Capítulo 24: Fin de la Narración.

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-"Estúpido gato" - pensé al ser despertado por este.

Me levanté sin más aparente remedio y localicé los pantalones más cercanos a mí, sí, no me complico mucho al elegir la ropa que usaré a menos que sea alguna ocasión importante como mi primera cita con Gerard o cuando fui a aquel concierto de Suicide Silence. Me coloqué unos zapatos cualquiera y saludé a mi madre, la cual se encontraba preparando el desayuno, cosa que me alegró bastante pues sentí como mi estómago comenzaba a exigir algo de comida.

Lavé una manzana para comenzar el día y permití que mi mamá me ofreciera hot cakes una vez que terminó de prepararlos. Acepté con gusto y fui a buscar la miel de maple para acompañar el desayuno y poder compartir aquel momento con ella.

Al terminar mi desayuno encendí la televisión y me tiré al sofá, sin embargo se me ordenó ayudar con la limpieza de la casa. Por otro lado no encontré nada bueno así que atendí a la petición la cual no demoré mucho en cumplir y una vez que lo hice supe que no era mala hora para llamar a los chicos.

Hoy iríamos de campamento y sigo descifrando cómo fue que David logró convencer a Gerard de ir pues él es un chico de su casa y no le agrada demasiado acampar, sin embargo mi amigo encontró la manera de que accediera a acompañarnos, supongo que fue por aquel argumento de "para estar completos", a demás comenzaron a decir que sería aburrido para todos pues él estaría sin nosotros y nosotros sin él, cosa que lo hizo pensar un rato y tomar mi mano al terminar para finalmente aceptar.

Armé mi mochila con repelente de insectos, un cambio de ropa interior, mi termo del hombre araña, una camisa limpia por si acaso y un par de golosinas y frituras, así como mi traje de baño porque aparentemente nuestra acampada sería en una playa, la cual fue estratégicamente escogida para encontrar la menor cantidad de gente posible al llegar a instalarnos, sinceramente no queríamos familias con niños pequeños perturbando el ambiente o música banda a todo volumen destrozando nuestros oídos.

-¿Toño? - contestó al teléfono Raymond en un tono algo burlón.

-Mi nombre es Anthony, pero prefiero ser llamado Frank - le respondí serio.

-Uy tranquilo, relaja la raja enano ¿Qué fue? ¿Se hará lo del camping?

-Simón bro, hablaba para eso, yo ya estoy listo para ir a donde sea que vaya a ser nuestro punto de reunión.

-Pues ahorita llegó Gerard y de aquí nos iremos a tu casa para ir a la de Pierre y así hasta llegar a la de Vic, quien la hará de chofer para llevarnos a la playa.
-Bien, pues acá los espero.
-Sale nos vemos.

Sí, no me gustan mis otros dos nombres, me recuerdan a cuando era más pequeño y mi madre quería regañarme o llamar mi atención, tampoco me agradan sus variaciones.

-"Casi lo olvido" - pensé y me dirigí hacia mi habitación por una vieja almohada para poder dormir lo más cómodo posible, así como mi sleeping bag. También pasé al baño y tomé algo de dinero por si de camino nos deteníamos en algún minisuper y así poder comprar algo más de botana o incluso un poco de alcohol.

Salí a esperar a los chicos y minutos más tarde llegaron, Gerard cargaba con una mochila bastante grande lo cual daba a entender que se encontraba bien equipado. Por su parte Raymond traía una mochila más grande que la mía pero no más que la de Gerard, era como la de en medio y para ese momento comenzaba a preguntarme si llevaba suficiente equipaje.

Comenzamos a caminar rumbo a casa de Pierre sin darle mucha importancia a mi falta de equipaje, a mitad del camino tuve que ofrecerle a Gerard cambiar de mochila pues se notaba que la suya era demasiado pesada como para que la pudiera resistir un minuto más. A pesar de que es bien sabido no está de más decir que mi novio nunca fue el más fuerte ni el de mejor condición física, y no es como que yo lo fuera pero no podía verlo así y pues, yo era un poco más fuerte que él.

La Cortina II: Miedo A La ObscuridadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora