con la respiración agitada y su cabello alborotado. Llevaba puesto únicamente una camisa delgada blanca y unos pantalones de mezclilla gastado. Entro al departamento arrastrando los pies, para dejarse caer sobre el sofá más pequeño.

―Espero sea realmente importante Malik. Mira que he dejado a mi novia alborotada solo para ver que ocurría contigo. ― comento rápidamente, mirándome con el ceño fruncido.

―Jessica está embarazada ― solté de golpe, y espere alguna respuesta de su parte.

Su rostro se torno de un color rojo. Sabía que se encontraba enojado. Sin darme cuenta lo tenía encima de mí, tomándome de la playera.

―Eres un idiota ― mascullo Harry y me di cuenta que había sido una mala idea llamarlo.

No lo entendería, o bueno, eso parecía ya.

Es el mejor amigo de Lyla y por lo tanto, la defendería y si fuera necesario, me golpearía a causa de esto.

― ¿Para eso me llamaste? ― pregunto, tensando la mandíbula, calmando sus intensas ganas de tirarme un golpe.  Rápidamente llego Niall y junto a el Liam para tomarlo por ambos brazos y quitarlo de encima. ― Suéltenme, voy a partirle la cara a este imbécil… ― sus ojos se oscurecieron por el desprecio que en ese momento siente hacia mí. Su cuerpo tiembla, y yo retrocedo con un poco de miedo. Es más alto que yo, y quizás… podría conmigo. ― ¿Sabes lo ilusionada que me llamo Lyla para contarme que habían regresado? ¿Qué por fin las cosas se había arreglado y….? ― se callo de golpe y apretó los dientes mirándome con odio. ―Eres un maldito hijo de puta. ― Se suelta del rubio y del castaño, y se revuelve el cabello, con frustración. ― Me voy… ― camina con paso decidido y duro hacia la puerta, y sale del departamento azotando la puerta de madera.

―Debiste haberlo dicho con calma y sin apresurarte ― menciono Liam mirando la puerta, asimilando los tres la reacción del ruliento.

―Necesito pensar… estar solo ― tome mi chaqueta de cuero que yacía en el sofá y Salí de mi departamento  con prisa. No quería ser cuestiono por Liam y Niall para saber mi paradero. Solo quería reflexionar, relajar mi mente y mi cuerpo por esta situación. Cuando estuve en la planta baja, fui hacia el estacionamiento por mi motocicleta y me monte en ella. Era la segunda vez, desde hace años, que la usaba. Y la primera fue para ver a Lyla. Había quedado parada por casi 4 años y el único transporte que utilizaba el viejo cacharro que mi padre me había regalado y habíamos arreglado muy bien.

Lo que ahora necesito, es volver hace unos años atrás, recordar lo feliz que era y cuando nadie se había interpuesto entre Lyla y yo. Excepto Perrie y sus inútiles intentos por ‘separarnos’. No había echo un gran esfuerzo, pero rápidamente desapareció, volviendo quizás a los Estados Unidos.

Deje de pensar un momento, ya que el sonido de un claxon me hizo despertar y poner la motocicleta en marcha.  Pase el semáforo que se encontraba en luz amarilla con rapidez, y me relaje al sentir el viento rozar mi rostro y cabello.

Tendría un hijo… con Jessica.

Esa idea me desagradaba. No por el bebé, si no porque la madre fuera ella.

Pare la motocicleta en mi destino, y me di cuenta que me encontraba frente a la casa de Lyla. Mi cuerpo se movía por sí solo, y comencé a subir por el pequeño árbol que daba a la ventana de mi aun-exnovia-pero-que-pronto-volveríamos, y agradecí porque se encontrara abierta.

De pronto, comencé a escuchar algo que me dejo confundido.

― ¿Le dirás? Tiene que saberlo Lyla… ― dijo la voz, que al parecer era de Leslie.

―N-no sé. ¿Y si lo toma mal? ¿Y si me deja después de eso? ― responde Lyla, y presiento que es de mi de quien hablan.

― ¡Por el amor de dios Tomlinson! ¡Es su hijo! No creo que lo rechace, y menos si dice tanto amarte… ― De acuerdo. Definitivamente hablan de mí. Pase la ventana, cayendo fuertemente en el cuarto, y vi como ambas se sobresaltaban. Los ojos de Lyla se encontraban rojos y húmedos por las lágrimas, y abiertos por la sorpresa de verme ahí. La expresión de Leslie era seria, pero se notaba igualmente sorprendida. ― Los dejare a solas ― no nos dio tiempo de replicar cuando Salió de la habitación dando un portazo.

Lyla se encontraba sentada en la cama, con pañuelos en su mano y sobre el colchón, mirándome con sus ojos cristalizados. Agacho la cabeza. Me acerque con paso decidido hacia ella, y me hinque para poder ver su hermoso rostro bañado en aquellas gotas saladas que derramaban sus ojos.

―Creí que vendrías mañana… ― articulo con voz quebrada luego de unos minutos.

―Quería verte… ― acerque mi mano a su mejilla,  y comencé a acariciarla suavemente con la yema de los dedos. ― ¿Tienes algo que decirme…? ― pregunte, para que me dijera lo que tanto anhelaba escuchar –y que había escuchado-. Quería que me lo dijera, directamente a mí. Cara a cara. ― Lyla… por favor, necesito que me lo digas. Necesito que me digas lo que es obvio, que ya escuche.

―Estoy embarazada… ― tapo su rostro con ambas manos, y comenzó a sollozar fuertemente. Me levante del suelo y la tome entre mis brazos, abrazándola. ― Yo… Sacare una cita para ver a un medico dentro de unos días… Necesito calmarme un poco. ― me dice cuando su llanto ceso un poco luego de casi 10 minutos.

― ¿Puedo acompañarte? ― pregunte, teniéndola aun en mis brazos. Levanto la vista y vi como sus ojos brillaban y una pequeña sonrisa se asomo en sus labios.  Sorbió la nariz y asintió. Tendría un hijo con Lyla, un bebe al que amaría con todas mis fuerzas y daría la vida por él. No podía estar más feliz… Pero a mi mente vino Jessica. La sonrisa que tenía desapareció y solo pensaba en cómo se lo diría a Lyla. ― Te amo… ― pronunciaron mis labios inconscientemente, mientras la apretujaba con mis brazos. ― Por favor, perdóname. Di que me perdonaras y no me dejaras… por favor. ― sentí un escozor en mis ojos, y estos rápidamente se llenaron de lágrimas. Tenía que sacar todo lo que llevaba soportando estos días. Ella asintió sin entender, enjugando con sus suaves dedos las gruesas gotas que caían por mis mejillas. ― Por favor… ― repetí. Tome una gran bocanada de aire, y solté todo. ― Jessica está embarazada. ― Sus manos, que habían estado aferradas a mi torso, había dejado de hacer presión y se alejaron. Su cuerpo se tenso y sus ojos se abrieron demasiado. Se bajo de mis piernas, y se alejo de mi, situándose al otro extremo de la cama. Esta callada. ― Por favor, di algo. Grítame si quieres, lo merezco. ― dije con desesperación al ver que no reaccionaba demasiado ante esa declaración.

― ¿Cuánto tiene? ― pregunto en un hilo de voz.

―3 semanas… casi 4 ― conteste a su pregunta. ¿Eso era todo? ¿Acaso no me gritaría?

―Bien… ― se bajo de la cama y yo le seguí. ― Vete… por favor, vete. ― articulo. Oh no, me dejaría. Pero no la culpaba.

―Lyla… ―me acerque a ella, pero dio unos pasos, retrocediendo hasta que choco con el borde de la ventana. ― Te amo, por favor no me dejes ― Con rapidez la abrace y enterré mi rostro entre la curva de su cuello. ― No me alejes de ti, de mi hijo… ―mencione, ya con lágrimas cayendo de mis ojos, mojando su cuello y blusa. Pude sentir –y oí- como un sollozo salía de su pecho y volvió a aferrarse a mi cuerpo.

― Pero ella… ― la interrumpí.

―Lyla, ella no me importa. ― dije ― estos días, que no he podido venir a verte, es porque he estado solucionando ese asunto. Quiere que me case con ella, o no me dejara ver al bebe. ― Me aleje un poco de ella, para poder mirarla. Limpie mis lagrimas, para después limpiar las suyas y seguí hablando. ― He metido una demanda, y todo está a juicio. Mañana el juez dará a conocer su decisión y en cuanto eso pase, por fin estaré contigo… con ustedes. ― Pegue mi frente a la suya, mirándola directo a los ojos, una sonrisita se asomo por sus labios, pero aun así, no alcanzo a llegar a sus ojos. ― Te lo prometo. ― Acerque mis labios a los suyos, necesitado por tenerlos cerca, saboreando cada centímetro de ellos. 

Bad Boy {Zayn Malik} Segunda temporada (TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora