Esa misma tarde me marché por órdenes de Marta a entrenar con los demás ya que tenía que continuar tratando a Cristian y a Erik, por el camino estuve pensando que clase de entrenamiento seguiríamos, al llegar encontré a todos meditando para esperarme.
-Hola Sara, me alegra que hayas podido venir. Dijo Arsen.
-No es nada, Marta dijo que viniera para relajarme un poco de tanta misión. Contesté yo.
-Entonces; acércate, tu me ayudarás con la clase en sustitución de Marta.
-Vale.
Me acerque a él despacio y me coloqué a su lado, era bastante más alto que yo, e intimidaba un poco el tenerle tan cerca pero; respiré hondo y me relajé.
Tras unos minutos todos se levantaron y por parejas comenzaron a practicar ataques, yo como no, tuve que pelear contra Arsen y, para mi sorpresa fue más fácil de lo que me esperaba, aunque no gané si que disfruté del combate, cosa que no me ocurría desde hacía tiempo, concretamente desde que no entrenaba con Cristian, Jack y Karen, los echaba de menos a los tres pero; por distintas razones habíamos tenido que separarnos en varias ocasiones y no habíamos vuelto a entrenar desde aquel día en el que Hades atacó nuestro colegio y ahora, bueno, todo había sido diferente desde aquel día.
Un rápido ataque de Arsen me sacó de mis pensamientos justo a tiempo para esquivarlo.
-¿Que te pasa?, ¿ya te has cansado?. Preguntó lanzando otro golpe.
-No, simplemente estaba reflexionando acerca de algo pero; no importa porque, el combate ya ha terminado. Dije yo golpeándole en el pecho y derribándole.
-Eres buena, lo reconozco, ya se porque Marta te tiene tanto aprecio.
-Gracias, tu tampoco lo haces mal. Dije sonriendo.
-Gracias a ti, viniendo de alguien como tú significa mucho.
-Bueno, ¿que tal si descansamos un poco?, parece que tus alumnos no nos siguen muy bien el ritmo. Dije sin hacer mucho caso a su comentario.
-Me parece bien, aprovecharé para ir a ver como va Marta, en seguida vuelvo. Dijo mientras se alejaba.
-Bueno chicos, buen entrenamiento, en quince minutos lo retomaremos, podéis aprovechar para descansar, comer, leer o lo que queráis. Dije yo alzando la voz para que me oyeran.
Todos suspiraron y cayeron rendidos al suelo jadeando y con sobre aliento, ¿nos habríamos pasado?, miré la hora y llevábamos poco más de una hora entrenando, parece que si que había sido demasiado para ellos pero; para mi no era demasiado ya que normalmente estaba seis horas entrenando.
Decidí sentarme a meditar y relajarme un poco pero; a penas un minuto después, vino Víctor a hablar conmigo.
-Hola Sara, ¿como estas?, oí que la misión no salió muy bien. Dijo él sin rodeos.
-Hola Víctor, me encuentro bien gracias por preguntar, lo cierto es que si salió bien pero; hubo una pequeña sorpresa no muy agradable con la que nos encontramos. Contesté fríamente.
-¿Que tipo de sorpresa?.
-Un rastro de cadáveres que nos llevaron hasta el enemigo.
-Pero; eso es muy sádico, ¿no crees?.
-Para la persona a la que nos enfrentamos no hay nada sádico, ni mucho menos esta pequeñez, la siguiente vez que nos encontremos estoy segura de que el escenario será aún peor y deberemos estar preparados para cualquier cosa. Dije con indiferencia.
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Los espadachines místicos.
Genç KurguEsta es la increíble historia de Sara y sus amigos. De como no solo lucharán contra fuertes oponentes si no que también, combatirán contra sus propios sentimientos y contra un futuro ya predestinado para ellos, aún si eso significa la muerte o el ab...