La Cortina II: Miedo A La Obscuridad

Capítulo 14: Viernes Por La Tarde

Sólo faltaban 50 dólares para terminar de reunir el dinero, nos tomó dos semanas de trabajo duro conseguirlo, debo decir que fue bastante cansado, terminé exhausto y supongo que no fui el único, sin embargo todo lo vale por mi Gerard. También he de señalar que estoy más que agradecido con mis amigos por ayudarme ya que sin ellos esto no hubiera sido posible, siendo sincero no me considero capaz de reunir tanto dinero en menos de 20 días. Lo he señalado antes y lo reitero, no cabe duda que esos chicos  que se hacen llamar mis amigos son increíbles.

Decidí revisar entre mi historial de llamadas al celular  y marcarle a Oliver para así poderle informar que conseguimos el dinero antes del plazo indicado y acordar dárselo hoy mismo para que me devolviera a Gerard lo antes posible, le pedí a Nicolás, que fue el comisionado para guardar el dinero, que lo colocara en un sobre y lo escondiera muy bien en alguno de sus bolsillos para llevarlo a la escuela. El día de hoy era viernes, y nos darían un curso de sexualidad en el colegio, dicho curso era voluntariamente obligatorio si saben a lo que me refiero, y se impartiría en la tarde, como recompensa, por así decirlo, tendríamos una posada al finalizar el dichoso curso.

Encontré el número y me digné a marcar.

-¿Hola? -atendió aquella voz por teléfono.
-Oliver, soy Frank.
-Chido.

-Ya tengo el dinero, ve a la escuela por favor con Gerard sano y salvo.
-No.

Colgó.

Qué hijo de puta.

Traté de llamar a Nicolás para cancelar el favor que le pedí, sin embargo me había quedado sin saldo y aún no me aprendía la calle en la que vivía, por lo que sólo restaba ir yendo a la escuela debido a que faltaba media hora para que comenzara aquel curso. Siendo sincero yo no tengo problema en hablar de eso, no soy un virgen que le causa risa cuando el profesor dice "pene" en clase, y tampoco me parece tedioso, a demás, después habría una posada, supongo no perdía nada con ir ya que no está de más aclarar que no tenía otra cosa mejor para gastar mi tarde de viernes.

Fui a buscar a mis amigos a la cocina y tal y como lo pensé, ninguno de ellos tenía saldo ni forma de contactar a Niko. Agarré a Pierre y a  David con las manos en la masa, literalmente, planeaba cocinar unas galletas para comerlas mañana junto con alguna película, no, no nos comeríamos la película si es lo que estabas pensando.

Una vez que llegamos nos dirigimos hacia el aula de clases para tomar asiento, la institución estaba muy sola aún, sin embargo no le tomamos importancia y comenzamos a platicar.

-Hola chicos -saludó la señorita Blake.

-Hola profesora -respondió Raymond alegre, él siempre es así con ella.

-¿Cómo están, muchachos?
-Siendo sinceros no tan bien -dijo David con un tono apagado.
-Lo supuse.

Tras esa oración se retiró, esa maestra a veces puede ser intrigante y  a decir verdad tenía un extraño presentimiento respecto a ella.

Fue cuestión de minutos para que Nicolás llegara con el dinero, se encontraba feliz porque por fin todo regresaría a la normalidad, sin embargo dudo que después de semejante experiencia todo regrese "a la normalidad", por otro lado le informé triste lo que ocurrió al llamar a Oliver, inmediatamente pude ver cómo su felicidad se apagaba, y no lo culpo, bien se sabe que a todos nos angustia esta situación.

Al cabo de unos minutos la escuela se llenaba cada vez más de pubertos, algunos completamente obligados por sus padres a venir, otros interesados en la posada de al rato y unos cuantos a los que sí les interesaba el curso; y claro, entre varios de los grupos mencionados anteriormente, no podían faltar los vírgenes a los que previamente aclaré no pertenecer.

Después de aproximadamente dos horas de pláticas, participaciones y un par de videos, comenzó la posada, todos salieron prácticamente disparados del salón excepto mis amigos y yo, los cuales permanecimos otro rato más platicando, nos tomábamos nuestro tiempo cuando Nicolás se percató de algo.

-Chicos, no traigo el dinero -se acercó a nosotros.

-¿A qué te refieres? -Cuestionó Pierre alarmado.

-Creo que lo perdí o me lo robaron.

-Pero eso no puede ser... hay que buscarlo ahora mismo, no debe estar fuera del salón -dijo Pierre.

Apurados comenzamos a buscar, sin embargo el salón estaba vacío y no había rastro de nuestro dinero. Empiezo a sospechar que tal vez sí lo robaron como sugirió Nicolás.

-Chicos, por el amor de Dios, pidan ayuda -apareció aquella profesora la cual aparentemente seguía dentro del aula de clases y que simplemente estaría de más mencionar su apellido.

-Señorita Blake -lo siento, ya lo mencioné -con todo respeto, no deseo meterla en todo este problema que traemos.
-Señor Iero, con todo respeto, aprecio bastante a Gerard como para cruzarme de brazos al ver como sus amigos y su pareja agotan todo su ser.

-No es necesario que lo haga.

-Pero será divertido -sonrió mientras frotaba sus manos.

Al final decidimos narrarle el problema de inicio a fin con lujo de detalle, lujo que dio Raymond, él y Gerard son las personas con la mejor memoria que he conocido en toda mi vida. La señorita Blake nos miró y sólo se dignó a decir 4 palabras: -"sé exactamente qué hacer" acto seguido se fue.

Sí, definitivamente esa profesora es intrigante y hasta cierto punto, extraña.

Inhalé profundamente y me dispuse a disfrutar de la posada que organizó la escuela, después de todo Navidad estaba a tan solo unos días y debía estar feliz. Creo que merecía algo de relajación.

Hubo música, comida y una que otra actividad, supongo que nada mal, también vi cómo ciertos estudiantes se reunían a tomar alcohol a escondidas, cosa que no me sorprende. Incluso al final tiraron fuegos artificiales. Lo único que no me gustó de la posada es que faltaba algo, mejor dicho alguien, sí, Gerard.

Por otro lado cabe aclarar que Mikey no ganó absolutamente nada en aquella competencia a la que asistió, cosa que más que entristecerme por él me decepcionó, él merecía ganar, un par de veces fui a verlo pelear y considero que lo hacía bastante bien.