Me despierto en una habitación que no es la mía. Siento una respiración suave junto a mi oído y unas dulces caricias en mis brazos.
Me giro y veo a Pablo mirándome fijamente, como si de algo valioso me tratase. Y ya vuelvo a la realidad, recordando que me encuentro en la casa de Pablo con su familia, disfrutando de unos días con ellos.- ¿Cuánto tiempo llevo durmiendo?.; le pregunto dándole un beso en la mejilla.
- Unas dos horitas. Estabas de verdad cansada.- ríe besando mi frente.
- Un poquito nada más.- le digo sonriendo.
- Tienes el tiempo justo para ducharte y ponerte guapa. Venga, levanta dormilona, que nos vamos a cenar.- dice cogiendo mi mano.
- ¡Eso se avisa antes Pablo!.- le digo dándole un codazo.
- ¡Auch! Eres muy bruta mi vida.- ríe Pablo.
- Pero esta bruta te quiere.- le digo acercándolo a mi y besando con dulzura sus labios.
Los minutos transcurren sin que nos demos cuenta, solamente disfrutamos el uno del otro.
- No es que tenga ganas de separarme de ti, pero siento decirte que no te va a dar tiempo como sigamos así.- me sonríe pícaramente.
- Tienes razón. No quiero hacer esperar a tu familia.- digo levantándome de la cama rápidamente.
- Nuestra familia.- susurra Pablo.
Busco en la maleta algo apropiado para ponerme. Son todos muy elegantes y no es cuestión de que vaya con unos pantalones vaqueros y una simple camiseta.
- Pablo, no se que ponerme.- digo suspirando.
- Estás guapa con todo mi niña, no te preocupes.- me dice sentado desde la cama.
- Es enserio Pablo... ¿Qué te parece esto?.- le digo enseñándole un vestido floreado.
- Preciosa, como siempre. Pero yo preferiría verte con menos ropa.- dice guiñándome un ojo.
Antes de que pueda reaccionar, siento a Pablo pegado a mi espalda. Sus manos van bajando con suavidad el fino tirante que recubre mi hombro, para dejar pequeños besos en esa zona, subiendo hacia mi cuello.
- Pablito por favor.- le digo con la respiración entrecortada.
- ¿Umm?.- susurra, siguiendo con la misma acción.
- Se nos va a hacer tarde y no quiero quedar mal con tus padres. Además...- intento decirle, cuando somos interrumpidos.
Me separo rápidamente de Pablo, el cual solamente ríe por la situación.
Una pequeña cabellera rubia se asoma por la puerta, la sobrina de Pablo.- Tito Pablo, dice la abuela si ya estabais despiertos.- dice la pequeña.
- Como ves si.- ríe Pablo.
- Voy a decirselo.- se ofrece Sofía.
- Pero antes dame un besito, ¿no?.- dice Pablo, cogiendo a Sofía en brazos.
Una guerra de cosquillas comienza. Solamente se escuchan las risas de Pablo y la pequeña.
- Tita Adri, ayúdame a ganar al Tito Pablo.- me dice Sofí.
Tita Adri... como me gusta ese nombre.
- ¡Ya voy! Te vas a enterar Pablo.- río mientras me acerco a la cama a jugar con los dos.
Las risas de la pequeña se mezclan con las de Pablo y las mías, como si fueramos una familia.
- ¡Dos contra uno, esto es injusto!.- se queja Pablo.
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El buen amor es quererse bien
Fanfiction"Y es que ya ves, no hay medida en nuestra forma de querer..."