El tiempo pasa, y muy rápido. El disco de Pablo ya ha salido y menudo éxito que está teniendo. Ahora tocan unos meses de gira, recorriendo distintas ciudades, países...
Y aquí nos encontramos, en Zaragoza, primera parada.
Me encanta ver como montan el escenario, como trabajan unidas las ciento de personas que forma el equipo.- Adriana, ¿puedes venir un momento?.- me pregunta Juan, unos de los montadores.
- Sí dime, ¿qué quieres?.- le contesto.
- ¿Podrías subirte aquí y sujetar un momento este cable?.- me dice.
Ay dios, ¿ y ahora que le digo? Tengo mucho miedo a las alturas.
Miro a dónde tengo que subir y está alto, bastante alto para mí.
- Pero no tardes mucho por favor.- le digo con miedo.
-No, no te preocupes. Pero eso sí, sujétate bien y ten cuidado.- me advierte.
Madre mía, si ya me daba miedo ahora al decirme esto más todavía.
Empiezo a subir poco a poco los peldaños de la escalera, hasta sujetar lo que Juan me había pedido.
Adriana no mires para abajo.
Mis nervios crecen por momentos. ¿Por qué tarda tanto este hombre?
De repente escucho un ruido y me giro, por lo que pierdo el equilibrio y la escalera se tambalea.Adiós vida, me despido.
Miro hacia donde procedía el ruido y veo que aparece Pablo.
Narra Pablo
¿Qué hace ahí? ¡Está muy alto!
-Joder Pablo, que casi me mato por tu culpa.- me dice resoplando.
-¿Que haces ahí subida? ¿Estás loca?.- le digo mirándola.
- Ahora te lo explico pero ¡ayúdame a bajarme!.- me contesta desesperada.
Me acerco a la escalera y la sujeto.
- Venga tranquila, ahora poco a poco ve bajando.- le digo tratando de tranquilizarla.
- ¡Ay no, que miedo! ¡Se que me voy a caer!.- me dice muy asustada.
Pobrecita... ¿Y ahora como hago yo para bajarla?
Empiezo a subir los peldaños hasta que la tengo a poca distancia.
Que buenas vistas tengo desde aquí... Pablo ya, no empecemos.
-Venga ya estoy aquí Adri. Si te caes tu me caigo yo, así que ya sabes.- me río para tranquilizarla.
La verdad es que esto está alto, muy alto...
Poco a poco vamos bajando hasta que llego al suelo.
- Pablo, ¿cuánto queda?.- me pregunta.
Todavía no se ha dado cuenta que ya estamos abajo y comienzo a reírme.
- Joder, vamos ya y deja de reírte.- me contesta.
- Adri abre los ojos y salta hacia atrás. Confía en mi.- le digo riéndome.
Me hace caso y al saltar la cojo por la cintura.
Narra Adriana:
- Ya estás en tierra firme mi niña.- me susurra en el oido.
Se me eriza la piel y lo único que puedo hacer es sonreír.
- Gracias Pablete.- le digo abrazándolo.
Que bien huele... Me encanta estar entre sus brazos, mi mejor refugio.
Poco a poco nos vamos separando.
- ¿Qué hacías ahí Adri?.- me pregunta Pablo.
- Un montador me dijo si le hacía el favor de sujetarle un cable, mientras él iba a por algo que le hacía falta.- le digo poniendo cara de buena.
- ¿Y no se dio cuenta de lo que podría haber pasado?.- me dice entre enfadado y preocupado.
- No digas eso, piensa que estoy sana y salva.- le digo, quitándole importancia al asunto.
- Pero ya somos mayorcitos, y el tenía que haber tenido en cuenta que te podías haber caído y...- me dice.
Pero no le dejo terminar y lo abrazo de nuevo. Envuelvo mis brazos alrededor de su espalda y lo voy atrayendo hacia mi. Él hace exactamente lo mismo que yo.
Me podía pasar la vida entera entre sus brazos...
- No lo pienses más Pablete. Gracias por preocuparte por mí.- le susurró cerca de su cuello.
Noto como se estremece y sonríe. Al rato me dice muy bajito.
- A ti mi niña, por aparecer en mi vida.
Dios, ¿lo he escuchado bien?
Hago como si no hubiera oido nada.
- ¿Me has dicho algo Pablo?.- le pregunto.
- Emm, no nada.- me contesta.
Se hace un silencio incomodo hasta que me dice:
- Luego nos vemos Adri, que tengo unos asuntos pendientes.
Y ten cuidadito, que ya no estoy aquí para salvarte.- me dice de broma.- Lo tendré.- le digo riéndome.
Y se despide dándome un beso en la frente.
Cada día que pasa, lo quiero más.
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El buen amor es quererse bien
Fanfiction"Y es que ya ves, no hay medida en nuestra forma de querer..."