Capítulo 19: Si Tan Sólo Pudiera Encontrar La Respuesta

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Capítulo 19: Si Tan Sólo Pudiera Encontrar La Respuesta Para Arreglar Todos Tus Pedazos Rotos.

Mi fecha límite era en dos días y estaba perdido, la señorita Blake de alguna forma me ha ayudado con mi misión, y claro que mis amigos no se quedan atrás, sólo que desde un plano más indirecto ya que todos tenemos más que claro que Gerard nunca fue, es ni será de estar con mucha gente. A decir verdad sigo pensando que es un milagro el hecho de que sea mi pareja y debe ser obra de alguna bruja o algo parecido el que haya hecho el amor conmigo.

O almenos, dentro de mi ignorancia, esa es mi teoría.

Gerard me ha dicho que le duele demasiado la espalda y he notado cómo su respiración se acelera la mayor parte del tiempo. Cuando lo veo de esa forma lo único que hago es repetirle en volumen muy bajito que todo estará bien, y una vez que se calma lo abrazo, ya que uno de los primeros días lo intenté abrazar cuando estaba todo nervioso y lo único que conseguí fue un chichón por el movimiento brusco con el que me aventó, después se dio cuenta de lo que hizo y comenzó a golpearse reiteradas veces la cabeza contra su mesa diciéndose "tonto Gerard" a sí mismo. Es todo un show la verdad.

Cuando salimos del colegio quise llevarlo a comer algo, lo que fuera que lo hiciese feliz. Llegamos a un local donde venden todo tipo de sándwiches, desde el común jamón y queso hasta cosas que siendo sincero me da algo de asco describir.

Nos sentamos en una de esas mesas que en vez de sillas tienen como una especie de sillón, Ray también venía con nosotros. Yo me puse a un lado de Gerard y el rizado enfrente. Tomé la cabeza de mi Gee entre mis manos para poder acariciar su cabello un rato, él se recostó en mi hombro y cerró sus ojos.

-Gee ¿Cómo te sientes? -pregunté.

-No lo sé...

-¿Asustado? -cuestionó Ray, tratando de comunicarse a su manera.

-Algo no puede volver, es algo que está en el pasado, pero ese sentimiento parece repetirse, y es feo.

-¿Quieres salir?

-No -hizo una pausa prolongada -sólo vine por la comida.

Seguí acariciando su cabeza tratando de hacerlo sentir mejor, fueron necesario sólo un par de minutos para comenzar a sentir cómo mi hombro se mojaba. Sí, Gerard se quedó dormido.

-¿Y qué harás con Gerard?

-No sé, él está relativamente bien cuando estoy con él a solas en su casa, pero le aterra salir a la calle, sobre todo de noche, se volvió muy paranoico.

-Bueno ¿Qué esperabas? Esos malditos lo dejaron traumado básicamente. Ponte en su lugar.

-Lo hago, y eso es lo que más me entristece, sólo quisiera encontrar la respuesta para arreglar todos sus pedazos rotos.

-Tranquilo hermano, todo será cuestión de tiempo, Gerard es un chico muy afortunado porque está rodeado de personas que lo queremos y hacemos lo posible por ayudarlo.

-No, yo hago que lo imposible se haga posible, si mi recompensa será ver esa sonrisita plasmada en su rostro, no sabes lo que sacrificaría por volverla a ver.

Raymond hizo una mueca esbozando cierta tristeza, en el momento justo en el que el olor a comida llegó a nuestra mesa, Gerard comenzaba a despertar de su sueño como si hubiera programado una alarma dentro de su cerebro para comer. Al momento de que mi pelinegro diera la primera mordida a su emparedado tuve un flashback que despertó la nostalgia en mí.

 -Auh, me quemé la lengua ¿Puedo probar tu comida? Muero de hambre y esto está muy caliente.
-Claro.  

*Flashback, capítulo 1: La Cortina I [recuerden que el primer capítulo fue narrado por Gee]*

La Cortina II: Miedo A La ObscuridadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora