Despertó Lyla sola sobre la cama de Zayn completamente desnuda, con una sábana blanca cubriendo su cuerpo. Se encontraba boca abajo, con todo su cuerpo expandido en el colchón. Su cabello se encontraba esparcido sobre la almohada. Encontró a su lado una hoja de papel con algo escrito.
Se incorporo en la cama, dejando que la sabana resbalara de su cuerpo. Restregó sus ojos varias veces, para poder tener una mejor visión y tomo el pedazo de papel.
“He tenido que salir. Ya sabes, trabajar y eso. Cuídate mucho y no hagas alguna locura. Te quiero sana y salva. Te amo. Zayn x “
Sonrió de lado y dejo la nota sobre el buro que se encontraba a un lado de la cama. Salio de esta, estirando su cuerpo, y caminando desnuda hacia el cuarto de baño, no sin antes meter un cambio de ropa. Se baño e hizo sus necesidades. Peino su cabello en un chongo alto y salió. Se había colocado unos mayonesa negros y una camiseta de tirantes blanca, para encima colocar una camisa blanca con cuello casi transparente y sin mangas; y un par de zapatos café.
Bajo hacia la cocina, con toda la intención de prepararse un buen desayuno.
Se encontraba sacando cosas de la alacena y el refrigerador, cuando tocaron a la puerta.
―Sabia que estabas aquí ― murmuro Harry recargado en el marco de la puerta, sonriendo de lado, dejando mostrar ese pequeño hoyuelo que se formaba en su mejilla. Tomo entre sus brazos a su mejor amiga y la giro en el aire para después besar su mejilla y bajarla.
―También me alegro de verte Hazza ― dijo Lyla, sonriéndole.
―Estás sola. ― dijo el ― Vamos, te llevare a desayunar. ― Tomo la mano de Lyla, y espero que tomara las llaves del departamento que colgaban de un pequeño porta-llaveros alado de la puerta.
―¿Solo tú y yo? ― pregunto ella al momento en que cerraba la puerta detrás suyo.
―Sí, bueno… Mi novio tuvo que ir a visitar a sus padres. Ya sabes, Cheshire y todo eso. ― hizo una mueca mientras hablaba, y manoteaba en el aire. Lyla únicamente rio por los gestos de su amigo.
―Está bien ― se encogió de hombros y entraron al ascensor.
―¿Te importa si vamos en Taxi? Gemma se ha ido y se ha llevado consigo el auto. ― Bufo Harry. El ascensor se detuvo y llegaron al último piso del edificio.
―Claro ― dijo Lyla distraídamente ― ¿Por qué se ha ido? Han pasado tantas cosas Harry, que no se por dónde empezar a preguntar. ― Caminaron aun tomados de la mano hacia un taxi, que se encontraba desocupado y subieron. Harry dio la dirección del lugar al cual llevaría a desayunar a Lyla y siguieron conversando.
―Bueno, son muchas cosas. Desde que te fuiste… las cosas cambiaron radicalmente. ― dijo asintiendo ― Gemma regreso un tiempo a Cheshire, a nuestra antigua casa donde ahora viven mamá y ella. Estuvo alrededor de 4 meses alla. Y cuando volvió… Regreso con un hombre. ― Sus ojos oscurecieron ante ese recuerdo, pero siguió hablando ― Se llama David Taylor.
―¿David Taylor? Que rara combinación de nombre.
―Bueno, Taylor es su apellido. ― menciono Harry.
―Oh, claro. ― murmuro Lyla avergonzada ― continua.
Suspiro. ― Al principio no me daba buena espina, venia con su pinta de chico malo, aunque solo de la cara. Parecía como si todo le disgustara.
Se cayó por unos instantes.
―Pero luego comenzamos a tratarnos ― una sonrisa apareció en su rostro. El taxi se detuvo y pagaron la tarifa. Se bajaron y entraron al lugar.
Buscaron una mesa cerca de alguna ventana, y un poco retirada de la gente y se sentaron.
Lyla se inclino sobre la mesa, apoyándose en sus codos para seguir escuchando a Harry.
―Me di cuenta de que no era malo. No hay que juzgar a un libro por su portada y el… solo tenía la facha. ― murmuro, con sus ojos clavados en la nada.
Volvió en sí, y miro a Lyla, quien tenía una gran sonrisa.
―Eso mismo pensaba de Zayn y ¡Mira! Estoy embarazada de él y lo amo como no te imaginas. ―dijo ella con una sonrisa.
De pronto, el rostro de Harry palideció y Lyla temió lo peor.
―¿Qué es lo que te preocupa Harry? ― pregunto Lyla en un susurro lastimoso.
La camarera se acerco a su mesa, pidiendo su orden, dejando la pregunta de Lyla en el aire.
Cuando la mujer se fue, Harry soltó un gran suspiro y miro por la ventana, observando el clima nublado y triste.
―Tengo miedo.
Susurro. Un susurro ahogado y dolido. Casi lamentándose por lo que sucedía. Giro su rostro hacia su mejor amiga y ella pudo ver en el, en sus ojos el temor. Pero ¿Por qué?
―¿A que le temes? ― paso una de sus manos por encima de la mesa, para tomar una de él. Espero una respuesta.
―A que salgan lastimadas. ―Cerro sus ojos fuertemente, y después los abrió, presa del pánico ― Ella también está embarazada. ― La boca de Lyla formo una pequeña ‘o’ . No dijo nada, realmente no sabía que decir.
―No nos pasara nada Harry. ― dijo ella y apretó su mano suavemente sobre la de él. ― No dejare que él me haga nada. Zayn es bueno Harry.
―Pero… ― el miedo seguía en su voz ― si llegara a decirte algo….
Lo interrumpió ― No lo hará ¿de acuerdo? Harry ― Lyla soltó un suspiro cansado y siguió hablando ― El tiene mucho miedo por esto. ¿De acuerdo? Vamos a ser padres. La situación se nos salió de control. Pero JAMAS me ha dicho que haga algo en contra de este bebé, y JAMAS me ha demostrado o dicho que no lo quiere. No tienes porque temer.
Harry suspiro, intento controlar aquel temor que lo carcomía.
Lyla era su mejor amiga, la quería mucho como para verla lastimada. Y Gemma era su hermana. No soportaría verlas a ambas en depresión por un hombre.
Pero sabía que eran ideas suyas. Tenía que confiar en David y Zayn.
El almuerzo había sido más tranquilo en cuanto el terror había sido dejado a un lado de la mente de Harry.
Salieron del local, Lyla tomando el brazo de Harry mientras caminaban por la acera de la ciudad.
Caminaron por un largo rato, sintiendo por momentos como la fría brisa llenaba el lugar, para luego sentir gotas heladas caer sobre sus cuerpos. Corrieron hasta la parada del autobús, para refugiarse un poco del agua, riendo como adolescentes.
―Esto es… si me resfrió, caerá la culpa sobre tus hombros Styles― comento Lyla riendo, golpeando juguetonamente el brazo de su mejor amigo. Se sentaron a esperar a que un taxi pasara por la zona.
El cuerpo de Harry se petrifico por unos momentos al ver a alguien que no creía que vería de nuevo. Las miradas de ambos se encontraron. Aquella persona miro a la mujer que tenia al lado. Lyla, quien miraba el cielo gris, cerrado con grandes nubes negras llenas de agua. La vista de Harry había caído sobre su mejor amiga, y cuando volteo a ver a aquella persona, había desaparecido.
Un alivio lo inundo por completo. Necesitaba mantener lejos a Lyla de aquella persona que no dudaría en hacerle daño, si sabía quién era.