Únicamente escuchaba como parloteaban Liam, Jessica y Niall. Mis parpados pesaban demasiado, amenazando con cerrarse en cualquier instante.
―Zayn ― escuche como me nombraban varias veces, hasta que algo golpeo mi cabeza haciéndome reaccionar.
―Que… ―hable mientras abría mas los ojos y soltaba un gran bostezo.
―Amor, que sucede contigo. ¿Por qué siempre estas con sueño? ― pregunto Jessica ― ¿Qué es lo que no te deja dormir? ― Mi mirada rápidamente fue hacia Niall quien me miraba ya. El sabía la razón de todo. Sabía que era lo que noche tras noche atormentaba mis sueños.
― ¿Alguien sabe cuando llega Harry? ―pregunte cambiando de tema drásticamente. Lo menos que quería era que mi… novia, comenzara a hacer preguntas que me serian difíciles de responder.
Alta, cuerpo delgado con curvas, cabello largo de un negro intenso. Una bella sonrisa, y unos hermosos ojos marrones. Bueno, era bonita.
―… ¿Quién dicen que vendrá? ― pregunto Jessica de pronto, sin entender yo su pregunta.
Liam y Niall se miraron entre sí, sin saber si responder o no a la pregunta de ella.
―Harry vuelve en dos días. ― Informo Liam.
―El 22 hara una fiesta. ― Ahora fue Niall el que hablo.
―Dónde demonios la hara si se mudara en cuanto llegue. ― Dije yo.
―Volverá solo. Su madre se quedara en Cheshire. ― respondió Liam un poco serio.
― ¿Esto es una invitación? ― pregunto Jessica sorprendida. A Harry no le agradaba el hecho de que estuviera con ella, únicamente por el hecho de que, quiero seguir con mi vida, y olvidarme de Lyla –cosa, que a este paso, veo casi imposible-.
―Pues… algo así. ― contesto Niall un poco dudoso. ― ¿Irán?
La mirada de Jessica se dirigió a mi, esperando a que dijera una respuesta. Si, o no. Hubo un largo silencio, hasta que decidí dar mi respuesta.
―Claro que iremos. ― dije con un poco de obviedad, mientras apenas sonreía.
―Bueno, nos vamos… Iremos con… Louis. ― La expresión ‘alegre’ de mi rostro desapareció al escuchar su nombre. Y solo por el simple hecho de que me recordaba a… ella. Sus rostros eran similares, y como no, si son hermanos. Su cabello del mismo todo, y el mismo sentido de humor y la inmadurez.
―¿Quién es Louis? ― pregunto Jessica, con curiosidad.
―Un amigo. ― contesto rápidamente Liam. Caminaron rápidamente hacia la puerta. Se despidieron únicamente con un ‘Hasta luego’ y cerraron con fuerza la puerta.
Recosté mi cabeza sobre el respaldo del sofá en el que estaba sentado, y solté un suspiro, sintiendo la penetrante mirada de mi novia clavada en mí. Sabía que tenía dudas. Muchas. Pero no estaba listo para contestarlas.
¿Quién era exactamente Louis? ¿Por qué mi facción cambio en cuanto lo nombraron? ¿Cuál era la razón por la cual ella no le agradaba a Harry? ¿Qué –o más bien, quien- era lo que no me dejaba dormir hasta ciertas horas de la madrugada? … No, no estaba dispuesto a contestarlas, por el simple hecho de que, era muy duro para mi recordarla, y… saldría todo de mi boca. Hablaría sobre ella, y abriría aun más la maldita herida que no quería sanar.
Note de reojo como se acercaba hasta mi y se sentaba con cuidado sobre mis piernas, para abrazarse a mi torso y recargar una de sus mejillas en mi pecho.
―Te quiero. ― murmuro, antes de alzar un poco su rostro, hasta la altura del mío y depositar un pequeño beso.
Me sentía una mierda en ese momento.
¿Por qué demonios le hacía eso? Llegara el día en que no podría más y le diría todo. El porqué estaba con ella. La lastimaría, pero… había llegado muy lejos ya. ¿Qué tenía que hacer para solucionar las cosas? De alguna manera, terminar con ella no seria una solución exacta para lo que yo mas anhelaba. Tener de nuevo a Lyla entre mis brazos. Que, quien fuera la que estaba sentada sobre mis piernas, diciendo lo mucho que me quería fuera Lyla, y no ella.
Mi cabeza daba vueltas, y realmente me confundía. ¡Qué demonios debía hacer ahora! Me encontraba confundido, desesperado, queriendo que me dieran una ayuda, un pequeño empujoncito para tomar una decisión rápido.
―Me tengo que ir. ― Volvió a besar mis labios, ahora con mas lentitud. ― Te veo el día de la fiesta cariño. ― la mire sin entender muy bien. ― Viajare con mamá. Iremos por mi hermano a Londres.
―Suerte. ― La despedi y acompañe hasta la puerta. Cuando por fin se había ido, me recargue sobre la madera de la puerta y fui resbalando hasta llegar al suelo. Me sentía vulnerable, con ganas de gritar y sacar todo lo que tenia dentro. Llorar. Gritar. Desaparecer en ese instante. El enojo y el llanto se apoderaron de mi. Golpee con fuerza la pared que se encontraba a un lado de la puerta, varias veces, hasta que mis nudillos me dolieron y comenzaron a sangrar. Pero el dolor no era comparado con el que mi corazón sentía.
“Eres una mierda Malik.” Me dijo una vocecilla en mi cabeza. “Juegas con ella.” Volvió a decir aquella voz, ahora más intensa, más fuerte. Lo sabía, sabía que jugaba con ella, pero…
¿Qué hacia?