Capítulo 15: Rescate.

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Nota: El capítulo lo subo hoy porque precisamente está ambientado en el día de hoy. Enjoy it.

Hoy debía entregar el dichoso dinero, me quedé después de clases como había acordado con la señorita Blake, ella sacó un sobre de su bolso y me lo entregó.

-No me lo agradezcas Iero, sólo dale ese sobre a Oliver y ni se te ocurra abrirlo. Ahora tú y uno de tus amigos suban a mi auto.

Asentí con la cabeza y corrí a hablarle a David, no sé por qué pero creí que él sería la mejor opción para acompañarme, es un buen chico. Si llevaba a Nicolás se descontrolaría, si llevaba a Pierre o a Raymond quizá no serían lo suficientemente fuertes como para defenderse solos, y sé que no cuento con Mikey o con Pete, a pesar de que el Way menor cambió prefiero abstenerme de pedirle favores o cosas así.

Le entregué el papel con la dirección del lugar a la profesora y ella puso el carro en marcha, carro en el cual también se encontraba la que parecía ser hermana o prima de la maestra. Sin lugar a duda era mejor viajar en auto ya que ese lugar estaba como al otro lado de la ciudad, pero como ya he señalado anteriormente, todo lo vale por mi Gerard.

-Ya llegamos a la colonia indicada en el papel ¿Para dónde jalo? -preguntó la señorita Blake.

-Es en la calle escritores -le informé.

-No soy taxi ni soy cartero, yo no me sé las calles.

Estuvimos un par de minutos en el auto, tratando de buscar el dichoso edificio, una vez que nos rendimos vimos a una señora ya bastante mayor de edad.

-Disculpe señora ¿Podría decirnos dónde está la calle escritores? -preguntó la hermana de la señorita Blake bajando el vidrio.

-Para allá -respondió señalando hacia enfrente.

-Muchas gracias.

Seguimos el rumbo que nos indicó aquella señora pero sólo logramos perdernos más, al final decidimos bajarnos y buscar a pie el edificio.

Caminamos y caminamos mientras platicábamos hasta que casi parecía que estábamos avanzando en círculos, llegó un momento en el que comenzamos a cansarnos y tuvimos que recurrir a algo.

-Voy a hacer algo que no quiero hacer -me dijo David -preguntar -Disculpe señor ¿Sabe dónde se encuentra la calle escritores?

-No, disculpe.

-Ok, gracias.

Veíamos el número de cada edificio y ninguno era el 338, estaban en desorden, cuando parecía que nos acercábamos la calle terminaba y eso sólo hacía que nos perdiéramos más. Volvimos a preguntar, le preguntamos como a tres personas distintas, es más, dos personas y un policía, sin embargo, ninguno supo decirnos, incluso volvimos a toparnos con la señora que nos dio mal la dirección, por obvias razones no le preguntamos absolutamente nada, sólo la dejamos pasar.

Sólo para aclarar, en ese momento ya no teníamos esperanzas en la policía ninguno de los dos, y ese oficial estaba investigando un asesinato o algo así, vimos las cintas rojas y todo eso. Nos inquietó un poco mas continuamos nuestra búsqueda.

Llegamos al 310 esperanzados, empezamos a correr.

-Vamos Frank, hay que hacer parkour.

-Simón simón -comenzamos a saltar ridículamente, ninguno de los dos era el chico más hábil del mundo, podría decir que un rinoceronte era más hábil que nosotros.

-Mira un gato.

Sí, y ese no fue el único gato que vimos en nuestro recorrido, incluso después de perder las esperanzas viendo cómo la calle terminaba y el edificio 338 no estaba, logramos percibir un horrible olor.

La Cortina II: Miedo A La ObscuridadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora