En familia 3

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Mi primera salida con mi loca cuñada... Quién me iba a decir a mi unos meses atrás que la iba a llamar así.

- ¿Estás nerviosa cuñadita?.- dice abrazándome por los hombros.

- Un poco sí, para que mentirte.- le sonrío.

- Ya verás lo simpáticas que son. ¡Míralas, allí están!.- dice señalando a un grupo de chicas.

Nos acercamos rápidamente. Éstas comienzan a saludarme efusivamente, se parecen muchísimo a Casilda en ese aspecto.

- Tenemos mesa reservada.- me dice Casilda.

Nos sentamos todas juntas y empiezan a bombardearme con miles de preguntas.
Estoy contenta y muy feliz, como no estarlo con estas locas. De repente, a Casilda le cambia la cara por completo y mira hacia la puerta del bar.

-¿Qué coño hace ella aquí?.- pregunta enfadada.

- Se enteró Casi... lo siento mucho. Pero no te preocupes, no sabe nada.- susurra una de sus amigas.

Casilda asiente con la cabeza, no del todo convencida. No tengo ni idea de lo que están hablando, serán cosas de ellas.

- Hola a todas chicas, siento llegar tarde.- se disculpa una chica rubia.

- No pasa nada Marta, siéntate.- le dice Sonia, una amiga de Casilda.

Marta comienza a saludar a todas, hasta que llega a mí, mirándome con cara extraña.

- ¿ Y tú eres?.- me pregunta mientras me mira de pies a cabeza.

- Adriana, pero me puedes llamar Adri si quieres.- le sonrío.

- Muy bien. ¡Encantada Adriana!.- dice dándome dos besos.

Inmediatamente escucho a Casilda resoplar, como si se hubiera librado de un peso muy grande.
Más tarde le preguntaré porque...

La noche transcurre entre risas y con muy buena comida. Las horas pasan volando y cuando me quiero dar cuenta siento como me llaman por teléfono.

- Cógelo Adri, no nos importa.- me dicen todas.

Al ver quien me está llamando sonrío por completo. Pablo tiene ese gran efecto en mi...

- Hola mi niño.- le digo feliz.

De repente, todas se quedan calladas. Casilda vuelve a resoplar, mirando a sus amigas.

- ¿Ya no te acuerdas de mí no?.- escucho como ríe.

- Sabes que sí, siempre lo hago.- le contesto.

- Te tengo que querer mi vida... Bueno, te llamaba para preguntarte donde vamos a quedar ahora. Ya he terminado de cenar con los chicos.- me cuenta.

- Pues no sé... Nosotras no hemos terminado todavía. Ahora le pregunto a Casilda y te llamo para avisarte, ¿vale?.- le pregunto dulcemente.

- Vale mi amor. No tardes mucho, que te echo de menos.- me susurra.

- Muy bien señorito. Ahora nos vemos, te quiero.- río.

- Yo más.- dice antes de colgar.

Al terminar la llamada me miran con preocupación. Tengo demasiadas ganas de preguntarle a Casilda que es lo que ocurre.

- Casi, tu hermano ya ha terminado y se va para la discoteca.- le informo.

Casilda solo asiente, sin contestar.

- ¿Su hermano?.- pregunta Marta.

Un silencio sepulcral invade la mesa.

- Sí, claro. ¿No conoces a Pablo?.- le pregunto.

El buen amor es quererse bien Donde viven las historias. Descúbrelo ahora